- Operación Garibaldi
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Operación Garibaldi fue una acción de inteligencia del servicio secreto israelí, Mossad, llevada a cabo en Buenos Aires (Argentina) en mayo de 1960. Esta consistió en la ubicación, identificación, secuestro y posterior traslado a Israel del fugitivo jerarca nazi Adolf Eichmann.
Identificación del objetivo
Eichmann llegó a Argentina a principios de los años 1950. En Roma había logrado obtener una identidad falsa, haciéndose pasar por Ricardo Klement, gracias a la colaboración de la Cruz Roja Internacional y miembros de la iglesia catolica . En Argentina inicialmente se hospedó por un tiempo en un hotel de inmigrantes, hasta que pudo conseguir una casa en la zona de Olivos, provincia de Buenos Aires.
Tuvo diversos trabajos como en la fábrica de productos de gas "Orbis" y la fábrica de automóviles de Mercedes Benz. Posteriormente Eichmann trajo a toda su familia a vivir a Argentina. La clave de la identificación fue la relación amorosa iniciada por uno de sus más jóvenes familiares, Nicolás, quien salía con una joven que era hija de madre alemana y de padre judío, quienes habían sufrido las consecuencias del Holocausto, pero que de cara al público se mostraban como una familia alemana corriente. Cuando la joven presentó a Nicolás, éste muy confiado contó que Eichmann (Ricardo Klement para los demás), fue un oficial de las SS y que gracias a él había faltado muy poco para llegar a "la solución final". Al padre de la joven le llamó la atención tal actitud, y se percató de que su apellido era Eichmann. Leyó antiguos diarios que contenían los Juicios de Núremberg y pudo saber que Eichmann era uno de los responsables del exterminio más grande en la historia del siglo XX. Entonces entró en contacto con personas cercanas al gobierno de Israel y así pudo informar al primer ministro y al MOSSAD. El servicio secreto de Israel envió a dos hombres para que identificasen tales datos a la ciudad de Coronel Suárez, donde residía la persona que había afirmado tal cosa. Lo entrevistaron y como no encontraron contradicciones al relato, y por el hecho que la joven se escribía con Nicolás pero las cartas eran dejadas a un domicilio de un amigo y no el del joven Eichmann, les causó impresión y sospecha que era la persona que estaban buscando. Empezaron el rastreo en el área del Gran Buenos Aires y llegaron a la conclusión que vivía en San Fernando, en una casa de la calle Garibaldi.
Operación de Inteligencia y enfoque del objetivo
En 1952 Simon Wiesenthal, reconocido cazador de nazis, reparó una frase de una carta enviada desde Argentina, que había sido recibida por un amigo suyo. La misma rezaba: "He visto a ese cerdo miserable. Eichmann, vive en las cercanías de Buenos Aires y trabaja en la central de abastecimiento de aguas”.[1]
El jefe y cerebro de esta operación de inteligencia fue el agente Isser Harel, uno de los primeros y antiguos jefes con los que contó el servicio de inteligencia israelí, MOSSAD. Harel, en 1975 escribió un libro titulado La casa de la calle Garibaldi en el que narra cómo se realizó tal operación en ese domicilio, que fue precisamente la última residencia de Adolf Eichmann.
