Amalafredo (Latín: Amalafridas) fue el hijo del último rey de los turingios, el rey Hermanfredo y su esposa Amalaberga, hija de Amalafrida y sobrina del rey ostrogodo Teodorico el Grande.

Cuando los francos conquistaron el palacio real turingio de Scithingi en 531, Amalaberga huyó a Italia, donde estaban sus parientes ostrogodos, con sus hijos Amalafredo y Rodelindis. Allí fueron capturados por el general biznatino Belisario, que los envió a Constantinopla a la vez que al rey Vitiges, que también acababa de ser capturado. Justiniano nombró a Amalafredo general imperial, mientras que a Rodelindis la obligó a casarse con el rey lombardo Alduino.

Cuando los lombardos acudieron a ayudar al Emperador Bizantino Justiniano I contra los gépidos, el emperador envió un ejército bajo el mando Justino y Justiniano, los hijos de su primo Germano; Aratius y Suartuas (gobernantes de los hérulos); y Amalafreo. El ejército se detuvo en Ulpiana, Iliria, mientras los generales decidían sobre una cuestión relativa a la doctrina cristiana local. Finalmente, solo Amalafredo se puso en camino con parte del ejército. El rey lombardo Alduino se quejó al emperador de que solo llegase en su ayuda contra los gépidos una pequeña parte del ejército bizantino. Aun así, Alduin y Amalafredo obtuvieron una gran victoria frente a los gépidos.

Amalafredo tuvo un hijo llamado Artachis (ver Venantius Fortunatus, Carm. App. 3), pero nada se sabe de su destino.

Fuentes

• Procopio de Cesarea, Guerras Góticas VII, 25
• Venantius Fortunatus, Carm. App. 3