- Granma (yate)
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- Para otros usos de este término, ver Granma.
El Yate Granma es una embarcación adquirida de forma clandestina por un grupo de exiliados cubanos en México, liderado por Fidel Castro, que conformaban el Movimiento 26 de Julio. El yate fue comprado de una empresa estadounidense, y el nombre Granma proviene de un apodo común en inglés para una abuela (abreviatura de "grandmother"). Este yate fue posteriormente usado por 82 expedicionarios de dicho movimiento en el desembarco con fines revolucionarios que encabezó Fidel Castro y entre los que participaron Ernesto "Che" Guevara, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida, entre otros.
El yate llegó a las costas orientales de Cuba el 2 de diciembre de 1956 cerca de la playa Las Coloradas en el municipio de Niquero y marcó el inicio de las luchas guerrilleras, que culminaran con el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959.
En la actualidad se exhibe en el Memorial Granma adjunto al Museo de la Revolución en La Habana.
Contenido
Antecedentes
Tras el fracaso del asalto al Cuartel Moncada (26 de julio de 1953), Fidel Castro y sus compañeros supervivientes fueron condenados a varios años de prisión. Sin embargo, la presión popular y el suegro de Castro (Rafael Díaz-Balart), hizo que tras veintidós meses presos en Isla de Pinos, fuesen amnistiados. Fidel Castro se dirige a México desde donde prepara una expedición a Cuba para comenzar una insurrección armada contra la dictadura batistiana.
En la madrugada del 25 de noviembre de 1956, bajo la lluvia el yate Granma comenzó a navegar sigilosamente por las quietas aguas del río Tuxpan, México.
Características y compra del yate
Para la travesía se necesitaba una embarcación que estuvo a cargo de su compra el Cuate, apodo que se le otorgara a un mexicano llamado Antonio del Conde.
Este personaje que ayudó a la causa cubana conserva consigo una copia de la escritura de compra y venta original de la embarcación, según ella el yate fue construido en 1943, hecho de madera y motor de aceite con una sola cubierta, sin mástil, proa inclinada y popa recta.
La embarcación estaba matriculada en el Puerto de Tuxpan, con el objetivo de realizar navegación de altura y emplearse como tráfico de recreo o viajes para pasar fines de semana en el mar.
Su señal directiva era X.C.G.E , el casco estaba construido de madera, su eslora de 13,25 metros, una manga de 4,76 metros y un puntal de 2,40 metros.
Otros Datos:
- tonelaje bruto: 54,88
- tonelaje neto: 39,23
- dos motores marca: Gray GM.
- potencia: 225 c/c.
Cuando se produce la compra del mismo el propietario era Schuylkill Products Company Inc., la empresa que lo vendió declaró que desde el 10 de octubre de 1956 quedó clara la venta a Antonio del Conde por 50.000 pesos mexicanos. Esta empresa tuvo interés en que quedara explícito que ella no tenía ninguna responsabilidad con el posterior uso del yate Granma.
Tal vez pudiese estar claro del objetivo final del yate. La escritura se hace legal el 30 de mayo de 1957, es decir, cuando ya los jóvenes cubanos expedicionarios se encontraban en las montañas de la Sierra Maestra, combatiendo por la toma de Cuba.
Se puede apreciar que la embarcación fue adquirida un mes y medio antes de salir del puerto de Tuxpan, es por esta razón que los vendedores exponen que desde que “el Cuate” tomó posesión del mismo la ha usado y usufructuado a su entera satisfacción y por su exclusiva cuenta y riesgo, sin ninguna responsabilidad para la compañía vendedora.
Ha contado el Cuate que cuando fue con el joven Fidel Castro a ver el yate Granma al puerto Tuxpan, inmediatamente lo inspeccionó y en ese momento quedó decidido que en el Granma harían su viaje los revolucionarios cubanos.
Expedicionarios
Estado Mayor
Comandante en jefe Fidel Castro Ruz: Se convirtió en Primer Ministro de Cuba en 1959 y Jefe de Estado en 1976, gobernando casi 50 años hasta julio de 2006.
Jefe de estado mayor capitán Juan Manuel Márquez: Murió en la primera emboscada después del desembarco.
Jefe de estado mayor capitán Faustino Pérez: Fue ministro del Gobierno Revolucionario
Jefe pelotón de vanguardia capitán José Smith Comas: Asesinado en Niquero después del desembarco el 7 de diciembre de 1956.
