- Rebelión de Rupununi
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La Insurrección de Rupununi o Rebelión de Rupununi fue un movimiento separatista en el sur de la Guayana esequiba. Comenzó el 2 de enero de 1969 en el antiguo Distrito de Rupununi, en la actual región de Alto Tacutu-Alto Esequibo y fue contenido 3 días después por el ejército de Guyana. La insurrección pretendió crear un Comité Provisional del Gobierno de Rupununi. Los rebeldes, en su mayoría habitantes amerindios del área, solicitaron ayuda de Venezuela invocando su "nacionalidad venezolana" pero el gobierno de Venezuela presidido por Rafael Caldera se abstuvo de apoyar el movimiento. Sin embargo el gobierno guyanés del Primer Ministro Forbes Burnham acusó al gobierno venezolano de alentar con armas y dinero el movimiento separatista.
Contenido
Causas
Varios factores económicos, étnicos, políticos, jurídicos y estratégicos motivaron a los ganaderos a iniciar el conflicto. Durante la rebelión, Valerie Hart, la auto-nombrada "Presidente del Estado Libre Esequibo", sugirió que era un factor racial. Dijo a la prensa en Caracas, Venezuela, que los rebeldes estaban buscando independencia racial de lo que consideraba políticas despóticas del gobierno central del primer ministro Forbes Burnham. Jimmy Hart, también en Caracas, explicó que la decisión de los rebeldes fue tomada después de que el gobierno supuestamente negó a los ganaderos una solicitud de 25 años de arrendamiento de las tierras que ocupan y su temor a que los agricultores llegados de Jamaica y Barbados tomaran sus tierras.
En una declaración clara en el curso de la rebelión, Valerie Hart instó al gobierno venezolano a hacer valer su "legítimo reclamo" no sólo sobre la región de Rupununi, sino a toda la región del Esequibo.
Desarrollo
El 2 de enero de 1969 estalló la revuelta en el Distrito de Rupununi, un territorio de unos 58.000 km² formado por grandes sabanas aisladas del resto de Guyana, donde los amerindios de la etnias lokono y makushi fueron los principales protagonistas, básicamente hacendados y ganaderos descontentos con el gobierno Guyanés controlado por otros grupos étnicos (en la costa de Guyana viven asiáticos y negros, en Rupununi, predominan los indígenas).
En la mañana de ese día se tomaron prisioneros a los funcionarios del gobierno guyanes en la región, se tomaron los medios de comunicación -como radios- y se bloquearon las comunicacones con la capital.
Descubierto el movimiento, y ante la superioridad de armas y tropas de las fuerzas de Guyana, los líderes del movimiento se vieron obligados a retirarse y buscar refugio en Venezuela y Brasil.
El 5 de enero de 1969 el gobierno venezolano a través de su canciller Ignacio Iribarren rechazaron públicamente la petición de la líder del movimiento separatista, Valerie Hart, de ayudar a los rebeldes a anexar Rupununi a Venezuela. Ese mismo día el canciller de Guyana acusó a Venezuela ante la ONU de apoyar la revuelta e intentar re-anexar el territorio.
Consecuencias
- Las Fuerzas Guyanesas controlaron la situación al tercer día y atacaron las poblaciones indígenas de Pirara y Annai, y otros focos de la rebelión amerindia.
- Hubo un estimado de entre 70 y 100 muertos, en su mayoría de la etnia Makushi; 53 viviendas indígenas fueron incendiadas; hubo denuncias de violaciones y torturas.
- 147 indígenas de la etnias Makushi y Wapishana fueron detenidos y condenados a penas de entre 1 y 3 años; 326 reportaron haber sido golpeados.
- Venezuela concedió la nacionalidad a 120 personas involucradas en la rebelión, y les otorgó cédula de identidad venezolana, además de ubicarlos en 3 asentamientos en el sur del Estado Bolívar (San Ignacio de Yuruaní en la Gran Sabana, La Churuata en Las Claritas y San Martín de Turumbang, municipio Sifontes).[1]
Reacciones Internacionales
- El Gobierno de Brasil concentró tropas en la frontera entre Roraima y Guyana y respaldó implícitamente a Guyana, al anunciar su promoción de respeto a los tratados internacionales.
Véase también
Enlaces externos
Referencias
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