- El Tocuyo
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El Tocuyo
EL Tocuyo
{{{nombre}}}
Bandera
EscudoApodo: "Ciudad Madre de Venezuela" Lema: Tocuyo viejo y querido País Venezuela • Estado Lara • Municipio Morán Parroquias: 8
Ubicación • Latitud 9° 46' 56" N • Longitud 69° 47' 35" O • Altitud 620² msnm Superficie 2.231 km² Fundación 1545 Población 105.764 hab. • Densidad 2.231 hab./km² Gentilicio Tocuyano¹ Código postal 3018
Pref. telefónico 253
Alcalde (2008 – 2012) Fidel Palma ({{{partido_alcalde}}}) Sitio web {{{página_web}}} El Tocuyo es la ciudad capital del Municipio Morán, Estado Lara, Venezuela.
Ubicado en un fértil valle, rodeado de colinas, esta población se encuentra en las norteñas estribaciones de los Andes. La ciudad, fue fundada el 7 de diciembre de 1545 por el funcionario real Juan de Carvajal, con el nombre de “Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo”. Ciudad que además de ser destacada en los primeros años conquistadores y colonizadores, tuvo importancia expansionista, puesto que desde ella saldrían las diferentes expediciones para ir poblando de ciudades la Provincia de Venezuela. Esta es la causa de que El Tocuyo fuera calificada, con toda razón, “ciudad madre” de Venezuela.
Contenido
Contexto geográfico
El Tocuyo se encuentra a una altitud promedio de 620 msnm y su clima se clasifica como xerófilo. Las precipitación anual no supera los 600 mm.
Es atravesada por el Río Tocuyo que le da su nombre y cuyo significado, según algunos estudiosos, es "Zumo de Yuca". Este río permite la irrigación del cultivo de la Caña de Azúcar en su valle, cuya extensión llega a los 20 km². El Origen Geológico se remonta al Cenozoico (en el valle y la serranía), mientras que las otras tierras altas (Parroquia Guarico, Parroquia Anzoátegui, Humocaro) su origen se ubica en el Cretáceo.
La vegetación es propia del clima Xerófila - espinar: Yabos, Cujíes, cardones, Tunas, dividive, penca, caujaro, tuna e´cabra.
Historia de la fundación
Corría el año de 1545, el capitán general alemán de los Welser, Felipe de Hutten (ver Felipe de Utre), hacía más de cuatro años que había salido de expedición hacia alejados territorios a la búsqueda de El Dorado, mientras los familiares de los españoles vivían precariamente en Santa Ana de Coro, padeciendo hambre y miseria al socaire de cardenales y cujíes, porque las tierras de aquella comarca costera no eran aptas para la agricultura ni la ganadería.
Antes de estas fechas, Juan de Carvajal, escribano de la Corona, había llegado a Coro hacia 1530 y conocía de sobra la actuación explotadora de los Welser, aquellos banqueros alemanes a los que les había sido concedido el territorio de la Provincia de Venezuela, desde Maracapana hasta el Cabo de la Vela. Carvajal, acérrimo enemigo de los Welser, desde su cargo de Procurador General de la provincia, los atacó varias veces denunciando los atropellos que cometían con los soldados y con los indios de servicio.
Hacia 1540, Carvajal había marchado a Santo Domingo como relator de la Real Audiencia y volvía nuevamente a Coro, en 1544, como teniente de gobernador del fiscal Frías, que se había quedado en Cubagua practicando unas diligencias. Se dice que Carvajal falsifica los títulos que traía, y amparado en la cédula de gobernador organiza una expedición y se lleva a la mayoría de las familias que vivían en Coro, con la intención de fundar otra ciudad en parajes fértiles y adecuados para la agricultura y la ganadería, ya que en Coro no se produce nada y todo lo que consumen tienen que adquirirlo, a precios abusivos en el almacén de los Welser.
Regreso de Hutten
Después de cuatro meses de caminata, Carvajal y los que le acompañaban, fundaban la ciudad de El Tocuyo el 7 de diciembre de 1545, al lado de un fértil valle regado por un caudaloso río. Al poco tiempo, regresaba Felipe de Hutten de su larga expedición y acierta a pasar por El Tocuyo. Cuando el alemán se entera de que ha sido sustituido en el mando por Carvajal, se encoleriza y quiere despoblar la nueva ciudad y llevarse la gente a Coro.
