- Algodón de azúcar
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El algodón de azúcar es una golosina muy popular a lo largo de todo el mundo formado por una serie de finos hilos de azúcar enredados alrededor de un palo o cono. Se prepara usando una máquina especial y se vende con normalidad en ferias y otros eventos festivos. El color característico de la golosina es el rosa, aunque también es popular una mezcla de rosa, púrpura y azul. En países como Argentina, Uruguay o Chile es normal encontrar vendedores callejeros que venden la golosina en las plazas o los días de vacaciones de verano en las calles. Al tacto, el algodón de azúcar, es suave y muy similar al algodón (de ahí su nombre) cuando está seco, sin embargo se disuelve con facilidad en la boca y deja pegajosas las manos y la cara a su contacto. No posee un aroma característico, sin embargo es normal que las máquinas utilizadas para fabricarlo tengan un fuerte olor a caramelo o azúcar cocinado. Muchas personas consideran que esta golosina, en conjunto con las manzanas caramelizadas, forman parte de la genuina experiencia de visitar una feria. También es un dulce muy popular en espectáculos circenses.
La base de lo que hoy conocemos como algodón de azúcar nació para el año 1400 en Italia donde los cocineros solían calentar azúcar hasta hacerla líquida y luego, con un tenedor o un utensilio similar, formaban largos hilos flexibles que luego enredaban y los usaban como decoración de otros postres a base de de chocolate o crema. Sin embargo este tipo de preparación consumía mucho tiempo y se tornaba demasiado caro por lo que nunca se tornó popular. No fue sino hasta los últimos años de la década de 1890 cuando los fabricantes de caramelos William Morrison y John C. Wharton crearon una máquina capaz de formar, con el azúcar líquido finos hilos de manera automática, haciendo pasar azúcar líquido mezclado con colorantes por un tejido para formar las hebras. El invento fue primero presentado en la Feria Mundial de Francia de 1900 con el nombre Fairy Floss (Seda de hadas), y luego en la Feria Mundial de Saint Louis, Estados Unidos de 1904 a un valor de 25 centavos la porción (un precio excesivo para la época, pero que no evitó que se convierta en un éxito) Mas tarde las tiendas de golosinas comenzaron a comprar las máquinas ofreciendo el producto por un precio inferior y con el nombre de sugar spun (hilado de azúcar). Sin embargo las máquinas se tornaban frágiles, por lo que el producto no se convertía aún en el éxito masivo que es hoy. Para 1940, otra empresa, Gold Metal Products, creó otro modelo en base al mismo principio, haciendo máquinas más sólidas y formadas por piezas metálicas más resistentes y menos proclives a fallas. De esta manera la golosina se terminó de consolidar entre la gente al bajar el precio final para el consumidor. El funcionamiento de esta máquina es el mismo del de las máquina actuales: El azúcar mezclado con colorante se coloca en el centro de la máquina donde se dispone un pequeño cuenco que tiene adosado un dispositivo para hacerlo rotar a gran velocidad y una fuente de calor para derretir el contenido. Luego, por medio de la fuerza centrífuga, el líquido se filtra por una serie de pequeños agujeros en los lados. Cuando el azúcar entra en contacto con el aire se solidifica, formando unos finos hilos a la vista similares al algodón que se amontonan en un recipiente de mayor tamaño colocado alrededor del cuerpo central de la máquina. El operador de la máquina entonces los junta con un palo, un cono o en algunas oportunidades con su mano.
Como la mayor parte del algodón de azúcar es aire, las raciones suelen ser muy grandes, por lo general mayores que la cabeza de un adulto, resultando enormes para los niños. A pesar de la creencia general de que esta golosina puede causar caries dado que en esencia es azúcar, es importante señalar que tiene una cantidad menor a una lata de refresco típica de 350 milímetros cúbicos, es decir una cantidad cercana a una cucharadita.
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Categoría:- Caramelos
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