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Escuela de padres
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Cómo surge la escuela de padres
Las escuelas de padres surgen a principios del S.XX, en Francia y Estados Unidos, para responder a una sociedad preocupada por las condiciones de la infancia, ya que la educación es considerada como un aspecto formativo muy importante para los escolares, y alcanzar su objetivo prioritario, esto es, que la escuela y las familias estén en continuo contacto. En el 1929, Madame Vérine, crea la primera Escuela de Padres en París. Usando como emblema “unirse, instruirse y servir”, tiene lugar una entidad cuya finalidad es la interacción entre personas que se preocupan por la educación de la infancia. La escuela de Madame Vérine, estaba formada por padres, educadores y especialistas en materia de educación e infancia. Dicha Escuela, tenía como base que todos sus miembros eran portadores de grandes conocimientos útiles para los demás, de este modo, las sesiones resultaban gratificantes para todos.
Actualmente, las escuelas de padres[1], han ido aumentando a la vez que han ido variando en cuanto a forma, llegando a ser incluso contrapuestas, por lo que se podría definir cada Escuela de Padres, atendiendo a los miembros que la integran, sus finalidades, la metodología que emplea, etc. En la mayoría de los casos, las Escuelas de padres, organizan charlas para todos los padres sobre temas de interés, generalmente con unos ponentes que disertan sobre un tema.Qué es una escuela de padres
La escuela de padres ayuda a éstos a afrontar la educación de los hijos. Esta es una tarea difícil en la sociedad actual. Es necesario que los padres sepan orientar y formar a los hijos, para ello deben conocer las etapas evolutivas por las que pasan y colaborar para que ellos mismos formen su identidad. En una escuela de padres, se reúnen unos pequeños grupos de padres con un monitor que coordina las sesiones, en las que los padres hablan entre ellos de sus experiencias y conocen la forma de vida de otras familias[2]. Se piensa en una escuela de padres para que la vida familiar mejore, ya que esto afecta directamente a la sociedad, que también se verá mejorada. Las relaciones que se establecen en la escuela de padres son muy enriquecedoras y ayudan a que los padres puedan animarse unos a otros y comentarse las dudas e inquietudes. Además, fomenta la conexión entre los padres y el propio centro, dándose a conocer las situaciones que se dan en ambos ambientes. La escuela de padres se puede organizar con la colaboración de los profesores y los especialistas en educación contrastando todas las perspectivas. Toda la información se pondría en común en reuniones cada cierto tiempo. En estas reuniones se reflexionarían y debatirían los diferentes puntos, con sugerencias y aportaciones de todos para llegar a conclusiones sobre los aspectos a trabajar.
Porqué hacer escuela de padres y algunos indicadores
Ser padre o madre es una tarea vital, un oficio para el que se necesita información y posibilidad de ponerla en práctica. Es una responsabilidad que hay que asumir y que ayuda a madurar, ya que permite revivir el pasado familiar y, desde él, impulsa a mejorar para adaptarse a las necesidades que tienen y que tendrán los hijos en el futuro.
Algunos indicadores actuales sobre la necesidad de crear una escuela de padres son:
- La confusión sobre los valores que deben predominar. Algunos describen la sociedad occidental, como hedonista, competitiva, consumista, individualista… y sin embargo muchos reconocen encarecidamente valores como la solidaridad, el ecologismo, la cooperación, la tolerancia.
- La falta de tiempo para compartir con los hijos, que hace que la escuela sea en muchos casos su segundo hogar.
- La influencia creciente de los medios de comunicación y la falta de capacidad crítica, hacen que interfieran, en ocasiones, con lo que los padres desean transmitir a sus hijos.
- Las diferencias generacionales con los consiguientes problemas de comunicación entre padres e hijos.
- La falta de dedicación o de conocimientos para mejorar como persona y ofrecer así a nuestros hijos un mejor modelo de conducta.
La familia es la institución social que más influye en el desarrollo del niño, debido a que al agrupar las influencias genéticas y ambientales, esta influencia traspasa el ámbito familiar y repercute en el mundo escolar y social, por ello es necesaria la información y formación de los padres.
Cuando el ser humano llega a ser padre o madre, cuenta con las herramientas precarias de su propia experiencia como hijo/a, sin muchas veces haber podido corregir errores sobre sus patrones de crianza y/o haber podido experimentar nuevas posibilidades o haber sido formado y corregido para desempeñar el papel de padre o madre por medio de la experiencia, que al final se adquiere empíricamente con sus propios hijos. Lo que pudo aprender por medio de ella -en la mayoría de los casos- ya no lo podrá aplicar en sus hijos, pues éstos, ya habrán crecido. Si bien el aprendizaje social puede ayudar a este propósito, quienes mejor podrían cumplir esta función socializadora y cultural son los núcleos familiares y la familia extensa, quienes en nuestra actual sociedad, se alejan cada vez más unos de otros haciendo difícil este tipo de aprendizaje. El humano es un ser social, que se desarrolla adecuadamente cuando establece vínculos correctos con los demás, si no resuelve esta necesidad padece sufrimientos psicológicos y resulta vulnerable social e ideológicamente.