Luego de que el gobierno israelí recibiera ese dato, fueron enviados una serie de agentes de inteligencia para que realizaran labores rutinarias en el domicilio, no de la calle Garibaldi, sino de otro cercano. No sabían en qué domicilio vivía, sino que sabían donde trabajaba Nicolás Eichmann. Simulando llevar un paquete, los agentes del MOSSAD lograron que Nicolás recibiera el mismo; luego inician un proceso de espionaje desde el taller hasta el domicilio en el que residían él, su mujer y un hijo. Continuando con sus tareas de espionaje observan que el joven se dirigía a una casa humilde ubicada en la calle Garibaldi. Los agentes de inteligencia simulan ser empresarios de una importante fábrica que desea radicarse en Argentina. Se dirigen a la Municipalidad de San Fernando y piden informes de dominios a todas las viviendas que están ubicadas en esa manzana. Entre las listas de nombres encuentran a una Vera Liebl de Fichmann. Supusieron que los funcionarios públicos locales confundieron una E con una F. Sin embargo, en un medidor de luz de la casa alquilada, anterior a la calle Garibaldi, encontraron los siguientes nombres: Francisco Shmidt y Ricardo Klement
Ante esto, Israel envió un agente a Argentina para confirmar la información, pero el espía regresó a Tel Aviv creyendo que no era el hombre que buscaban porque la casa donde vivía el señor registrado como Ricardo Klement, aparentaba pobreza y en ese entonces se creía que los nazis en Argentina vivían en lujosas condiciones. Sin embargo, por iniciativa de Isser Harel, se lleva a cabo una segunda misión en 1959 por el espía Zvi Aharoni, logrando, finalmente, identificar al objetivo. Aharoni, tomó, de forma disimulada y sin despertar sospechas, fotografías de la casa para luego enviarlas a Israel con el fin de que fueran identificadas por medio de un peritaje fotográfico. Este peritaje reveló muchísimas coincidencias entre Ricardo Klement y el oficial de las S.S., descartando al mismo tiempo que Francisco Shmidt fuese Adolf Eichmann.
En marzo de 1960 los agentes israelíes sabían la fecha de aniversario de la boda entre Vera Liebl de Eichmann y Adolf Eichmann. Llegada esa fecha, donde se cumplían las bodas de plata (los veinticinco años de matrimonio), los espías acudieron al lugar para observar si en la casa sucedía algo fuera de lo común lo que, en evidencia, sí ocurrió: observaron una fiesta familiar y de amigos luciendo vestimentas lujosas con una cena muy especial como si estuviesen celebrando las bodas de plata. Al coincidir este dato con el expediente secreto de Eichmann, que había construido el MOSSAD, se dieron cuenta de que estaban muy cerca de la persona que venían buscando por todo el planeta.
Con este dato confirmado, el primer ministro israelí, David Ben Gurión, conformó un comité de emergencia integrada por la cúpula del gobierno y del MOSSAD. Ben Gurión, ante esto, preguntó a su jefe general, Isser Harel, ¿cómo encararía tal problemática?, a lo que Harel respondió: "traer a Eichmann a Israel, como sea".
Motivo de la Operación: Fundamentos de la decisión ilegal
Cuando cayó Alemania en la Segunda Guerra Mundial, los nazis tenían los días contados en el poder y los aliados comenzaron a caminar sobre Berlín, obligando a que muchos jerarcas nazis huyeran desesperadamente en busca de refugio. Argentina era caracterizada por brindar protección a éstos, y negar peticiones de extradición cuando pedían detener a un criminal de guerra, fundamentándose en los principios internacionales del derecho de razonabilidad y legalidad. Adolf Eichmann fue uno de los que logró entrar a territorio argentino con otra identidad. El Mossad lo descubre a finales de los 50's y se realiza un sociograma político y social de Argentina, que concluye que ese país estaba gobernado por un presidente que pertenece al partido Unión Cívica Radical, que no era de tendencia nazi ni peronista. El presidente de aquel entonces se llamaba Arturo Frondizi perteneciente al desarrollismo económico. Igualmente, el sociograma destacó que Juan Domingo Perón había sido derrocado por militares en septiembre de 1955, que se había exiliado en Santo Domingo primero y después en Madrid, y que su esposa, Eva Perón, había fallecido en 1952, cuyo paradero de su cadáver era incierto. Con esto, surge la inquietud de por qué Argentina no extraditaría a un criminal de guerra nazi, concluyendo que el gobierno de Frondizi estaba teniendo planteos militares, que fomentaban la posibilidad de que entre éstos habría informadores filosnazis que estarían protegiendo a criminales nazis.
