- Magnetoterapia
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La terapia magnética, magnetoterapia, magnoterapia o imanoterapia es una práctica de la medicina alternativa que implica el uso de campos magnéticos estáticos o permanentes sobre el cuerpo. Algunas personas refieren haber respondido favorablemente al tratamiento de algunos casos de dolor causado por inflamación al someterse un corto periodo de tiempo a campos magnéticos producidos por imanes permanentes, sin embargo ningún estudio ha comprobado su eficacia más allá del Efecto placebo [1]
La terapia magnética ha sido tema de debate por su inverosimilitud y por que los resultados suelen variar de persona a persona.
Contenido
Historia
Se cree que así como Aristóteles, Galeno también ocupaba rocas magnéticas para curarse[cita requerida]. Algunos dibujos y descripciones sugieren que Cleopatra utilizaba imanes en el entrecejo para mantener su juventud[cita requerida]. Restos arqueológicos son evidencia del uso de magnetos por parte de los olmecas que "posiblemente los ocupaban como adornos en el cuerpo o para lograr la restauración de la salud"[cita requerida]. Otros hallazgos indican que los médicos orientales utilizaban magnetos en combinación con el calor y la acupuntura para tratar desequilibrios de la salud desde el año 2000 A.C[cita requerida]
Los vedas mencionan utilizar rocas magnéticas para tratar la enfermedad y los médicos europeos medievales reportan el uso de magnetos para tratar gota, curar artritis y depresión[cita requerida].
Paracelsus, el famoso físico nacido en 1493 en Suiza, utilizó magnetos para tratar muchas formas de enfermedad incluyendo epilepsia, diarrea y hemorragia[cita requerida].
Anton Mesmer, un médico vienés, empezó en 1770 a tratar a sus pacientes con una placa magnética tras observar a un curandero y sacerdote jesuita llamado Maximillian Hell. Mesmer suponía que existía un fluido magnético en todos los cuerpos, al que llamó magnetismo animal y que debía ser reconducido para curar las aflicciones[cita requerida]. Posteriormente su técnica, llamada mesmerismo, dejó de usar imanes para centrarse en el magnetismo del propio cuerpo y la hipnosis.
En la actualidad, la magnetoterapia se continúa practicando, principalmente en técnicas de alivio de dolor, a pesar de que los efectos pueden variar de persona a persona.
Experimentos
La magnetoterapia refiere experimentos donde se acelera la regeneración de tejidos con imanes de intensidad variable (1-25000 gauss) por lo que es frecuente su recomendación en el tratamiento de lesiones[cita requerida].
El principal apoyo de su efectividad está en forma de testimonios, anécdotas y casos particulares, que se pueden atribuir al efecto placebo.[3] [4] No hay evidencia científica que apoye a la magnetoterapia: en[5] se encontró una pequeña disminución en el dolor causado por la osteoartritis en el grupo que llevaba pulseras magnéticas. Sin embargo los propios autores advierten que no está claro si este efecto es específico del imán o inespecífico (causado por el efecto placebo) ya que es imposible ocultar a los pacientes si llevan un imán real o no.[6]
En 1976, el ganador del Premio Nobel de Química, Linus Pauling, dedujo un método para estudiar los enlaces de la oxihemoglobina, proteína de la sangre que transporta el oxígeno. A través de un sencillo experimento,[7] comprobó que esta molécula es diamagnética, por tanto es repelida por los campos magnéticos de la misma forma que el resto de la sangre y de los tejidos. Por otro lado, la deoxihemoglobina, la misma proteína cuando no está transportando oxigeno, es paramagnética, por lo tanto es atraída débilmente por campos magnéticos, pero los imanes utilizados en la terapia magnética deben ser adecuados para tener un efecto apreciable sobre el flujo sanguíneo (por ejemplo utilizar imanes de neodimio en vez de imanes de ferrita o cerámicos)[8]
Thomas C. Skalak, profesor de ingeniería biomédica de la Universidad de Virginia[9] ha realizado estudios en ratas, en su opinión, indican que los imanes reducen la inflamación en heridas y aumenta la microcirculación sanguinea.[10]
El departamento de Neurología Pediátrica Sep;23(3).261-4 invita a la reflexión de que la magnetoterapia es una buena opción a explorar pues puede evitar intervenciones médicas costosas e innecesarias. En un experimento reciente (2000), se seleccionaron a dos adolescentes con dolor crónico en la espalda baja, abdomen y genitales diagnosticados con un trastorno de discos intervertebrales y de espina dorsal. Aunque se les sumistró medicamento analgésico éste no tuvo ningún efecto. Ambos habían atendido a médicos de diferentes especialidades y se les realizó una apendectomía sin que ésta les aliviara el dolor. Después fueron tratados con productos magnéticos de neodimio disponibles en el mercado para probar los resultados, los pacientes refieren un rápido alivio sostenido por más de dos años[cita requerida].
