- Hans Reiter
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El nombre de Hans Reiter se asocia a dos individuos que, según ha sido probado recientemente, son el mismo. El primero de estos sujetos es Hans Conrad Julius Reiter, médico, bacteriólogo e higienista alemán que sirvió para el régimen nazi, como oficial de SS y fue el causante directo de crueles muertes de cientos de prisioneros judíos en el Campo de concentración de Buchenwald. Recientes investigaciones demuestran que habría fingido su muerte en el año 1969 para ocultar una nueva identidad, la de un escritor, que publicaba bajo el seudónimo de J.M.G. Arcimboldi y que vivió en el anonimato bajo otra identidad en las cercanías de Bariloche, en el sur de Argentina, hasta el año 1986.
Contenido
Biografía
Formación
Hans Reiter nació en la ciudad de Reudnitz, cerca de Leipzig, el día 26 de febrero de 1881. Era hijo de un adinerado industrial alemán aficionado a la historia germana y a la literatura medieval y una mujer italiana de la cual los biógrafos admiten ignorar todo. Durante la Primera Guerra Mundial Hans Reiter perdió a sus dos hermanos mayores en el frente occidental, motivo por el cual desarrolló un prematuro interés por el destino de Alemania y las causas políticas. Estudió Medicina en Leipzig, Tübingen y París, donde se doctoró en el tratamiento de la nefritis y la tuberculosis. Fue un pionero educador en el Instituto Pasteur de Paris y el St. Mary’s Hospital de Londres, donde trabajó con Sir Almroth Wright.
De vuelta en París, trabó amistad con el poeta francés Robert Brasillach, quien comparte con el poeta Ezra Pound el lamentable título de "símbolo del intelectual seducido por el fascismo" en la década de los 30. Se habrían conocido en París alrededor de 1932 cuando Hans Reiter estudiaba medicina e higiene y Brasillach escribía en publicaciones de derecha monárquica y antisemita, entre ellas Action Française (Acción Francesa) dirigida por Charles Maurras. Para cuando se conocieron Brasillach ya había escrito una historia del cine y obras de teatro como “Domrémy” y también las novelas “Comme le temps passe”, “Le marchand d'oiseaux”, “Les sept coleurse” y algunos ensayos, entre ellos: “Une generation dans l'orage”, “Journal d'un homme occupé” y un breve trabajo sobre D.H. Lawrence.
Se especula que la amistad de Brasillach sería central a la hora de entender el desarrollo de las aficiones de Hans Reiter, quien hasta entonces era sólo un aventajado estudiante de medicina y que, desde ese momento en adelante, pasaría a ser un importante activista de la causa fascista en Francia. Por esos días también se empiezan a desarrollar los primeros vínculos de Hans Reiter con la actividad literaria parisina: da a conocer dos ensayos, los cuales serían sus dos primeras obras publicadas. El primero se ocupa de las intervenciones en primera persona del escritor medieval Wolfram Von Eschenbach y el segundo se hace cargo de Gilles de Rais, conocido también como Barba Azul, que vivió entre los años 1404 y 1440 y al cual se atribuye la tortura y asesinato de más de 200 jóvenes, hombres y mujeres.
Durante el tiempo que pasó en París publicó relatos y poemas en los espacios que las páginas derechistas francesas destinaban a la promoción de sus autores. Pero su estancia en la capital francesa se interrumpiría por el devenir de los sucesos políticos en su tierra natal. Una vez de vuelta en la capital alemana, Reiter fue uno de los primeros médicos en jurar fidelidad a Hitler en el año 1933 y fue uno de los principales fundadores del movimiento eugenésico, que promovía la eliminación de los individuos con alguna deficiencia física o mental.
Durante 1933 los amigos franceses de Reiter se ocuparon de delinear en sus artículos, escritos y ensayos toda la cosmovisión de la derecha y del fascismo francés: corporativismo, antisemitismo, racismo, antidemocracia, rechazo a las izquierdas y a la “burguesía”. En 1936 Brasillach y Gaxotte rechazaron públicamente la actitud de sus antiguos compañeros y, apoyados por dirigentes de la Alemania Nazi, detrás de cuyos nombres se hallaba la influencia cada vez mayor de Hans Reiter, decidieron la creación de un partido fascista francés.
