- Iglesia de San Andrés (Éibar)
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Coordenadas:
La iglesia de San Andrés de la ciudad guipuzcoana de Éibar (País Vasco, España), aunque proyectada y edificada en los siglos XVI y XVII, responde a los patrones góticos, por su sistema constructivo y sus formas, que siguen vigentes en gran parte de Europa, sobre todo la del norte, con referencias a los modos renacentistas (columnas, coro, ventanas y óculos), y barrocas (portada). Se trata de un edificio que emerge en el paisaje urbano de las dependencias parroquiales anexas, más modernas, y de la plaza-plataforma, construida sobre una planta comercial con cubierta plana y accesible, sin valor arquitectónico.
El edificio, de volumen fuerte, muestra el sencillo plan interior. Resaltan la forma singular de la torre y los volúmenes menores de los dos remates ochavados del presbiterio y los pies, además de los elementos constructivos principales, como los contrafuertes. Todos los cuerpos, excepto la torre, se protegen mediante cubierta de faldones inclinados, con la cumbrera paralela al eje mayor y resolución a varias aguas adaptadas a la planta.
Contenido
Organización espacial y tipo
El templo presenta planta de cruz latina, orientado en sentido contrario al eje litúrgico. Dispone de tres naves de igual altura en tres tramos. No puede ser considerada como iglesia-salón en sentido estricto, dada su planta de cruz latina con crucero. Sin embargo, por ser uno de los primeros templos en que aparecen las altísimas columnas clásicas, se le incluye en el grupo de las iglesias columnarias.
La nave principal se continúa en 2 ábsides, poligonales, uno en cada extremo. La cabecera primitiva quedaba orientada hacia Oriente, en el lugar que ocupa hoy el coro. En 1603 fue invertido, pasando el presbiterio a quedar orientado hacia Occidente.
En sentido longitudinal posee tres tramos, además del cuerpo del presbiterio, con tres capillas cabeceras que prolongan las naves, las dos laterales de planta cuadrada, y la mayor rectangular con un ábside ochavado. Se organiza el espacio, pues, en doce tramos cuadrangulares, dos de ellos con remates semiexagonales, cubiertos todos con bóvedas de crucería.
El templo posee tres entradas: una por atrio septentrional, otra por el cuerpo ochavado occidental, y la tercera, por la esquina sudeste del crucero.
Análisis formal y compositivo
Las fachadas
La iglesia, exenta, muestra su mayor fuerza plástica en los volúmenes de sus formas básicas y constructivas, naves, torre, muros y contrafuertes, como en la mayoría de los templos del País; pero el acceso principal, al sur, se plantea casi como una auténtica fachada con portada. Dos interesantes portadas más enriquecen los sobrios planos envolventes.
Dispone de un acceso en la fachada principal: sencilla portada barroca, obra de Diego de Eguiguren.
En la fachada norte, protegida por el atrio de 1949, obra de "regiones debastadas", destaca la portada plateresca, en arco de medio punto y encuadrada por una sencilla moldura. Hay medallones o tondos renacentistas en las enjutas, decorados con bustos. En ambos lados limitan el conjunto dos columnas abalaustradas sobre apoyos altos adornados. Sobre el entablamento en el que se lee autor y fecha: 1545 Gabriel de Ubilla, se levanta el segundo cuerpo de la portada. En él hay una hornacina con pequeña peana pero sin escultura, rematada con una bonita concha o moldura. Un nuevo entablamento define el último cuerpo que sostiene un pequeño frontón. Completan la ornamentación, que lleva también curvas y antecurvas.
En el lado sur, hay una sencilla portada barroca con San Miguel. También hay una gran puerta tapiada en arco apuntado de la que se advierten los arranques de los nervios de crucería; estaría llamada a cubrir el pórtico que debió tener la iglesia por esta parte. Hacia la cabecera se lee la inscripción "Dominius incipit me et dominus perfeciet me".
El interior
Los apoyos interiores se realizan mediante columnas clásicas: tres pares de grandes apoyos de fuste monocilíndrico de basa ática (bocel, escocia, bocel) y capiteles diversos. El primer par de columnas lleva capitel dórico; el segundo lleva capitel corintio, caso excepcional en la provincia; y el tercero lleva una serie de cabezas humanas en el capitel. Estas columnas son más esbeltas que las observadas en edificaciones posteriores, por estar más próximas al carácter gótico.
