- Metarromanticismo
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El metarromanticismo es un movimiento intelectual y cultural originado en España durante la primera década del siglo XXI. Surgió como respuesta a la sumisión del hombre ante las estructuras hipersociales propias de finales del siglo XX y principios del XXI. Constituye una evolución lógica del movimiento romántico del siglo XVIII en un mundo desestructuralizado y cambiante.
Contenido
Características y desarrollo
Las exigencias estatales frente al individuo que caracterizaron el siglo XX encontraron una vía de escape en lo que ciertos pensadores de Madrid denominaron “cárceles lógicas” o “jaulas virtuales”. La incongruencia entre la libertad individual para elegir los propios medios vitales y la inmovilidad de los fines, llevaba al hombre a un estado de desesperación, que era paliado con el olvido consciente del propio futuro. Esta solución de compromiso, insatisfactoria para los primeros protometarrománticos, fue sustituida por una perversión de las viejas ideas románticas del siglo XVIII, principalmente el romanticismo alemán, opuesta a una razón que se había tornado profundamente tecnológica. Frente al ordinario popular el metarromanticismo miraba hacia la singularidad existencial, que no tenía por qué concordar con la proyección materializada del hombre.
En lugar de la negación preventiva de los conocimientos y experiencias futuras el metarromanticismo propone el recuerdo del Ser futuro definido por el olvido.
No obstante, esta solución no fue más que una salida de compromiso, ya que no tocaba el problema de fondo, que lo que define al ser humano es la propia consciencia de su propio desconocimiento : el ser humano no alcanza a entender qué sea él mismo en su mismidad, así pues el ser humano es aquel ser que en esencia desconoce qué es en esencia, debido a su reflexividad innata, a su solipsismo reflexivo, a esta tan terrible condena de ser el único ser en el mundo capaz de tener conciencia de sí mismo y por tanto de darse cuenta de lo absurdo de su existencia. En concreto el metarromanticismo habla de soledad.
La búsqueda del Ossian
Los inicios del metarromanticismo están marcados por la búsqueda de una antiguo poema épico compuesto por un bardo celta ciego en el siglo III de nuestra era en lo que hoy es Escocia, el Ossian.
El metarromanticismo veía el mundo descrito en el Ossian como un paraíso ideal, en el que cada hombre podía realizarse sin la preocupación constante del propio porvenir. La búsqueda de los antiguos pergaminos restauraba en el metarromántico el perdido horizonte existencial, que la sociedad había eliminado.
Por desgracia, sólo dos meses después de fundarse el metarromanticismo, los poemas de Ossian fueron encontrados en una librería de Londres, concediendo al joven movimiento su primer éxito, pero truncando la solución metarromántica de movimiento infinito a través de metas irrealizables.
No obstante, algunos metarrománticos se embarcaron en la tarea de traducir el poema, ya que sólo existen tres traducciones al español: "Obras de Ossian", de 1788; "Poemas Épicos", de 1800; y "Poemas Gaélicos", de 1880, las tres desfasadas e incompletas. Tarea que a día de hoy está incompleta.
La querella entre argilistas y merulingios
En el año 2005 el metarromanticismo organiza su primer Congreso, con el objetivo de la universalización del movimiento. Para ello existe consenso de fundar un corpus introductorio que pueda ser fácilmente aprehendido por los nuevos miembros.
El problema surge durante la definición de dicho corpus, y en particular en la introducción o no de las mejores jugadas del jugador de fútbol José María Gutiérrez “Guti”, derivando en dos líneas de pensamiento, el argilismo (heterodoxos) y el merulingismo (ortodoxos).
Tal división no se interpretó como una crisis debida a la falta de contenidos del movimiento, sino como un ejemplo de la extensa caterva de conocimientos que aprehendidos tras largos y penosos años de búsqueda de lo bello, así como del reflejo de la idiosincrasia intrínsecamente subjetiva de cada uno de los integrantes.
Con el fin de superar la disputa y para evitar que se consumara la escisión se convoca un Concilio en el que se votará por cada una de las dos ramas del metarromanticismo, o por otros grupúsculos que estaban empezando a aparecer aprovechando las turbias aguas de la disensión preconciliar, como el metabizarrismo.
El resultado de la votación con el empate a votos entre los merulingios y argilistas (un voto cada uno) mostró no sólo la profunda división dentro de las filas metarrománticas, sino también el escaso apoyo del movimiento.
Crisis y declive del metarromanticismo
Tras el fracaso del primer concilio metarromántico, y ante la falta de un articulado común, el metarromanticismo se escindió en distintas escuelas de pensamiento minoritarias, entre las que cabe destacar la escuela malagueña, el neogarrulismo o escuela de Valdemorillo y la escuela suizo francófila marroquí. Sin embargo todas estas manifestaciones del metarromanticismo tardío, no tenían de metarrománticas más que el nombre, que utilizaban para dar prestigio y lustre a sus propias ideas, muy alejadas de los fundamentos originales del movimiento.
El ambiente academicista reaccionó con violencia, cuando no con absoluta indiferencia ante un movimiento, que en lugar de derivarse de sistemas filosóficos había surgido de difusas inspiraciones etílicas.
La indefinición nominal característica del movimiento fue otra traba en su evolución, ya que la pregunta “¿Qué es el metarromanticismo?”, quedaba siempre sin respuesta, impidiendo su difusión y siendo considerado por la mayoría de la gente como un mero desvarío.
Todo esto motivo un paulatino alejamiento de los integrantes del movimiento metarromántico de sus ideas constituyentes, que puso fin a su corta existencia.
Influencia posterior
La intensa, pero breve vida del movimiento metarromántico no permitió la evolución de sus ideas en el mundo artístico o literario, ni su evolución en ningún sistema filosófico coherente, ayudado también por el olvido consciente de los pensadores coetáneos.
Es sintomático que la mayoría de los contemporáneos del metarromanticismo ni siquiera se enteraron de su existencia, y hoy en día es citado únicamente con la finalidad de entablar relaciones en la noche madrileña.
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