- Hérulos
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Los hérulos eran una tribu germánica que invadió el Imperio romano en el siglo III, provenientes de Escandinavia, seguramente tras ser expulsados.
Según algunos historiadores medievales, sus integrantes se aliaron con los godos y participaron con ellos en varias expediciones de merodeo por las costas de los mares Negro y Egeo (260). A principios del siglo VI, los lombardos vencieron a los hérulos y disolvieron su reino, situado en la cuenca del río Elba. Algunos de sus integrantes emigraron a Escandinavia y otros se enrolaron como mercenarios en el ejército del Imperio romano de Oriente. Un jefe hérulo, Odoacro, depuso al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo (476), y fue nombrado rey de Italia por sus tropas. Gobernaría Italia del 476 al 493 hasta que los ostrogodos luchasen y venciesen a su ejército, instalándose en la península Itálica.
Contenido
Antigüedad tardía
Son mencionados por primera vez en las fuentes romanas en el siglo III cuando en 268 y 269 participan en una coalición bárbara que reúne a pecinos y carpos, pequeñas tribus germánicas, así como gépidos y sobre todo godos. El ejército reunido, que habría contado más de 300.000 guerreros (cifra ciertamente exagerada por los cronistas romanos y griegos), atacó a las fuerzas del emperador Claudio II el Gótico junto al río Danubio.
En el siglo III, otro pueblo germánico, los lombardos, entonces establecidos en la Pannonia y quienes fuerzan su entrada en Occidente sólo en 568, son aliados de los hérulos. Más tarde, se hace mención de ellos durante las grandes invasiones, a partir de la segunda mitad del siglo IV.
Alta Edad Media
En el siglo V, estos últimos poseen la apariencia de ser un reino ubicado a lo largo del Danubio, aunque son sin duda pocos: probablemente proviene de allí la banda armada a la que se pone en cabeza Odoacro, uno de los suyos ya establecido en Italia. Este último incendió Pavía, saqueó Roma y depuso al emperador Rómulo Augústulo, haciéndose proclamar "Rey de Italia" (476). Este episodio es conocido sobre todo por haber sido interpretado por la historiografía como la caída oficial del Imperio romano de Occidente.
No obstante, no parece que todos los hérulos se hubiesen establecido sobre el Danubio entre los siglos III y V. Un contingente hérulo es atestiguado en efecto durante años 400/407 en los ejércitos bárbaros, al lado de frisones y de sajones, que practican la piratería en el Mar del Norte y las costas del Canal de la Mancha. Estos bandidos dejan en un estado lastimoso las defensas costeras del Imperio romano (la marcha militar costera de Armórica o Litus armoricus) y establecen puestos avanzados de observación o pequeños establecimientos de población sobre la costa atlántica. Así es como fueron hasta España, y hacia el año 456, cerca de 500 piratas hérulos fueron avistados en las costas cantábrica y gallega, embarcados en ocho embarcaciones. Algunos hasta permanecieron en la costa española y continuaron con la piratería.
Después del año 476, otros hérulos sirven en el ejército de Teodorico el Grande, integrándose a los Ostrogodos, a los que el emperador de Oriente, Zenón, había encargado recuperar Italia, entonces en las manos de los mercenarios bárbaros de Odoacro.
Hacia 491, Teodorico, vencedor de los Vándalos, anuda contactos con los hérulos danubianos para prevenirse de la presión de los Alamanes.
Odoacro es derrocado por Teodorico en 493 y su ejército es expulsado de Italia por las fuerzas ostrogodas, mientras que el rey godo funda el Reino de Rávena. Cuando los hérulos regresaban al Danubio bajo la dirección de su rey Rodolfo, fueron severamente batidos el año 510 por los lombardos, por lo que muchos de ellos volvieron posteriormente a Escandinavia, su lugar de origen.
En el año 550, la presencia aproximadamente de 3.000 mercenarios hérulos es todavía atestiguada a lo largo de la línea de defensa danubiana o limes danubiano, en Sirmium y Singidunum, pero éstos se habían establecido allí hacia el 510. No olvidemos que contingentes hérulos también sirvieron a Bizancio en su guerra contra los vándalos en África entre 533 y 534, así como en Italia bajo el mando del viejo general eunuco Narsés, contra los ostrogodos, a partir del 551. Desaparecieron como pueblo antes de la mitad del siglo VII. De esta forma, los del norte se fusionaron con frisones y sajones, algunos incluso regresaron a su patria de origen, en Escandinavia, de la que se habían ido siglos antes (lo que demuestra bien el afecto a sus orígenes lejanos y posiblemente la supervivencia de lazos estrechos con las poblaciones nórdicas); finalmente otros se fusionaron con ostrogodos y lombardos.
Aspectos culturales
Sexualidad
Según Procopio, obispo de Cesarea, los hérulos practicaban ciertos rituales homosexuales entre los guerreros. En su De Bello Gothico, Procopio en su relato se escandaliza por el hecho que:
"... y ellos practican el sexo contrariamente a los fines de la ley divina, hasta con hombres y asnos"[1] (griego: καὶ μίξεις οὐχ ὁσίας τελοῦσιν, ἄλλας τε καὶ ἀνδρῶν καὶ ὄνων).Procopio no se explica sobre esta breve declaración. Sin embargo, también notó que los jóvenes guerreros de los "Erouloi" (el término griego para referirse a los hérulos) entran en las batallas incluso sin escudos para protegerse, para que –una vez probados en la batalla– sus maestros hérulos entonces les permitieran llevar uno en batalla, significando su entrada llena a la virilidad.
El historiador de la homosexualidad, David Greenberg, cree que en este paso, Procopio implicó que la homosexualidad practicada por los hérulos era ritualista e iniciática con la naturaleza, por lo que "la pederastia fue practicada en conexión con la transición de la juventud a la virilidad" en el temprano periodo germánico de las "sociedades de hombres (Männerbünde)", así como le es común a todas las culturas indoeuropeas. Otra vez, esta pederastia inicial es idéntica a las prácticas de las tribus estrechamente relacionadas como los suevos y taifalos, tal como lo relata Amiano Marcelino (31.9.5).[2]
La pederastia ritual a base de guerreros (erotismo entre un adulto y un joven) es una acción común en todos los pueblos indoeuropeos según una escuela de pensamiento elaborado por historiadores franceses, como Bernard Sergent; las formas variantes de homosexualidad ritual están bien documentadas y en particular fueron institucionalizadas en todas partes de la Grecia antigua, por los escitas, los celtas y otros pueblos.[3]
Referencias y notas
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