Ambos se enzarzan en una acalorada discusión. Carvajal se exaspera, los de Hutten también, y en un momento de la discusión, los partidarios del alemán desarman a los de Carvajal, y hasta Bartolomé Welser lo tiran en el barro, y se marchan camino de Coro con armas y caballos. Juan de Carvajal, se siente ofendido por la acción que ha protagonizado Hutten y sale con unos soldados para detener a los alemanes.
Para Carvajal, aquella afrenta colma la inquina que sentía por los alemanes. Convoca a los suyos, se preparan y salen tras los ofensores. Al caer la tarde los alcanzan en el camino, y otra vez volverán las discusiones. El enfrentamiento dialéctico se complica, se enciende...; vuelven a producirse los insultos y las amenazas, y Carvajal pierde los estribos de la razón, y lleno de ira por la afrenta recibida, ordena a los suyos que decapiten a Hutten, a Bartolomé Welser y tres españoles más.
Juicio y muerte de Carvajal
Carvajal estaba perdido, puesto que los familiares de los alemanes eran amigos personales de Carlos I. Un juicio rápido y parcializado se celebraba al día siguiente, y Carvajal se defiende alegando que si había mandado ajusticiarlos, era en defensa del poblamiento creado, mirando por la prosperidad de la gente que ha sacado de Coro que estaba sumida en la pobreza.
Sometido a juicio Carvajal y oídas sus declaraciones, el juez Pérez de Tolosa, dictaba sentencia el 16 de septiembre de 1546: "Condenamos al dicho Juan de Carvajal, reo acusado, a que sea sacado de la cárcel pública donde está, atado a la cola de un caballo, e por la plaza de este asiento sea llevado arrastrando asta la picota e horca, e allí sea colgado del pescuezo con una soga de esparto o de cáñamo, de manera que muera muerte natural, e ninguno de allí sea osado de le quitar syn licencia de mí, el dcho. Gobernador, so pena de muerte."
A pesar del descrédito y de las calumnias que se le han colgado a Juan de Carvajal, está demostrado que, exceptuando la orden de ajusticiar a los dos alemanes y a los tres españoles que los acompañaban, no cometió ningún delito de sangre contra nadie. Lo que sí hizo, fue mantener una férrea disciplina en El Tocuyo, para que sus hombres no molestaran a los indígenas y los respetaran. Por lo tanto la repetida historia de la ceiba tocuyana donde Carvajal ajusticiaba a los que no le caían en gracia y lo del genocidio indígena que se le achaca, son dos calumnias más de las tantas que se le han colgado gratuitamente.
Después de la ejecución de Carvajal, El Tocuyo seguía su marcha ascendente hasta convertirse en una próspera ciudad. Fue capital de la Capitanía General de Venezuela entre los años 1546 a 1548
Perfiles socio-comerciales
En la etapa prehispánica fue asiento de tribus indígenas “cuibas”, que serían desplazados por los belicosos “gayones” . Estos, sumamente laboriosos, además de cultivar el algodón, el maíz, la yuca y la papa en la zona alta, era unos expertos artesanos en cerámica y elaboración de hilados, tradición que se conserva hasta tiempos actuales por la importancia histórica que siempre ha tenido el “paño tocuyo”. Los alrededores de esta ciudad fueron escenario, junto con Variquecemo, Bobare, Algarí y Kiboc, entre otras comunidades y ciudades, de la contundente resistencia indígena contra la invasión Europea, dan cuenta de ello la lidereza indígena Gayón[1] [[Ana Soto]] y su compañero Cacique y Nagual Pedro Monje.
Según los estudios hechos por destacados arqueólogos (J.M. Cruxent) este valle fue paso obligado para el tránsito de mercancía entre la zona norte, actualmente estado Falcón, y los la zona andina y llanera. Esto se desprende de la vía que tomó el explorador alemán Nicolás Federmann, el cual a su paso por la provincia de Venezuela fue guiado por aborígenes que siguieron la ruta señalada (Coro - Carora - Maraca - Cimarrona - Los Boros - El Tocuyo - Guarico - Paraíso de Chabasquen - Guanare). De ahí se puede concluir que la tradición comercial de las tribus indígenas. Ya a comienzos Siglo XX, esta vía era usada por agricultores y comerciantes para el transporte de café y otras mercancías hacia la zona caribeña.
