La Fiesta de los Mozos o "la Robla" es una fiesta que se celebra el 26 de diciembre desde hace más de un siglo en la localidad de El Cabaco (Salamanca). Comienza la noche del 25 cuando los mozos solteros van cantando casa por casa una canción que contiene tantas estrofas que viva quien viva en esa casa (casados-as,viudos-as,chicas solteras, etc.) tiene una estrofa dedicado para ellos.

Al día siguiente los jóvenes a los cuales manden los alcaldes de la fiesta, deben ir a cortar un roble y traerlo donde se prepare la comida y la cena que se haga ese día. Antiguamente se hacia en la casa de los alcaldes y la hacían las madres de estos. La comida consiste en paella y carne asada y la cena en alubias blancas y filete. A media noche mientras se desarrolla el baile, se le ofrece a todos un trozo de chorizo asado.

El inicio de esta acestral fiesta no está registrada en ningún documento. Toda vez que siempre ha sido una fiesta PRIVADA en cuanto al mantenimiento económico de la misma, pero participativa de toda la población, en cuanto diversión y jolgorio.

Se venera en ese día a San Esteban, mártir.

Es posible que el inicio pudiera ser las hambrunas y epidemias de antaño. Aunque, lo más seguro, pudiera ser lo más lógico, que comenzara en una reunion en "robla" (fiesta, jarana, diversión) de algunos mozos del municipio que se extendió a todos los jóvenes, chicos, SOLTEROS.

Desde 1973, siendo ese año alcaldes de mozos Amador y Carlos (dirigentes y administradores de todos los actos de ese día) se procedió a incluir en esa fiesta, "robla", a los jóvenes, chicas, SOLTERAS, debido a la despoblacion sufrida por este municipio. Renombrándose como FIESTA DE LA JUVENTUD

Con esa composición se siguió hasta los años 90, en que la inexistente juventud admitio la entrada para su continuidad de jóvenes, hijos, nietos y bisnietos del pueblo, residentes fuera del municipio.

Actualmente, y por la más que probable desaparición del evento ancestral esta fiesta está sostenida, en su casi totalidad, económicamente por el Ayuntamiento de la localidad, desapareciendo así ese sentido de ALEGRIA-INDEPENDENCIA que siempre sostuvo la generosa y orgullosa juventud de EL CABACO.