Ana Claudia Michels

Ana Claudia Michels (n. el 31 de julio de 1981) es una modelo brasileña.

Nacida en Joinville, Santa Catarina, Brasil, comenzó a desfilar a la edad de 14 años con la agencia Mega, durante los noventa.

Pertenece a la ola de modelos brasileñas como Gisele Bündchen, Adriana Lima y Alessandra Ambrosio surgida a finales de los noventa.

Su físico de casi 1'80 de altura, larga melena rubia y ojos verdes la convirtieron en una de las tops del 2000-2002. Un físico heredado probablemente de unos orígenes alemanes o suizos, ya que Joinville fue fundado en Brasil por alemanes, suizos - y noruegos-, y también por su apellido de lengua alemana.

Ana Claudia comenzó su carrera como modelo al firmar un contrato con la agencia brasileña Mega Modeling. Sin embargo, pronto empezó a trabajar fuera de su país. De hecho, actualmente, sus trabajos los gestionan cinco agencias de modelos distintas.

Su popularidad en las pasarelas empezó en la temporada Otoño/Invierno 1999 donde desfiló para algunas firmas, como Louis Vuitton o Marc Jacobs. Los desfiles más importantes a nivel internacional los realizó desde entonces hasta la temporada Otoño/Invierno 2002. A partir de entonces la mayoría de sus desfiles fueron para las semanas de la moda de Brasil.

A nivel de publicidad, a realizado campañas para diversas firmas, entre las que destacan Calvin Klein, Louis Vuitton o Valentino entre otras. Además también desfiló y fue imagen de la famosísima firma de lencería americana Victoria's Secret.

Sin embargo, aunque parecía desaparecida de las pasarelas internacionales en los últimos años, la temporada Primavera/Verano 2009 y Otoño/Invierno 2009 desfiló para Givenchy, firma para la que también ha aparecido en campaña esa misma temporada. Así mismo su último trabajos en revista ha sido para Vogue Brasil del mes de abril de 2009 donde apareció en portada. Trás el período de auséncia de la moda internacional, parece que su carrera podría volver a despertar de su letargo.

Gracias a su carrera de modelo, ha viajado por todo el mundo. En estos viajes, a los que suele llevar a su perrito, un schunauzer pequeño llamado Rocco, aprovecha para ampliar su colección particular de brazaletes, una de sus mayores aficiones.