Sobre los capiteles arrancan los nervios que sostienen las bóvedas, muy complicadas, y cuyas claves quedan muy decoradas con relieves.
El coro alto, situado en la zona de los pies de la nave central, destaca por su bóveda inferior; tiene tres arcos, carpanel el central y de medio punto los laterales, y se apoya en gruesos pilares cilíndricos. El coro alto lleva baranda de hierro forjado.
En el segundo tramo, en el lado de la Epístola, se encuentra la capilla bautismal, bajo arco rebajado decorado con casetones y relieves. Al interior el aparejo es de sillería arenisca en el coro, arcos, nervios y columnas, así como en parte del muro de la Epístola. El resto, perfectamente enlucido, debe tratarse de mampostería.
La iluminación del templo se realiza mediante ventanales en las naves laterales, uno por cada tramo; ventanas de medio punto a cada lado del ábside y del primer tramo; ventanas de medio punto, bíforas, y ricamente decoradas, en el segundo tramo; y ventanas bíforas aunque apuntadas y con arquivoltas de carácter gótico, en el tercer y último tramo. Parece que la única original del siglo XVI es la del último tramo de la Epístola. Destacan dos ventanas góticas y un rosetón, que parece de factura posterior, en la fachada este de acceso.
La torre
La torre, de mediados del siglo XVII, queda adosada a la iglesia en el ángulo de la fachada oriental y norte. Se trata de una esbelta torre-campanario que consta de un alto cuerpo que arranca desde la parte baja del templo y tras una zona de pendiente se pasa a la base poligonal, que lleva alternados en sus lados vanos y relojes. Continúa el cuerpo propiamente de campanas, para terminar en un cupulín coronado por la cruz y decorado por altos pináculos.
Análisis constructivo
El sistema constructivo del espacio de la iglesia es abovedado a la manera gótica. El templo se cubre mediante diez bóvedas de crucería, estrelladas, sin contar las dos del presbiterio y pies. Se apoyan en seis pilares cilíndricos centrales, las semicolumnas de los ángulos y las pilastras de los contrafuertes externos. Las bóvedas del presbiterio y de la parte del coro son igualmente de crucería sobre una planta rectangular con un lado ochavado al que se adaptan. Los contrafuertes rectangulares se muestran al exterior del templo.
El coro alto se apoya en dos pilares cilíndricos independientes y los muros laterales, sobre tres arcos, carpanel el central y de medio punto los laterales.
Las paredes perimetrales tienen la triple función que caracteriza el sistema: cierre, arriostramiento y soporte o de carga.
La fábrica es mayoritariamente de sillares de arenisca. Al interior el aparejo de sillería queda visto en el coro, arcos, nervios y columnas, así como en parte del muro de la Epístola. El resto, perfectamente enlucido, debe de tratarse de mampostería.
Otros elementos
En la Iglesia de San Andrés de Eibar destaca el retablo mayor realizado en 2 etapas:[1]
- Primera parte realizado por Andrés y Juan de Araoz (1560-1587) ,
- Segunda parte realizado por Hilario y Juan Bautista de Mendizábal y Fernando de Arispe. (1736-1739)
Se trata de una obra sin estofar que consta de sotobanco, banco, tres cuerpos y ático. Tiene seis calles, además de la central. En realidad sólo hay que atribuir a Araoz el banco y el primer cuerpo. Pertenece al período de transición en el que se va superando la tradición plateresca y se evoluciona hacia un modo más austero de influencia italiana. En la escultura se aprecia la influencia de A. de Berruguete en Araoz.En el bajo coro hay una Dolorosa y una imagen románica de San Pedro probablemente del siglo XII, trasladada desde la portada exterior.
De finales del siglo XV parece ser un panel en relieve que representa el entierro de Cristo.
Los ábsides de las naves laterales llevan retablos del siglo XVII dedicados a la Virgen del Rosario y la Magdalena. Hay también dos retablos gemelos barrocos en los brazos del crucero dedicados a la Virgen y a las ánimas del purgatorio.
En el altar hay dos atriles en forma de águilas de bronce que daran del siglo XVIII y un bajorrelieve de la Dolorosa recogiendo a Jesúscristo.
Referencias
- Este texto toma como referencia la declaración de Bien de Interés Cultural publicada en el BOPV nº 2005031 de fecha 15 de febrero de 2005
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