Francisco Alvarado Arellano (San José de los Llanos, Edo. Táchira, 16 de junio de 1840 - Caracas, 5 de octubre de 1917), Militar y político venezolano. Fueron sus padres José Ignacio Alvarado y María Encarnación Arellano. Empezó a estudiar en la escuela municipal de Lobatera y en 1853 por necesidad económica viajó a Cúcuta y se empleó en una farmacia para seguir estudiando. A los 18 años se dedicó en Pregonero (Edo. Táchira) al comercio pecuario y allí se encontraba cuando estalló la Guerra Federal en 1859. En Barinas se sumó a las fuerzas federales que comandaba el general Pedro Manuel Rojas; a su lado va combatir durante los 5 años de la guerra (1859-1863), hasta alcanzar el grado de general; concluida ésta empieza a abrirse paso en la política regional: se desempeña como prefecto de Táriba, es designado miembro de la Legislatura del estado por Colón y en 1867 resulta electo diputado nacional por el Táchira.

Al triunfar la Revolución Azul (1868), se exilia en Cúcuta. En 1870 al asumir Antonio Guzmán Blanco el control de la nación regresa al Táchira para continuar en la lucha política; es nombrado procurador del estado y más tarde, jefe de armas de la región. Asiste en calidad de delegado liberal por su estado natal a la primera Constituyente del Gran Estado Los Andes, instalada en Timotes. Entre 1884 y 1885 es gobernador del Táchira y, a finales de 1886, presidente del Gran Estado Los Andes; en junio del mismo año se produce el inesperado alzamiento del oficial Jorge Torcuato Colina, quien toma el control del estado. Después de un corto exilio en Colombia, Alvarado Arellano regresa como ferviente antiguzmancista, al Congreso Nacional en calidad de senador por el Táchira y en 1888 se residencia en Caracas. En 1899, el presidente Ignacio Andrade le encomienda la jefatura de una división para detener la invasión de Cipriano Castro, pero renuncia al nombramiento por discrepancias con los otros jefes militares. Su última actuación castrense fue en el combate de Cordero (28.7.1899). Retirado de la política, escribió Memorias de un tachirense del siglo xix, que narra las andanzas de un hombre de vida agitada, en tiempos de violencia. Alvarado murió en la más absoluta pobreza en 1917.

Referencias

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