Durante su estancia en Francia, Reiter se había sabido rodear de lo más distinguido de la intelectualidad fascista, por mencionar algunos: Louis-Ferdinand Céline, Alphonse de Chateubriand, Jacques Benoist Mechin, Henry de Montherlant y Jean Anouilh. En textos publicados en Alemania, Reiter ponderaba frecuentemente un libro al cual consideraba fundamental para su formación política y la de sus amigos, se trataba de “Socialisme Fasciste” de Pierre Drieu La Rochelle.
Nazismo
A mediados de 1936 Hans Reiter decidió volver a Alemania a ver con sus propios ojos la construcción del Tercer Reich y a hacerse cargo del puesto de director del departamento de salud del estado de Mecklenburg-Schwerin, del cual emigró para ejercer como profesor en Berlín. En 1937 como resultado de su profesión de fe en el régimen fue nombrado presidente de la oficina de salud del Reich, oficina desde la cual declaró que era responsabilidad de la medicina evitar la transmisión de genes inferiores a las generaciones venideras. En esa época publicó su primer tratado de higiene racial: Deutsches Gold. Gesundes Leben, Frohes Schaffen.
Una vez instalado en Berlín, era visitado por Brasillach quien constantemente viajaba por Europa para conocer las experiencias de las naciones totalitarias, dar su apoyo y buscarlo para la causa de la derecha francesa. De hecho Reiter aparece como firmante de un manifiesto fascista de 1941 escrito por Brasillach después de asistir, junto con Reiter y Cousteau al congreso del Partido Nazi de ese mismo año. En ese texto Brasillach enumera las siete internacionales diabólicas a combatir: la internacional comunista, la socialista, la judía, la católica, la masónica, la protestante y la de los trusts. Más tarde Cousteau evocará aquellos viajes, “los buenos viejos tiempos” en los que él y sus amigos recorrían Europa “en busca de la verdad fascista”.
En 1940, Pierre Drieu La Rochelle incluyó el fragmento de una novela escrita por Hans Reiter en la prestigiosa revista La Nouvelle Revue Française. El fragmento estaba escrito en francés y llevaba por título “Une Amorce Divine”, cabe aquí informar que fue positivamente comentada en la prensa por Jean Cocteau y Paul Valéry. Reiter intentó publicar su novela en Francia, pero cuando se reveló su relación con el grupo dirigido por Brasillach, quien por ese tiempo hacía pública su adhesión de la ideología nazi alemana y de la misión alemana de regenerar Europa, se vio encasillado en una imagen que consideró poco apropiada para su literatura.
Brasillach y Reiter aparecen juntos en varias de las fotografías tomadas a los asistentes a los encuentros de escritores nazis realizados en Berlín y Weimar. En una de estas sesiones Reiter leyó un largo poema en homenaje a la Légion des volontaires français, los jóvenes franceses que peleaban en territorios de la Unión Soviética con uniforme alemán. Una fotografía en que aparecen Brasillach, Dortot, Reiter y Ernst Jünger, todos vestidos con uniformes de la Wehrmacht, sería uno de los varios documentos que se tendrán en cuenta al producirse la liberación de Francia, para condenar a muerte a Brasillach, quién no pudo huir a España o Suiza como otros.
Después de la liberación de Francia, el destino de Brasillach estaba sellado, él y Drieu de La Rochelle fueron condenados a muerte por traición a la patria. Al enterarse de la condena a muerte de estos, un grupo de intelectuales franceses de variadas tendencias políticas pidieron clemencia, entre ellos se contaban Albert Camus, Paul Valéry, Paul Claudel, Gabriel Marcel, Jean Cocteau, Colette, André Derain, Arthur Honegger, Marcel Aymé y André Malraux. Todos intercedieron por Brasillach y La Rochelle, pero el petitorio fue desestimado por Charles de Gaulle. Poco después Brasillach fue ejecutado y a Drieu de La Rochelle se le permitió suicidarse.