Jefe pelotón del centro capitán Juan Almeida Bosque: Fue dirigente político del Gobierno Revolucionario y Vicepresidente de Cuba.
Jefe de pelotón de retaguardia capitán Raúl Castro Ruz: Primer Vicepresidente de Cuba y Presidente del país desde 2008.
Jefe de intendencia Pablo Díaz: Regresó a Calabazar de Sagua debido a la dispersión de las tropas en la primera emboscada. Se exilió en Estados Unidos. Fue funcionario del Gobierno Revolucionario.
Ayudante Félix Elmuza: Murió en la primera emboscada después del desembarco
Ayudante Armando Huau: Regresó a La Habana debido a la dispersión de las tropas en la primera emboscada. Capturado y asesinado en 1957.
Jefe de sanidad teniente Ernesto Guevara: Lider panamericanista. Fue ministro del Gobierno Revolucionario. Asesinado por el ejército en Bolivia en 1967
Oficial adscrito al E.M. capitán Antonio (Ñico) López: Asesinado en Niquero después del desembarco el 7 de diciembre de 1956.
Oficial adscrito al E.M. teniente Jesús Reyes
Oficial adscrito al E.M. teniente Cándido González: Asesinado en Niquero después del desembarco el 7 de diciembre de 1956.
Integrante del E.M. Onelio Pino
Integrante del E.M. Roberto Roque
Integrante del E.M. Jesús Montané: Fue dirigente político del Gobierno Revolucionario.
Integrante del E.M. Mario Hidalgo
Integrante del E.M. César Gómez
Integrante del E.M. Rolando Moya
Integrantes de los Pelotones
Jefe de escuadra Horacio Rodríguez
Jefe de escuadra José Ponce Díaz
Jefe de escuadra José Ramón Martínez
Jefe de escuadra Fernando Sánchez-Amaya
Jefe de escuadra Arturo Chaumont
Jefe de escuadra Norberto Collado
Jefe de escuadra Gino Donne
Jefe de escuadra Julio Díaz
Jefe de escuadra René Bedia
Evaristo Montes de Oca
Esteban Sotolongo
Andrés Luján
José Fuentes
Pablo Hurtado
Emilio Albentosa
Luis Crespo Cabrera
Rafael Chao
Ernesto fernández
Armando Mestre
Miguel Cabañas: Asesinado en Niquero después del desembarco el 7 de diciembre de 1956.
Eduardo Reyes
Humberto Lamothe
Santiago Hirzel
Enrique Cuélez
Manuel Echevarría
Fransisco González
Mario Fuentes
Noelio Capote
Raúl Suárez
Gabriel Gil
Luis Arcos
Alfonso Guillén Zelaya
Miguel Saavedra
Pedro Sotto
Arsenio García
Israel Cabrera
Carlos Bermúdez Rodríguez
Antonio Darío López
Oscar Rodríguez
Gilberto García
René Reiné
Jaime Costa
Norberto Godoy
Enrique Cámara
Raúl Díaz
Armando Rodríguez
Calixto García Martínez
Calixto Morales
Reinaldo Benítez
René Rodríguez
Jesús Gómez
Francisco Chicola
Universo Sánchez
Efigenio Ameijeiras
Ramiro Valdés
Tomás Royo: Asesinado en Niquero después del desembarco el 7 de diciembre de 1956.
Arnaldo Pérez
Ciro Redondo
Rolando Santana
Ramón Mejias
La travesía
Pasados unos minutos de la primera hora del 25 de noviembre de 1956, bajo la lluvia fría, el yate Granma, con su pesada y valiosa carga, comenzó a navegar sigilosamente de Santiago de la Peña, por las quietas aguas del río Tuxpan; debía burlar la vigilancia del faro y un puesto naval de la marina mexicana existente en la salida al mar abierto. Ya allí, comenzaron los vientos fuertes y el batir de las olas, originando bandazos en la embarcación que provocaron mareos y vómitos en muchos de los expedicionarios.
Alejados de la costa mexicanas y burlando la guardia fronteriza, encendieron las luces y cantaron con gran emoción el Himno Nacional de Cuba y la Marcha del 26 de julio, concluyeron pronunciando consignas revolucionarias. Fidel Castro que iba al mando, ordenó armar a varios compañeros, por si los guardafronteras mexicanos trataban de detenerlos. Entre el 25 y el 27 de noviembre los expedicionarios navegaron por el Golfo de México.