Ejecución de la Operación
El equipo de espionaje israelí vigiló durante casi dos semanas a Eichmann. A sabiendas de que no podían pedir su extradición oficial, pues seguramente esto haría que escapara, el grupo siguió durante varios días al fugitivo nazi, determinando que vivía en la ciudad de San Fernando, en una humilde vivienda de la calle Garibaldi: de ahí el nombre con que fue bautizada la operación. El equipo alquiló varios inmuebles: uno para mantener a Eichmann en cautiverio, otro por si todo se complicase en plena capital (para no despertar sospechas) y otro más cerca del aeropuerto para disfrazar a Eichmann y luego sacarlo del país.
La operación tuvo sus momentos de mayor importancia: el 1 de mayo de 1960, cuando un grupo de espionaje israelí perteneciente al Mossad llegó a Buenos Aires, dirigidos por Rafael Eitan y bajo la coordinación de Peter Malkin. No obstante ese día llegó al país con otro nombre, el cerebro y jefe del Servicio Secreto MOSSAD, Isser Harel
Los agentes secretos israelíes espiaban a Eichman desde un coche alquilado aparcado cerca de su domicilio. Constantemente lo cambiaban para no levantar sospechas. Luego de unos días, conocían sus movimientos y sabían su rutina a la perfección. Eichmann trabajaba como electricista para la automotriz Mercedes Benz, de la que regresaba hacia su casa, indefectiblemente, a la misma hora. Isser Harel vio en Peter Malkin una muy buena aptitud física para poder apresar al objetivo. Entonces, Harel decide que sea Malkin el primero que tenga contacto físico con el criminal nazi. Para evitar complicaciones, dos agentes más estarían detrás de él en caso de que Eichmann presentara resistencia o huyera; así estarían dispuestos a ingresar a la casa de la calle Garibaldi. Para esto habían ubicado un automóvil modelo estadounidense, alquilado por uno de los agentes a un particular, para transportar a Eichmann a una casa refugio. Dos automóviles más fueron ubicados sobre la ruta 202 simulando averías mecánicas. Tales vehículos debían estar con las balizas prendidas y con los capots abiertos para no despertar sospechas. Para el 11 de mayo, el cansancio físico de los participantes de la operación era notorio, dejando atrás cuatro días de vigilancia a Eichmann; lo que sembró dudas en los mismos sobre si el criminal nazi había cambiado de rutina y si seguía regresando a casa a la misma hora, por el mismo camino y en el mismo servicio colectivo de la línea 203.
A las 18:00 del miércoles 11 de mayo de 1960, sonó el timbre que representaba el fin del día laboral para los obreros de la fábrica Mercedes Benz, sitio donde trabajaba Ricardo Klement (Adolf Eichmann). Éste Toma una serie de transportes hasta llegar al colectivo 203. Al momento de subir al transporte público el cansancio, producto de la jornada, hace que Eichmann se relaje, causándole una modorra cercana al sueño, lo que le impidió percibir a los pasajeros que tenía a su alrededor. Entre éstos había uno que se escondía tras su gorra: era uno de los hombres del servicio de inteligencia israelí que había tomado el colectivo 203 con la intención de seguir a "Klement" tras su descenso del transporte, que se produjo cerca de las 20:20. Cuando Eichmann bajó del colectivo 203, ya habían pasado dos transportes de esa misma línea, lo que generó nerviosismo en el comando que simulaba presentar averías en sus automóviles. En el instante cuando estacionaron sus vehículos para ejecutar el secuestro de ex militar alemán, un ciclista se detuvo para ofrecerles ayuda (dado que éste creía que estaban en problemas), que