La Ciudad de El Tocuyo tuvo cierta importancia a finales del siglo XVIII, era una de las ciudades más importantes de Centro-occidente, debido a que mantuvo una cierta hegemonía en el cultivo de la caña de azúcar. Fue este cultivo extensivo de plantación que permitió que surgiera una sociedad muy bien definida: Los blancos criollos, los mestizos y los esclavos. La población indígena había huido a las montañas, y algunos negros a sus cimarroneras.
Hasta casi el siglo XVIII, y antes de que se produjera el derumbe de una enorme piedra en el río, El Tocuyo producía una gran cantidad de trigo, que era exportado, rio abajo, hasta el puerto de Veracruz en México.
Cultura colonial
Durante la época colonial, como en el resto de la América hispana, El Tocuyo fue asiento de un importante movimiento cultural, ya que en los conventos de la ciudad se daba instrucción tanto a laicos como a los clérigos. Entre los tocuyanos más destacados sobresalen el Dr. Juan Pérez Hurtado, uno de los primeros rectores de la Universidad; el Dr. Jerónimo Fernández de Escorcha, profesor de Filosofía en la misma Universidad; don Francisco Pérez Camacho, fundador de la cátedra de música y canto en la Universidad y en el Seminario; el Dr. Tomás Gil de Yepes, primer doctor en Leyes de la Universidad caraqueña; el Dr. Manuel Yepes, fundador de una escuela de latinidad en el Tocuyo, entre otros que destacaron por su sabiduría y su erudición
Además, en El Tocuyo, durante el siglo XVII funcionaba una escuela de pintura que se mantenía en contacto con la escuela de Quito y otras instituciones hispano americanas. Sobre todo en la pintura, señala la página de la USB: "En El Tocuyo se iniciaron las actividades artísticas en el siglo XVII y la influencia de los que allí se dedicaron a las artes se extendió hacia las zonas de Quíbor, Carora y Río Tocuyo. Las obras pictóricas de esta escuela están realizadas sobre madera, salvo algunas pocas sobre latón adherido a madera y se usó la témpera y el óleo; los marcos de las obras formaban parte de la misma, eran molduras sencillas, pegadas y pintadas por el autor. Se destaca el uso de colores fuertes, amarillos, rojos o verdes"
Tradición Cultural
La cultura tocuyana tiene un inmenso legado musical con el Golpe Tocuyano, sones de negro o tamunague, San Pascual, la Zaragoza. En cuanto a la comida es conocido por su acemita tocuyana y el pan de tunja. Entre sus artesanos más conocidos tenemos a: Ramón Escorche, Julio Torrealba, entre otros. Entre los musicos Pablo Rodriguez "la ñema, Carlos Yepez "el pariente" entre otros.
La Independencia
En la época de la lucha por la independencia 1811 - 1821, los pobladores de esta región permanecieron a favor de España, sólo José de la Trinidad Morán y su familia se sumó a este proceso pero tuvo como consecuencia su necesaria salida de la ciudad. Aunque ya para 1821, el cabildo de la ciudad invita a Bolívar a un homenaje que le brindaría la ciudad. Según el Historiador Carlos Felice Cardot:
“…el 16 de junio de 1821 la Municipalidad de El Tocuyo invita al Libertador para que visite esa ciudad. El padre de la Patria aprobó la petición como un homenaje a una de las ciudades más antigua de Venezuela que aportó inviolables recursos y valientes patriotas a la causa de la Independencia…”
La Independencia de El Tocuyo fue decretada el 15 de julio
Bibliografía
- Olier, Janett (Editora). 1995. El Tocuyo 450 años. J & Eme Editores S.A. Maracaibo-Venezuela.
- Troconis de Veracoechea, Hermila. 1984. "Historia de El Tocuyo Colonial", Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, Caracas.
Enlaces externos
Véase también
- Lara (estado)
- Anexo:Personalidades del Estado Lara
- Nombres indígenas larense
- Tocuyo de la Costa
Imágenes
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