Desaparición
Reiter fue capturado e interrogado durante los Juicios de Núremberg que se llevaron a cabo entre los años 1945 y 1947. Los crímenes cometidos por los médicos nazis condujeron a la redacción de un nuevo código legal para juzgarlos tanto a ellos como a sus ayudantes. Estos principios legales fueron detallados en el Principios de Núremberg, escrito por legalistas aliados para evitar futuros excesos por parte de los cuerpos médicos de los campos de prisioneros. Curiosamente, las actividades de Hans Reiter durante el tiempo que estuvo a cargo de Buchenwald fueron conocidas mucho tiempo después de los juicios de Núremberg gracias a las declaraciones de médicos ayudantes del campo de Buchenwald y de algunos supervivientes que proporcionaron descripciones de los experimentos y torturas a las que fueron sometidos.
Gracias a estos testimonios se averiguó que Hans Reiter estuvo involucrado en la creación de métodos económicos de esterilización y eutanasia, comisionado para ello especialmente por el régimen nazi. También participó en un estudio cuya aplicación incluía la inoculación del virus del tifus a los internos del campo de concentración de Buchenwald. El resultado de este estudio fue la muerte de cientos de prisioneros. Además supervisó y dio órdenes de llevar a cabo otros muchos experimentos en el campo de concentración de Buchenwald; uno de los mejor documentados es la infección de 250 prisioneros con Rickettsia y su posterior asesinato.
Su condición de investigador sobresaliente y reconocido erudito provocaron un escándalo que hasta el día de hoy perdura. Una muestra de este hecho es la resistencia de círculos médicos de origen judío al uso del término Síndrome de Reiter para describir a la artritis Reactiva, condición estudiada y descrita con precisión por el médico alemán, cuyas manifestaciones clínicas son inflamación de la uretra, conjuntivitis y artritis. Además su nombre está asociado a la espiroqueta de Reiter, una variante del treponema, relacionado con el Treponema pallidum y el Test de Reiter, una prueba para el diagnóstico de la sífilis.
Después de pasar tres años de prisión en Alemania Hans Reiter fue liberado, según consta en los expedientes de Núremberg, por no haberse encontrado en su contra más que datos circunstanciales y ningún testimonio sólido que lo ligara a los exterminios llevados a cabo en Buchenwald. Una vez liberado, Hans Reiter desapareció por completo. Algunos años más tarde, cuando los supervivientes de Buchenwald alzaron la voz para denunciarlo, se le buscó en toda Europa para juzgarlo por los crímenes que sólo a partir de ese momento se le imputaban, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. No fue sino hasta el año 1995 cuando se descubrió que hasta el día de su muerte había estado oculto en las afueras de la ciudad de Bariloche en el sur de Argentina.
La investigación criminal
Su pista fue descubierta gracias a la intervención de un profesor de la cátedra de literatura francesa de la Universidad de Buenos Aires que preparaba un artículo sobre la actividad literaria oficial francesa durante el período en que Francia se halló bajo el dominio alemán. Tras leer el adelanto que Reiter había publicado en la La Nouvelle Revue Française creyó ver ese texto francés el argumento de la novela de un autor francés afincado en Argentina llamado J.M.G. Arcimboldi. La novela en cuestión se llamaba El Regreso y, básicamente, poseía el mismo argumento que el fragmento titulado Une Amorce Divine: un pintor muerto de hambre, guiado por quizás qué mano demoníaca, pinta un cuadro de gran formato donde un grupo de sacerdotes se empujan para bajar de una goleta pesquera pero que, visto desde cierto ángulo, revela la imagen del papa Pío X. Después de hacer algunas averiguaciones y averiguar que Hans Reiter era en realidad un criminal alemán buscado por crímenes de guerra que, como tantos otros nazis, buscó refugio en Latinoamérica, el profesor argentino decidió hacer la denuncia correspondiente. Poco después la policía de Argentina le informó de que Reiter había muerto nueve años antes de que su pista fuera puesta al descubierto. Al hacerse pública esta noticia se recordó el caso de Adolf Eichmann, capturado por el Mossad en 1961, el de Josef Mengele más conocido como el Ángel de la muerte de Auschwitz y el de Aribert Heim, conocido como el doctor muerte o el Carnicero de Mauthausen.