fue rechazada con firmeza por parte del grupo. Ricardo Klement circulaba sobre la ruta 202, en la zona de San Fernando, como lo indicaba su habitual rutina. Los hombres del Mossad vieron que llevaba su mano al bolsillo, lo que les hizo temer la presencia de un arma. Al iniciar la operación, Malkin llevaba cubiertas sus manos con guantes de goma para evitar el contacto físico con el objetivo, debido a la repulsión que este le causaba. Durante la ejecución de la operación, Malkin, en la corrida, llevaba sus cordones del calzado desatado, por lo cual dio un tropiezo, pero luego de atarse los cordones, se abalanzó sobre Eichmann para reducirlo, ayudado por otros tres agentes que se le abalanzaron encima. Tras lograr ello, lo introdujeron en uno de los autos (este método se denomina asimiento de centinela, que consiste en atrapar al objetivo y evitar que éste se defienda), para después trasladarlo a un refugio donde fue interrogado durante nueve días. En el interrogatorio quisieron corroborar que la persona detenida era la que realmente buscaban, Adolf Eichmann. Se le preguntó por identidades anteriores y dónde residía. Le preguntaron también su número de afiliación en la S.S. Después de ello, los investigadores del servicio de inteligencia exterior israelí concluyeron que era el objetivo preciso. La inteligencia israelí había dispuesto reglamentaciones internas severas en la casa donde tenían a Adolf Eichmann: los agente podían salir de noche para no despertar sospechas y sólo cuando la calle estuviera oscura; durante el día, como medida de distracción, se aparentaba la vida normal de un supuesto matrimonio que vivía en la casa-comando.
El cautiverio de Adolf Eichmann
Durante el cautiverio, sólo una persona del comando tenía autorización para hablar con Eichmann, el interrogador Hans. Sin embargo, Peter Malkin, rompiendo el protocolo (ya que el prisionero dio lugar a romperlo preguntando si él era la persona que se le había abalanzado), llevó a cabo largas charlas con el jefe nazi. En la conversación Malkin le preguntó cuáles eran sus anteriores trabajos, le preguntó también si sospechaba algo de esta operación. Eichmann le responde que su sospecha era fundada cuando escuchó comentarios de vecinos sobre una supuesta fábrica que instalarían grupos estadounidenses, porque en su barrio no había agua potable ni luz y presintió que lo estaban siguiendo, entonces Malkin le preguntó porqué no siguió con la fuga y le contesto que estaba cansado de huir, de cambiar de nombre y buscar un trabajo. Prefirió seguir el juego y entregarse.
En el período del cautiverio también se le preguntó identidades anteriores a Ricardo Klement, el prisionero contestó: Otto Kissinger, Adolph Barth, Otto Eckmann. Le preguntaron también porque los estadounidenses no lo capturaron, y contestó que éstos estaban interesados por los miembros de la Gestapo y no por miembros de las SS.
Eichmann no quería ir a Jerusalén. Preguntaba por qué no a Fráncfort del Meno, o a Múnich, pero finalmente terminó firmando una declaración de que salía voluntariamente de Argentina. Redacta una declaración a propia mano diciendo que no le gustaba el juego de seguir escapando y de separarse de toda su familia por el hecho de ser perseguido. En su declaración aparece también diciendo que no valía la pena el seguir viviendo y que los equipos que puso Israel habían ganado el juego. Dice también que han hecho una mejor jugada tomando todos los detalles. También Malkin le había ofrecido vinos kosher y cigarrillos para poder contenerlo, así podía hablar con el jerarca.