En la madrugada del 28 se adentraban en el Mar Caribe y el 29 por la madrugada se ordenó prepararse para el combate, pues se acercaban dos naves sospechosas; sin embargo, eran dos pesqueros que pasaron de largo. Durante el 30 de noviembre, el yate mantuvo el rumbo hacia la Isla; ese día la radio del Granma captó las noticias en las que se hablaba del levantamiento en Santiago de Cuba.
Había fallado una de las premisas fundamentales del plan táctico que era la concentración del alzamiento en Santiago de Cuba con el desembarco para distraer las fuerzas. Batista tenia información de la salida del yate y su propósito. Los mandos militares de la tiranía habían circulado la descripción del barco, con instrucciones para su captura.
No obstante, en la noche del día primero ya el Granma se acercaba inexorablemente a la zona escogida de antemano para el desembarco.
La impaciencia devoraba a los pasajeros, quienes, después del anuncio del cercano desembarco, poco podían dormir. Roque y Mejía, piloto y timonel respectivamente, se turnaban en la cabina, oteando en la negrura de la noche los destellos del faro de Cabo Cruz.
Pasada la media noche y cuando Roque miraba el horizonte, una fuerte ola sacudió la embarcación y el vigía fue lanzado al mar.
Fidel ordenó detener la marcha para rescatarlo. El mal tiempo y la noche cerrada impedían encontrar a Roque. Estuvieron cerca de una hora escudriñando el encrespado mar con las linternas, pero nada. Muchos ya lo creían ahogado y pensaban que nada quedaba por hacer; sin embargo. Fidel ordenó continuar la búsqueda. Un nuevo y más abierto giro permitió escuchar una voz casi apagada, pero suficiente para guiar a la nave hasta el extenuado expedicionario. Con una soga y con bastante esfuerzo, lograron rescatarlo.
Una hora más tarde divisaron las luces del faro de Cabo Cruz. Enfilaron por el canal de Niquero hasta llegar a las boyas, que, por cierto, no coincidían con los datos de la carta náutica. Les surgió la duda de dónde se encontraban, disminuyeron la velocidad y cambiaron el rumbo. Fidel Castro decidió dirigirse a la costa para desembarcar, y en la tarde del primero de diciembre informó a todos que lo harían de un momento a otro en un punto cercano de Niquero, al Sur de Oriente. También dio a conocer la estructura militar que asumirían.
En una punta de mangle nombrada Los Cayuelos, a dos kilómetros de la playa Las Coloradas —que es donde debieron haber bajado—, encalló el Granma, lo cual obligó a adelantar el desembarco. Eran las 06:50 horas del 2 de diciembre de 1956.
Con la premura que el momento requería, utilizaron el bote auxiliar para transportar a tierra el armamento y demás materiales de guerra, pero fue tanto el peso que la pequeña embarcación no pudo resistir y se hundió. Cada cual debió cargar lo suyo. Faltando ya sólo por bajar el pelotón de retaguardia, pasaron cerca del yate una lancha de cabotaje y un barco arenero. Se hizo más urgente el abandono del Granma y, por carecer de petróleo, no pudo cumplirse la idea inicial de Fidel de que regresara a las costas de Caimán Brac.
La llegada a Cuba
El 2 de diciembre de , en una punta de mangle nombrada Los Cayuelos, a dos kilómetros de la playa Las Coloradas, encalló el Granma, lo cual obligó a adelantar el desembarco para las 06:50 horas. La llegada fue llena de dificultades al paso de marabú, pantanos que dejaban el fango por el cuello durante más de un kilómetro.
Transcurridas dos horas del endemoniado trayecto, Crespo distingue finalmente el verdor de una franja de terreno y los contornos de un bohío. La vanguardia se dirigió de inmediato en esa dirección. Anduvieron por más de dos interminables horas antes de llegar al lugar, pero aún no tenían la certeza de estar en la isla grande.
En un breve descanso y mientras esperaba que se incorporaran los demás, Fidel dijo a Crespo que fuera a explorar la casa que dijo haber visto. Allí encontró al campesino Ángel Pérez Rosabal, quien tras ser conducido ante Castro, confirma al fin que estaban en tierra firme.
Enlaces externos
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