Felipe de Hutten (alemán: Philipp von Hutten), hijo de Bernhar von Hutten y pariente del escritor Ulrich von Hutten, de familia acomodada, nació en Ulm (Alemania) en 1517 y murió cerca de El Tocuyo (Venezuela) en 1546. Escribió una narración sobre su visión del territorio que recorrió, llamada Zeitung aus India Junkhe, la cual fue publicada en 1785.

Contenido 1 Llegada a Indias 2 Los omeguas 3 Nueva ciudad 4 Muerte de Hutten 5 Bibliografía

Llegada a Indias

Muy joven, llegaba a Venezuela en la expedición del alemán Jorge de Spira en 1534, cuando éste venía a explorar el territorio que Carlos I de España, le había concedido a los Welser. El territorio ubicado en la parte occidental de la actual Venezuela y en la parte nor-oriental de Colombia, les fue asignado a los banqueros alemanes, por los favores que Carlos les debía, puesto que le hacían grandes préstamos de dinero cuando el rey español lo necesitaba.

Al llegar Hutten a Santa Ana de Coro, participa con Spira en una larga expedición, de más de tres años. En esta expedición, plagada de dificultades, de los 490 soldados españoles que salieron solamente regresaron 150. A la muerte de Spira, Hutten solicita la gobernación del territorio pero dada su poca edad y su escasa experiencia, solamente le concedieron el título de capitán general.

Los omeguas

Después de obtener el título, organiza su expedición y acompañado del joven Bartolomé Welser y algunos veteranos capitanes españoles, recorrerán los territorios indígenas que hoy son de la nación colombiana. Encuentro con los naturales, escaramuzas y peleas a diario, calamidades que pasan los soldados por la escasez de comida y un sin fin de necesidades y privaciones que agobiarán a los expedicionarios.

En una de las peleas que sostienen con los indígenas, de Hutten, recibirá un lanzazo que le produce una grave herida en una de las axilas. Gracias a la intervención del cirujano Diego de Montes, que participaba en la expedición, Hutten pudo salvarse de aquella mortal herida. Cuando se repone, continúan avanzando y seguirán teniendo encuentros belicosos con los naturales; pensando el alemán que más allá se debía encontrar el oro que buscaba, se había olvidado de dar la vuelta. Después de cinco años, decide regresar a Coro para organizar otra expedición con mayor número de soldados.

Nueva ciudad

Durante los cinco años que Hutten anduvo en sus exploraciones, mucho habían cambiado las cosas en Coro, Las familias de los soldados pasaban calamidades porque la tierra de aquella comarca no producía nada más que cardonales. Como nada se sabía del alemán, la Real Audiencia de Santo Domingo, envío un gobernador interino que se llamaba Juan de Carvajal.

Este Juan de Carvajal, ya había estado antes en Coro, como administrador real y conocía de sobra la interesada actuación y los manejos comerciales que tenían los alemanes y las penalidades que pasaban las familias de los soldados. Cuando obtiene el interinato del territorio, lo primero que hace es crear otra ciudad en una vega feraz para que aquellas familias pudieran sembrar y acabar con el hambre que los mortificaba en Coro. Carvajal organiza las familias, se lleva a los que aceptaron la propuesta y en diciembre de 1545, fundaban la ciudad de El Tocuyo.

Muerte de Hutten

Cuando Hutten, después de cinco años, volvía de su larga expedición, y acierta a pasar por El Tocuyo, se entera de lo sucedió y reclama a Carvajal por la fundación de la ciudad. Se enfrentan ambos mandatarios y después de acaloradas palabras que sostienen por cuestiones de competencias institucionales, Hutten intenta llevarse a los nuevos vecinos hasta Coro y despoblar El Tocuyo, donde todos se sentían felices, ya que producían para comer abundantemente.

Carvajal se exaspera, los de Hutten también, y en un momento de la discusión, los partidarios del alemán desarman a los de Carvajal, y hasta Bartolomé Welser lo tiran en el barro, y se marchan camino de Coro con armas y caballos. Juan de Carvajal, se siente ofendido por la acción que ha protagonizado Hutten y sale con unos soldados para detener al alemán y a los que le acompañan.

Al atardecer de ese día, los de Carvajal alcanzan a los alemanes y a sus acompañantes. Otra vez vuelven los reclamos y discusiones, los ánimos se calientan, Carvajal pierde los estribos y manda que decapiten a Hutten, a Bartolomé Welser y a tres españoles más de los que les acompañaban.

Un mes después, en un proceso rápido y amañado, se condenaba a Carvajal y al día siguiente moría ahorcado en aquel pueblo que fundó para que los vecinos no murieran de hambre, y que por impedir que se despoblara tuvo que cometer un crimen.

Bibliografía

• ”Recopilación Historial de Venezuela”, Tomo I, fray Pedro de Aguado. Publicación de la Academia Nacional de la Historia, Venezuela
• ”Noticias Historiales de Venezuela”, Tomo II, fray Pedro Simón. Publicación de la Academia Nacional de la Historia, Venezuela