Traslado
La parte final de la operación implicaba sacar clandestinamente a Eichmann hacia Israel. Isser Harel tenía que resolver como trasladarían a Eichmann desde Buenos Aires a Tel Aviv. Pensaba llevárselo en un barco con los guardias secretos y un médico a bordo. Resultaba que el viaje era lento y peligroso. Descartó esa hipótesis, no obstante decide simular una prueba de vuelo de una nueva línea israelí que ansiosamente deseaba probar un vuelo vacío desde Israel a Buenos Aires y viceversa. Llega la víspera del 25 de mayo, los diarios publicaron los festejos de 150º aniversrio de la Revolución de Mayo. Vieron la suerte golpeando en la puerta del MOSSAD dado que entre todas las delegaciones invitadas había una israelí, y que había llegado en un avión de la línea El-Al, que por primera vez aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La inteligencia israelí decidió entonces sacar a Eichmann en ese vuelo. Eichmann iba disfrazado como un guardia borracho y que era acompañado por una persona que era el médico puesto por la inteligencia israelí. Se había realizado internamente en esta operación una operación llamada accidente de carretera. Uno de los agentes de inteligencia entró a un hospital argentino simulando que había sido accidentado. Entonces quedo internado y pidió constantemente ser llevado a Israel. El 20 de mayo por la mañana le dieron el alta y el documento del agente de inteligencia pasó a tener una fotografía de Adolf Eichmann.
El 20 de mayo de 1960 llega el día del traslado a Israel. Peter Malkin había disfrazado a Eichmann de guardia y se le inyectaron tranquilizantes para que quedase dormido, para que no colocara en una situación peligrosa la acción. No obstante le habían rociado su chaqueta de whisky para simular ebriedad. En el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Isser Harel arma una mesa de operaciones en una de las cafeterías, que cómo estaba llena de gente por el festejo de la fecha patria, tuvo que realizar una especie del juego de la silla, que consistía que los agentes tenían que tomar la primera silla que estaba vacía sino quedaban parados, debían esperar con buenas intenciones que las sillas estén vacías. Entonces Eichmann pasa todos los controles aduaneros junto con el médico de la operación porque simulaban que tenían que controlarlo por un accidente de carretera. Eichmann logra subir al avión que luego se coloca en pista de despegue. El avión realiza un sonido ensordecedor y finalmente cuando llega su carrera final despega comenzando el largo vuelo a Israel. Muy pocas personas sabían el motivo de la operación pero muchos empezaban a notar movimientos extraños durante toda la estadía de la delegación israelí.
El vuelo de El Al hacia Tel Aviv
El avión ya estaba en vuelo. Habían advertido al pasaje de la presencia de un pasajero misterioso, y que durante el vuelo iban a revelar su nombre. Uno de los agentes de inteligencia le pregunta a Harel si quería decir quien era el pasajero misterioso. Y le dijo que mejor era esperar a que el aparato saliera de territorio argentino, lo convenció de tal manera para que dijera el nombre del misterioso pasajero. Entonces se hizo notar ante toda la delegación israelí diciendo "El pasajero que viaja con nosotros es Adolf Eichmann". Muchos de lo que estaban emprendiendo el viaje empezaron a llorar, empezaron a recordar sus familiares muertos por el holocausto. Le estaban ofreciendo cigarrillos al jerarca nazi, y uno le dijo "tu le das cigarrillos, él nos dio gas". El libro "La Casa de la calle Garibaldi" da nota de lo que estaba aconteciendo con el traslado de Eichmann a Israel.
El grupo que dirigió el secuestro estuvo viajando en primera clase. No se le permitía a nadie hablar con el prisionero como tampoco acercarse. Sólo el jefe del servicio de inteligencia Harel, como el médico estaban autorizados a estar cerca. Adolf Eichmann al despertarse pregunta si el avión que lo trasladaba a Tel Aviv era cuatrimotor preocupado en su seguridad acostumbrado en realizar vuelos para llevar su maquinaria de exterminio. También pregunta si tenían excelentes pilotos para volar hacia Israel. Además, felicita a todo el grupo por la eficacia que llevaron tal operación que era riesgosa y que nunca lo asesinaron o lo envenenaron. Comía su comida kosher con gran apetito porque tenía mucha hambre y estaba con los efectos de la anestesia.
