- Harimaguada
-
Maguada es el término que se usa, a partir de Antonio de Viana, para designar a la adolescente canaria consagrada al culto en la isla de Gran Canaria en la época anterior a la Conquista de Canarias por parte de la Corona de Castilla. Harimaguada vendría a denominar a la mujer encargada de la educación de las maguadas y participar en algunos rituales, siendo una figura muy respetada en el seno de la sociedad prehispánica de Gran Canaria.
Contenido
Historia
Según Francisco de Luca (uno de los más reputados estudiosos de la materia), las fuentes documentales posteriores a la conquista proporcionan una aceptable descripción etnográfica acerca del fenómeno religioso canario anterior a la conquista castellana. Antonio de Viana, el primero en usar el término, refiere: "..aunque se entiende por la mayor parte / ser este oficio propio de las vírgenes /que solían llamar Harimaguadas /y prometían virginal pureza/ las cuales habitaban en clausura / de grandes cuevas, como en monasterios". (Ed.1991, 85).
Se ocupaban del culto y la oración, con cánticos como los de Almene-Corán (Misericordia, Señor). En las casas de estas sacerdotisas aprendían las jóvenes a cortar y adobar pieles, tejer juncos y hojas de palma, coser tamarcos, alfarería y las técnicas del adorno corporal y el uso de pinturas. Abreu Galindo cita: "las Harimaguadas, mujeres destinadas al culto, tenían casas donde se encomendaban al Dios que estaba en lo alto, que decían Almogaren, que es "casa santa", las cuales rociaban todos los días con leche…" (Ed. 1977:156).
Se refiere que cuando alguna joven violaba una norma de conducta, se le reprendía por la harimaguada de una manera indirecta, para lo cual llamaba a todas las otras jóvenes y sentándolas en semicírculo, les decía: “Si yo fuera Ayucai (aquí citaba el nombre de la muchacha, hija de Bencomo y Taguria (nombraba a sus padres), y hubiera cometido la falta de....(y la decía), mereciera este castigo”. Y azotaba el suelo con unas varas.
Fr. José de Sosa (Ed.1994: 294) desvela un manuscrito de 1678 en el que aparece reflejada lo que los cronistas conocían como la Casa de las Maguadas, en Gáldar (Gran Canaria): "..Ai tradición que esta casa siendo muy labrada de colores era el Palacio en donde assistían las doncellas recogidas y como religiosas que llamaban Maguadas...'" .
Los lugares donde residían, dedicadas a la enseñanza y a la oración, se denominaban Tamogantes. Las harimaguadas (también Maguas, Hari-maguas o Hari-magadas) tenían dos asilos principales cercados de muros, de cuyo recinto no salían sino en días determinados para bañarse en el mar, estando prohibido que ningún hombre las encontrase en dichas ocasiones. Una de estas casas estaba en Agaete y otra en el distrito de Telde, junto a la Montaña de las Cuatro Puertas o Montaña Bermeja.
También aporta De Luca la posibilidad de la existencia de maguadas en Tenerife, como lo prueba la toponimia insular a través de la denominada Montaña Magua, en Arico (F. P. De Luca, 2004:148), en una zona que probablemente se extendía hasta el el Poris de Abona y que era controlada por jóvenes vestales que realizarían los rituales de la lluvia. De Luca señala que hay elementos etnográficos y lingüísticos que apuntarían en esta dirección.
Parece demostrado que las harimaguadas recibían diezmos por parte de la sociedad grancanaria: "Recibían para su sustento nuestras vírgenes canarias, ciertos frutos de la tierra a manera de diezmos que les daban los vecinos y los encerraban y guardaban en cuevas que tenían diputadas para irlos gastando por su razón y cuenta en todo el año" (Fr. J.de Sosa, 1994:286).
El mismo de Sosa continúa explicando : "y también nuestras doncellas canarias las recogía su Rei Guanarteme en su palacio escogiendo de toda la isla la más noble y virtuosa criatura que para su hermosura, aseo y esmero en su vivir eran más señaladas i a fuer de mui honestas respetadas de todos las quales ofresían sus hidalgos padres a este recogimiento y clausura desde ocho años a doce porque demás edad no consentía el Rei que encerrasen lo qual estaban veinte y sinco o treinta años y passados, las que querían, porque otras guardaban su virginidad y aquella clausura toda su vida, se podían cassar presediendo la seremonia que diré después" (Fr. J.de Sosa, 1994).
Sin embargo, la dedicación al culto se podía ver interrumpida por el matrimonio, con el beneplácito del rey, que tenía el derecho de prelibación :"Quando alguna de estas se avía de casar, que era después de aver estado veinte y sinco o treinta años en aquella clausura, primero dormía con el Rei Guanarteme y después la entregaba el mesmo a su marido, celebraba sus bodas con grande aplauso.."( (Fr. J.de Sosa, 1994:295).
Linguística
De Luca infiere del análisis lingüístico comparado con la tamazight del Ahaggar, que la traducción de ambas voces sería: "uhârent^tmawaden" = "reunidas (asociadas) doncellas adolescentes" <> harimawaden <> harimaguada, al castellanizarse el término, y la grafía singular masculina "amawad"= "adolescente", <> amaguad <> amaguada <> maguada. (F. P De Luca, 2004:147). De Luca no descarta la posibilidad de que el término abarcase no solo a mujeres Lano también a hombres. En ese mismo sentido, Morales Padrón (1978:436), hace referencia a "hombres que vivían en comunidad como religiosos". Dado que eran las mujeres las que llevaban principalmente a cabo la práctica ritual, es posible que la palábramaguada se hubiese feminizado.
