- Hombre de las narices
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El hombre de las narices (en catalán, home dels nassos) es un personaje mitológico cuya tradición se mantiene en Cataluña, así como también en otros lugares de España como La Rioja, Teruel, Navarra, Álava, Burgos, etc..., y que tiene tantas narices (en otros lugares también ojos u orejas el día anterior al 31 de diciembre) como los días que quedan del año (es decir, cada día que pasa pierde una nariz). Sólo se le puede ver a fin de año, el día 31 de diciembre.
Según el folclorista Joan Amades, el hombre de las narices parece ser una degeneración de un personaje mítico que simbolizaba el transcurso del año. Tradicionalmente, los adultos suelen explicar a los niños que el último día del año sale el hombre de las narices y ellos suelen imaginar un personaje estrafalario con 365 narices en la cara, sin pensar que el 31 de diciembre ya sólo le queda una. Para completar la broma, se solía decir que recién se le había visto pasar por alguna calle cercana, con la intención de que corriesen a ver si podían encontrarlo. También había quien decía verlo reflejado en las canaletas del agua y así se lo indicaban a los pequeños. Actualmente, en algunas ciudades o pueblos se organiza un pasacalle con un cabezudo representando al hombre de las narices.
En los pueblos más pequeños, se decía que aparecía en la iglesia para beberse la pila de agua bendita.
En Barcelona era tradición encontrarlo a las 12 en punto del 31 de diciembre en la plaza del Palau, delante de la Llotja, sobre una tarima para que todos pudiesen verlo cubrirse con unas cuantas docenas de sábanas las 365 narices que se suponía que tiene por todo el cuerpo, ya que no le caben en la cara.
En Mallorca, además de decir ir a ver al hombre de las narices se decía ir a ver matar al hombre de las narices, porque el punto de concentración popular en Palma de Mallorca el día 31 de diciembre era la plaza de Corte, con motivo de la Fiesta del Estandarte. Ese día se disparaban salvas de honor, que algunos interpretaban como un fusilamiento de la imagen del rey Jaime I expuesta en la fachada de la Casa de la Vila, frente a la compañía que le rendía honores junto al Estandarte o bandera nacional.
Sumándose a estas tradiciones, se encuentra la de Arnedo, en La Rioja, que también alimentaba la leyenda del hombre con tantas narices como días tiene el año y que, por el contrario a lo que ocurre en la tradición catalana que habla del día 31, acostumbraba a pasear por la localidad el día 1 de enero, según los viejos del lugar. En la actualidad la Peña Lubumbas lleva a la práctica esta leyenda, creando un personaje que cada 1 de enero se acerca en un antiguo autobús hasta la Puerta Munillo de Arnedo ataviado con abrigo, traje y bufanda y portando una pequeña maleta. Tras saludar a los numerosos niños congregados, provocando en ellos dispares reacciones, se dirige a la sede de la Peña Lubumbas para repartir chucherías a todos los asistentes.
Enlaces externos
- Artículo de La Noticia con imágenes del personaje arnedano
- Página sobre el home de las narices en el sitio de la Universidad de Barcelona (en catalán)
- Imágenes del hombre de las narices en las celebraciones de fin de año en Tarragona (en catalán)
- "El Hombre de las Narices" en el Blog de Nestor Fontoba Albiac
- "La Noche de San Silvestre" de Francisco Lázaro Polo
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