Es cierto, que el ambiente socioeconómico donde se haya nacido es determinante, pues el colegio donde estudiará, los amigos con los que se compartirán tiempos fundamentales, etc. dependen en gran medida de esta lotería que es nacer en un país, ciudad o pueblo, década y época. Pero si miramos a nuestro alrededor veremos personas de muy distinta posición económica, lo que no divide a las personas en felices o infelices, con capacidad de planificar o no, con dominio o no de sus conductas, etc.
Ser padres supone educar. Lo que se requiere es amor, lógica, arte, técnica y conocimiento. Hay que tener en cuenta, que se educa más con los actos que con las palabras, ya que los padres son el ejemplo a seguir de los hijos. Los padres han de mostrar entrega y que poseen debilidades humanas, inevitables pero muy humanas. Deben ser conscientes de sus derechos pero también de sus deberes, educándoles en el respeto, la igualdad de sexos y autoresponsabilidad. Se hace necesario aportar consejos y experiencias, servirles de apoyo y guía pero no entrometerse sino dejar un margen de libertad de decisión y elección.Organización de la escuela de padres
La escuela de padres es un plan metódico de formación para padres en las cuestiones psicopedagógicas y ambientales, que tienen lugar durante un lapso de tiempo más o menos largo.
Se expone más detenidamente:
Plan metódico: Es un procedimiento coherente sin una estructura exacta en los temas, que cuenta con un ritmo regular (15 días o un mes) en las reuniones y una estructura cerrada en la asistencia, es decir, los progenitores que estén dispuestos a ir a una escuela de padres se deben comprometer a asistir a todas las sesiones salvo una causa grave e ineludible para ellos. No pueden participar personas nuevas en cada reunión.
De formación: Las charlas forman parte de las reuniones pero no como componente principal sino como recurso al igual que vídeos, documentos, trabajos grupales... Los padres desarrollan un aprendizaje cooperativo al compartir ideas con otras familias y al reflexionar sobre su propia experiencia. Hay que evitar creer que los monitores hacen la función de docentes y los padres la de discentes, aunque aquellos deben conocer las características personales de las familias (bajo nivel educativo o cultural, don de palabra) que a lo largo de las primeras sesiones tendrán que ir solventando.
Para padres: La familia debe asistir por parejas a las sesiones (marido y mujer) salvo excepciones, como por ejemplo viudez. Son importantes los puntos de vista de ambos sexos. Sobre cuestiones psicopedagógicas y ambientales:
La psicología y el ambiente condicionan nuestra vida. Para que un padre pueda explicar a su hijo algún tema es necesario saber cómo lo aborda él y éste con su pareja desde su perspectiva como adultos.
Durante un lapso de tiempo: La escuela dura tres años pero se puede alargar y repetir el temario sin ningún problema porque siempre entrará familias nuevas y se compartirán o discutirán otros puntos de vista. Las reuniones serán cada quince días para que lo hablado en la reunión anterior no queda ni muy cerca ni muy lejos, dos horas y media por sesión.
Objetivos de la escuela de padres
Es necesario tener una definición de objetivos para saber qué es lo que tenemos que conseguir. La escuela de padres cuenta con tres objetivos concretos aunque no por ello no puedan existir otros propósitos.
Objetivos:
- Servir de guía de revisión e instrucción para las familias en relación a la educación de sus hijos.
- Fomentar la comunicación entre los miembros familiares creando un círculo de amistad y confianza.
- Acrecentar que los padres se involucren con la escuela.
Generales:
- Reeducar al que educa.
- Informar sobre las diferentes funciones a desempeñar por los padres en relación con la educación de sus hijos.
- Orientar a los padres sobre los recursos comunitarios con los que cuentan para el desempeño o desarrollo de sus funciones.
Específicos:
- Modificar, introducir y/o potencializar prácticas sobre como abordar la relaciones familiares y establecer cauces adecuados para las competencias, tareas y responsabilidades.
- Dar a conocer derechos y deberes de la patria potestad (derechos y deberes de los padres hacia los hijos y viceversa).
- Dar a conocer la red asistencial específica para la educación que permita una atención precoz y una intervención efectiva basada en la coordinación entre servicios sanitarios, sociales y educativos.
- Enseñar a sus hijos una manera de ocupar el tiempo libre realizando actividades lúdicas, alternativas a las nuevas tecnologías y ricas en valores.
- Elaborar un programa de información sobre los principales aspectos psicológicos y cognitivos relacionados con el desarrollo de los niños, que permita a los padres comprender y potencializar el desarrollo emocional, social y cognitivo de sus hijos.
- Crear un espacio de discusión, aprendizaje de habilidades y acompañamiento en la crianza de sus hijos.
- Proporcionar a los padres y madres herramientas válidas para prevenir dificultades de diversos tipos.
Beneficios a los centros escolares
- Un mayor acercamiento y comunicaciòn entre padres-docentes-alumnos.
- Alumnos con niveles de autoestima elevados.
- Alumnos con valores familiares que se reflejan en su conducta.
- Padres más comprometidos con la educaciòn de sus hijos.
Bibliografía
- Alfonso, C. et al, (2003): La participación de los padres y madres en la escuela. Graó. Barcelona.
- Brunet Gutierrez, J.J, (1985): ¿Cómo organizar una escuela de padres?: temas para reuniones de formación con padre. San Pío X. Madrid.
- González García, R., y Díez González, E., (2000): Valores en familia: Orientación, tutoría y escuela de padres en Educación Infantil, Primaria y ESO. CCS. Madrid.
Categoría: Educación
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