Hans Reiter/J.M.G. Arcimboldi poseía una pequeña estancia en las afueras de Bariloche y, al parecer, tenía un buen pasar. Al menos hasta el 23 de febrero de 1986, cuando murió en medio de una diarrea sanguinolenta que se prolongó por dos días, hecho resaltado por la prensa argentina. La enorme energía y excelencia que Hans Reiter destinó en su juventud a la causa del fascismo, el nacionalsocialismo, la higiene racial y las investigaciones médicas, después de la Segunda Guerra Mundial fueron plenamente volcadas a la creación de esta obra literaria considerada actualmente por muchos expertos como una de las más arriesgadas de fines del siglo XX.
La bibliografía de Arcimboldi incluye varios tomos en francés y dos en castellano, el último de los cuáles era “El Regreso”, cuyo tema era reminiscente de su primera novela. En la solapa de dicho libro se mencionan los siguientes títulos: “Déserts et sombres”, “J’assassine”, “Cors de chasse”, “Laminaria digitata”, La blanche neige”, “Le retour” y “La maison des morts”. De estas sólo existen traducciones de “El Regreso” y “Desiertos y sombras” publicadas en Argentina a fines de la década de los setenta.
Un tema muy discutido entre los lectores de Reiter/Arcimboldi es el origen de ese nome de plume, que para algunos habría sido inspirado por el excéntrico pintor milanés Giuseppe Arcimboldo cuyos cuadros se caracterizan por representar objetos situados de tal manera que, en su conjunto, generan otra figura discernible. Para los defensores de esta teoría la mayor evidencia de su juicio se halla en el argumento de “Une amorce divine” y “Le retour” pues en ambos textos se verifica la presencia del procedimiento del pintor milanés.
Los detractores de esta teoría afirman que el pseudónimo de Reiter habría sido inspirado por los textos de un monje alemán que el año 1566 fue condenado a muerte por la inquisición por la tortura, repetida violación y asesinato de catorce mujeres que se hallaban bajo su tutela. Las mismas obras publicadas por Reiter/Arcimboldi sirven para argumentar a favor de esta idea. En primer lugar se halla el ensayo sobre Gilles de Rais, como signo de su fascinación por el abuso de los cuerpos, fascinación que, recordemos, ejercitó en el campo de exterminio de Buchenwald y, en segundo lugar, el argumento de Desiertos y sombras, en la cual un hombre recibe la orden de evacuar once religiosas de un convento en las laderas del monte Sinaí, se pierde en el desierto y en su delirio siente legitimado su deseo de someter a las religiosas. El conocimiento extensivo que Hans Reiter como médico posee sobre el cuerpo humano se hace notar en el amplio desarrollo que se da a las descripciones de la tortura y las reacciones de los cuerpos sometidos a ella.
Referencias
Bibliografía
Bibliografía médica sobre Hans Reiter y sus trabajos
- Vaccinetherapie und Vaccinediagnostik. Stuttgart, 1936
- Das Reichsgesundheitsamt 1933-1939. Sechs Jahre nationalsozialistischer Führung. Berlin, J. Springer, 1939
- Deutsches Gold. Gesundes Leben, Frohes Schaffen. Berlín, 1937
- Varios artículos en el Deutsche Medizinische Wochenschrift, entre ellos uno bajo el título de Eine Bisher Unbekannte Spirochäteninfektion
Bibliografía básica de J.M.G. Arcimboldi
- “Déserts et sombres”
- “J’assassine”
- “Cors de chasse”
- “Laminaria digitata”
- “La blanche neige”
- “Le retour”
- “La maison des morts”
Traducciones al castellano
- “El Regreso”. Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1977
- “Desiertos y sombras”. Ed. Orbe, Buenos Aires, 1979
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