Gérard Jouannest

Gérard Jouannest

Gérard Jouannest (Vanves-Francia, 2 de mayo de 1933) es un pianista francés conocido principalmente por haber sido el acompañante artístico y arreglista de Jacques Brel y de Juliette Gréco, de quien también es su esposo.

Trayectoria artística

Gérard Jouannest estudió en el Conservatoire National de Musique de París en 1946, en el que gana un Primer Premio de Piano. Después de una interrupción a causa de su servicio militar en Marruecos, Jouannest se presenta a concurso como profesor en el Conservatorio de Música de Besançon. La muerte de su padre, dos días antes del concurso, paraliza su sueño de ser concertista.

Presionado por las necesidades de la familia, trabaja como pianista de bar, y después como acompañante de Les Trois Ménestrels en 1957. Durante un año, descubre el universo profesional de la canción y se presenta en diversas salas, como en Les Trois Baudets. En este cabaret parisino donde actúan artistas con talento será donde conozca al que cambie la vida de Gérard Jouannest : Jacques Brel. En la época, es François Rauber, también del Conservatoire National de Musique, quien acompaña a Brel en escena. Gérard Jouannest descubre ese dúo musical fascinado por la calidad de sus canciones y de sus interpretaciones. Nace entonces una gran amistad entre los tres artistas, una fusión de sus talentos gracias a la que la canción francesa tomará otra dimensión. El Brel que se conoce hoy nació de sus colaboraciones con Gérard Jouannest y François Rauber. Este último debe abandonar las giras, y entonces Gérard Jouannest le sustituye y acompaña a Brel en escena desde finales de 1958. Se inicia entonces una vida de bohemia que une sus caminos, encadenando giras y reforzando su amistad.

Como acompañante, Gérard Jouannest, poco a poco y motivado por Brel, se convierte en su compositor musical. Su primer aporte se produce en 1959, será una de las canciones más conocidas del cantautor belga: Ne me quitte pas. Brel, quien compone a la guitarra, tiene una melodía en su cabeza que no llega a desarrollar. Gérard Jouannest la toca al piano y encuentra el puente musical que permite a Brel perfeccionar el que será un inmenso éxito.

Esta primera colaboración será desconocida ya que Gérard Jouannest, no había pensado nunca en la composición, y no está inscrito en la Sacem, lo que hará en 1960.

Brel presiente todo el potencial artístico de su pianista y no cesará de fomentarlo, de su primera composición grabada en la Sacem - On n’oublie rien - y otras grandes canciones de la colaboración de ambos artistas: Bruxelles, Madeleine, Les vieux, Mathilde, La chanson de Jacky, Fils de, La chanson des vieux amants, J’arrive. En cerca de diez años, Gérard Jouannest compuso treinta y cuatro canciones para y con Brel. No compone nunca partiendo de un texto. La calidad de sus obras musicales reside posiblemente en el hecho de que los dos artistas trabajan siempre juntos, simultáneamente, las palabras de uno originan las notas del otro, o viceversa. Esta colaboración llega a su fin con la decisión de Brel de dejar definitivamente la escena en 1967.

Su amistad y su fidelidad serán inmutables, incluso después de la muerte de Brel en 1978.

En febrero de 1968, Gérard Jouannest recibe la llamada de Barbara, pidiendo que le acompañara en escena, una cita anulada por los problemas de salud de la artista. El mismo día, François Rauber llama a Gérard Jouannest para proponerle ir a Canadá con otra cantante excepcional: Juliette Gréco. Una colaboración que tenía que ser provisional, y que perdura hasta la actualidad, más de cuarenta años después. Se casan en 1989.

Juliette Gréco percibe el talento de su pianista y le confía igualmente la mayor parte de las músicas de sus discos. Después de su trabajo con Jacques Brel, Gérard Jouannest debe adaptarse a una nueva manera de componer, pues colabora puntualmente con diferentes artistas: Pierre Seghers, Richard Cannavo, Jean Tardieu, Benjamin Biolay, Christophe Miossec, y otros de los que firma un disco entero como Maurice Fanon, Henri Gougaud, Jean-Claude Carrière o Étienne Roda-Gil. Gracias a Gérard Jouannest, algunas canciones de Juliette Gréco ven la luz, tales como: Mon fils chante, Vivre, Les années d’autrefois, Un jour d’été o C’était un train de nuit.

En 1986, Gérard Jouannest es solicitado por el artista belga Ronny Coutteure para musicar los textos de Contes d’un buveur de bière, adaptación de la obra de Charles Deulin. La comedia musical será presentada en Bélgica en 1991. Después Jean-Claude Brialy le pide que componga la música de dos telefilmes, George Dandin y La dame aux camélias.

Con más de doscientas sesenta creaciones en su repertorio, Gérard Jouannest es hoy un autor imprescindible de la historia de la canción francesa. En 2006, en el álbum de Miossec de título L'Étreinte compone 30 ans, y en el disco Gibraltar de Abd Al Malik, los temas La Gravité, Il se rêve debout y L'Alchimiste.

En 2007, recibe el premio de primavera de la Sacem (Prix Lucien et Jean Boyer).