En EEUU la magnetoterapia fue aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) en noviembre de 1979.[11] Esta regulación es exclusivamente de tipo legal pero no presupone una aprobación de la magnetoterapia por parte de la ciencia médica.
Los equipos magnetoterapéuticos se consideran productos sanitarios y por tanto sujetos a la directiva 93/42/EEC relativa a los productos sanitarios cuya transposición a la legislación española es el Real Decreto 1591/2009. Esta situación legal no está exenta de polémica ya que gran parte del consejo de medicina científica rechaza la validez de la magnetoterapia y de otras terapias alternativas. En contraparte, algunas manifestaciones han llegado a sugerir que la promoción de una terapia efectiva y accesible, afecta los intereses económicos de las grandes compañías farmacéuticas.
Referencias
- ↑ Park, Robert L. (2000) (en inglés). Voodoo Science: The Road from Foolishness to Fraud. New York, New York: Oxford University Press. pp. 58–63. ISBN 0-19-513515-6. «Not only are magnetic fields of no value in healing, you might characterize these as "homeopathic" magnetic fields»
- ↑ Wanjek, Christopher (2003) (en inglés). Bad Medicine: misconceptions and misuses revealed from distance healing to vitamin O. Hoboken, New Jersey: John Wiley & Sons. pp. 1–253. ISBN 0-471-43499-X.
- ↑ Blechman, AM (1998). «Pain-free Magneto-Orthodontics, a Deception?» (en inglés). Review of Alternative Medicine 2 (1): pp. 13-19.
- ↑ Yeung, G. «Magnetic Therapy: Then and now» (en inglés). History of Medicine Days.
- ↑ Harlow, T; Greaves, C. White, A. Brown, L. Hart, A. Ernst, E. (2004). «Randomised controlled trial of magnetic bracelets for relieving pain in osteoarthritis of the hip and knee» (en inglés). BMJ: British Medical Journal 329 (7480): pp. 1450.
- ↑ Finegold, L. and Flamm, B.L. (2008). «Magnet therapy» (en inglés). British Medical Journal.
- ↑ http://osulibrary.oregonstate.edu/specialcollections/coll/pauling/blood/video/1976v.7-magnetism.html
- ↑ Stick C; Hinkelmann K, Eggert P, Wendhausen H (1991). "Do strong static magnetic fields in NMR tomography modify tissue perfusion?". Nuklearmedizin 154: 326.
- ↑ [1]
- ↑ Biomedical Engineering Study Demonstrates the Healing Value of Magnets[2]
- ↑ Bassett, C.A. (1982). «Claims for magnetotherapy» (en inglés). Can Med Assoc J..[3]
Bibliografía
- J Plaja (2003). Analgesia por medios físicos. capítulo 8 pag. 172-174. McGraw-Hill-Interamericana. ISBN 84-486-0485-7.
- Max E Valentinuzzi (PDF). Magnetotherapy, alternative medicines, Hippocratic oath. BioMedical Engineering OnLine 2008, 7:1. http://www.biomedical-engineering-online.com/content/pdf/1475-925X-7-1.pdf. Consultado el 1-10-2009.
Enlaces externos
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