- Los Jefes
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Los Jefes
Los jefes Libro de cuentos publicado en 1959 por Mario Vargas Llosa.
Contenido
Primer cuento, Los jefes
El que da título al libro, narrado en primera persona por uno de sus protagonistas, estudiante de enseñanza media, habla de una rebelión estudiantil contra el director del colegio, pero también de la rivalidad del protagonista con Lu, un compañero de curso que le ha desbancado en el liderazgo de la banda de los coyotes. Al final, ambos muchachos se verán obligados a olvidar sus discrepancias para hacer frente al enemigo común, personificado en el director del centro.
Segundo cuento, El desafío
Escrito también en primera persona. En él se nos relata un desafío a navaja entre Justo y el Cojo, y como éste, que desde el principio se perfila como el más hábil y fuerte, ya mediada la contienda, viendo el estado desesperado de su contrincante, le grita al padre de éste, que la está presenciando: "¡Don Leónidas!... ¡Dígale que se rinda!"", a lo que el viejo, cuya condición de padre el lector aún ignora, y seguirá ignorando hasta el final, cosa que da aún más patetismo al relato, responde: "¡Cállate y pelea!", acabando el cuento con la muerte de Justo y el transporte del cadáver por sus compañeros en la manta de su padre.
Tercer cuento, El hermano menor
Relata la distinta manera de ver la vida de dos hermanos: David, el mayor, criado en la hacienda familiar, y Juan, el menor, recién llegado de la capital, donde ha estudiado durante dos años sin ver a la familia. Muy a pesar suyo, se ve obligado a perseguir a un indio huido que ha pretendido abusar de su hermana Leonor aprovechando que la acompaña a todas partes por imposición del mayor de los hermanos, que no quiere que Leonor vaya sola por los campos. Muerto el indio, al regresar a la hacienda, se enteran por la misma Leonor, al decirle que no han dado con él y ver su alivio, de la inocencia de éste. Leonor inventó la historia para verse libre de su guardián cuya presencia le pesaba. Sin esperar más, Juan monta a caballo dispuesto a dejar la hacienda porque teme, como antes le ha dicho a su hermano, que de seguir en ella, terminará "creyendo que es normal hacer cosas así", pero al final se contenta con poner en libertad a los indios encerrados en la cabaña de castigo y regresa a casa, donde David le introduce, cogiéndole por el hombro.
Cuarto cuento, Día domingo
Trata de otro desafío, incruento en esta ocasión, aunque está a punto de terminar fatalmente; el sostenido a nado por Miguel y Rubén a causa de una muchacha. Pero, esta vez, aunque el más fuerte sea Rubén, es miguel quien triunfa, pues cuando se encuentra al límite de sus fuerzas y se dispone a rendirse, Rubén sufre un calambre y pide ayuda a Miguel, que lo saca hasta la orilla donde les esperan sus compañeros, a los cuales ocultan lo ocurrido, porque Rubén pide a Miguel que no les diga nada del calambre. "Miguel me ganó", dice. "Apenas por una puesta de mano. Claro que si hubiese sido en una piscina, habría quedado en ridículo".
Quinto cuento, Un visitante
Trata de la captura de un hombre llamado Numa gracias a la colaboración de un negro de Jamaica al que la policía promete la libertad si les ayuda a dar con él, cosa que ocurre en el "tambo" de su madre, llamada Merceditas.
Sexto cuento, El abuelo
Versa sobre la venganza de un viejo, arrinconado por la familia, cumplida dándole un susto de muerte a su nieto, que asimismo le desprecia, sirviéndose de una calavera en cuyo interior ha colocado una vela.
Valoración de los relatos
Hay violencia en todos estos cuentos, pero una violencia, y esto, tal vez, sea lo más grave, que se produce de una manera sencilla, como la cosa más natural, sin truculencias ni estridencias. También es de resaltar la muerte inútil de los inocentes, sin que nada cambie, como ocurre en otros libros de Vargas Llosa, como La ciudad y los perros. El estilo de estos cuentos, que en 1958 fueron galardonados con el premio Leopoldo Alas, es más fluido, más claro y menos forzado que el de otras obras suyas, debido, en buena parte, a que el género, mucho más directo, no permite otro tratamiento. Los que tienen por protagonistas a muchachos, resultan los más auténticos, debido a los elementos autobiográficos de los que posiblemente se ha servido Vargas Llosa llegado el momento, no de argumentarlos, pero sí de abrigarlos con un ambiente y unos tipos acordes con el realismo requerido por su acción.
Referencias
- Historia de la Literatura Universal.- Ed. Planeta (1984), Barcelona.- ISBN:84-320-2670-0
Categoría: Libros de 1959
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