En opinión del citado estudioso de la cultura y la lengua canaria, la voz "amawad" y su plural "imawaden" se registran en la toponimia de otras islas identificando lugares de prácticas religiosas en las respectivas sociedades. En Tenerife se documenta montaña Magua (B. Alfonso I, 1991) en la costa de Arico y Almagua o Armagua, aldea en Taganana (D. J. Wolfel, 1965), donde también se encuentra el topónimo Las Magadillas; en la isla de Lanzarote la tradición oral recogida por José de Viera y D. J. Wolfel consigna la aldea de Magua, asentamiento de Tinajo sepultado por las erupciones volcánicas de principios del XVIII. Estos vocablos podrían probar la presencia de las maguadas en aquellas islas, así como la voz grancanaria representada en la denominación Imagua o Inagua (F. Navarro Artiles, 1981; D. J .Wolfel, 1965), montaña situada en los altos de La Aldea de San Nicolás. Igualmente en Gran Canaria D. J. Wolfel (1965) cita la hoya (y monte) de Chinimagua <> ti n imawaden. En la propia isla de La Gomera, L. F. Pérez (1995:271) menciona la fortaleza de Imaguar, también mencionada por D. J. Wolfel (1965). Por su parte, F. Pérez (1995) presenta la variante Imanguen citada en un documento de 1683, y que parece ser la misma voz anterior. El estudio lingüístico de las dos formas isleñas conduce a dos formulaciones similares del plural "imawaden", cuyas evoluciones fonéticas puede ser: imawaden <> imawad <> imaguar, por apócope silábica y posterior equivalencia de la "d" amazigh en "r"; e imawaden <> imauguaden <> imangüen <>i manguen. Se observa un complejo proceso de contracción castellanizante en el que se confunde la grafía del fonema "w" <> "u" con una "n", muy frecuente en los documentos de la época; igualmente la deformación resultante suprime el fonema intermedio "ad" y la diéresis, obteniéndose así la forma final imanguen.
Ignacio Reyes García relaciona el término con la voz arəy-mawwad, compuesto por los conceptos [R·Y] 'estar estrechamente emparentado a' y [W·D] ‘llegar a la madurez'.
Referencias de otras culturas
Se ha estudiado también la relación de estos ritos con los existentes entre los incas precolombinos, que elegían a las "acllacuna" o "mujeres escogidas", procedentes de una selección realizada por funcionarios imperiales. Visitaban las aldeas y seleccionaban niñas de 10 años que mostrasen un alto grado de perfección física. Las escogidas ingresaban en una especie de retiro-convento y de una nueva selección posterior salían las mamaconas, de las cuales una parte hacía voto de castidad y se destinaban a servir al Sol y a los altares, la llamadas "vírgenes del Sol". (D. Lima, 1985:45, de S. Canals Frau).
Actualidad
Actualmente, en las Islas Canarias (especialmente en Gran Canaria) existen numerosas instituciones culturales y cívicas, así como fundaciones, patronazgos y premios al arte y la cultura (como los del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria) que llevan el nombre Harimaguada. También es el nombre (Lady Harimaguada) de una conocida escultura, situada en la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, creada por el artista Chirino y realizada en 1999 en la técnica de hierro pintado al estúco. También en Tenerife existen un colectivo de mujeres dedicado a la orientación e información sexual que recibe ese nombre.
Véase también
Enlaces externos
Bibliografía
- Abreu y Galindo, J. de, Historia de la conquista de las siete islas de Canarias, en A. Cioranescu (ed) Goya ediciones, Tenerife, 1977 ISBN 84-400-3645-0
- Bethencourt Alfonso, J: Historia del Pueblo Guanche II Lemus editor, La Laguna, 1997.
- De Luca L., Francisco. "Notas de Etnolingüística canaria", Ediciones Tamusni, La Laguna, Tenerife, 2004.
- De Sosa, Francisco José "Topografía de la isla afortunada de Gran Canaria" Ed. Cabildo Insular de Gran Canaria, 1994.
- De Viana, A. "Antigüedades de las Islas Afortunadas" , vol.1. Ed.Mª Rosa Alonso. Viceconsejería Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1991.
- Lima Dominguez, D."Los guanches. Historia y cultura" .C.C.P.C, 1985.
- Reyes García, I: Diccionario etimológico de insulismos amazighes, Foro de Investigaciones Sociales, Santa Cruz de Tenerife, 2004. ISBN 84-933287-3-1
- Rodriguez Moure, J: Tenesor Semidan, o Don Fernando Guanarteme, Imprenta y librería de M. Curbelo, La Laguna, 1922.
- Viera y Clavijo, Noticias de la Historia General de las Islas canarias. Goya ediciones, 4 volúmenes, Tenerife.
- VV.AA. Historia de Canarias. Vol. I Ed. Prensa Ibérica. Valencia 1991. ISBN 84-87657-10-9
Categorías:- Aborígenes canarios
- Canarii
- Mitología guanche
- Grancanarios
Wikimedia foundation. 2010.