Dentro de esa operación de inteligencia, se realiza una suboperación de inteligencia llamada Operación Mengele pensando que podían traer al criminal de guerra nazi médico Joseph Mengele acusado de gravísimos crímenes de lesa humanidad y violación del juramento hipocrático hecho por todos los médicos al graduarse, al someter a experimentos médicos a los prisioneros del campo de concentración de Auschwitz. Realizaron actividades de inteligencia en la zona norte del conurbano bonaerense. Uno de los agente de inteligencia se hizo pasar por sobrino de Mengele, utilizando su verdadera identidad (dado que éste había ingresado cómo Helmut Gregor.) El rastreo dio resultado negativo dado que a los empleados del correo le rebotaban todas las cartas dirigidas contra el criminal. Tuvieron una diferencia de dos semanas al rastreo. Isser Harel freno el rastreo a Mengele y dio la orden de ocuparse del tema Eichmann para evitar poner en peligro la Operación principal.[2] [3]
La llegada de Adolf Eichmann a Israel
Adolf Eichmann llega a Tel Aviv luego de largas horas de viaje. El avión estuvo cargando combustible en África Occidental, en Dakar. A su llegada a Israel Isser Harel se comunica por teléfono con el primer ministro David Ben Gurión y con toda su familia para decirle que había llegado. El jefe del MOSSAD pide entrevista con el primer ministro, le contesta que había venido con una visita importante, luego se echa a reír y dice que había venido con Adolf Eichmann. David Ben Gurión para evitar un paso en falso pide que al menos dos personas que hubiesen conocido a Adolf Eichmann reconociesen al prisionero. Luego de ubicadas esas dos personas, se realiza una reunión muy secreta que solo el criminal podría reconocer. Fueron para que éste los reconociera preguntándole temas íntimos de la reunión, como pudo dar detalles muy precisos de la reunión que solo el criminal podría reconocer no ofreciendo lugar a duda que era el criminal. David Ben Gurión se dirige al parlamento y destaca oficialmente que los Servicios de Seguridad pudieron ubicar, secuestrar y traer a Adolf Eichmann y que se encontraba sometido a la jurisdicción del Estado de Israel. En un principio, menciona que fue ubicado en un país extranjero, pero toda la prensa sospechaba de la República Argentina. Cuando al criminal nazi lo bajaron del avión fue custodiado por dos guardias de seguridad que sufrieron secuelas del holocausto, no obstante Isser Harel mandó a mencionarles que se trataba de un peligroso espía. Luego que se enteraron que era Adolf Eichmann se sintieron defraudados.
Detalles anecdóticos y obstáculos que tuvieron que resolver
Isser Harel en su libro que cuenta toda la operación consigna algunos detalles e inconvenientes que tuvieron que superar al realizar la operación:
En primer lugar les costo muchísimo trabajo conseguir alquilar un inmueble que sirviese de casa refugio. Deseaban que fuera una casa que tuviese una quinta con un paredón verde que cubriese todos los alrededores de la vivienda. Encontraron una casa que estaba cerca de la ruta 202 y construyeron un refugio especial para poner al objetivo oculto. Tuvieron que ubicar un matrimonio ficticio para simular la apariencia de normalidad en la casa.
Por otra parte, no podían liberarse del vigilante del inmueble, por lo que le tenían que solicitarle una serie continua de mandados para que este vigilara lo menos posible la vivienda, en la que estaría la consumación del delito de privación ilegítima de la libertad. Era inusual, en aquella época prescindir del vigilante del inmueble, ya que este era cuidador y jardinero. Por lo tanto le efectuaban pedidos extravagantes que lo hacían trasladarse desde la provincia de Buenos Aires a la Capital Federal para ganar tiempo.
Además tuvieron que resolver el tema de la movilidad, alquilaban automóviles, pero éstos se encontraban la mayor parte averiados, y tenían que esconder que los estaban arreglando a costa propia para poder llevar a cabo la operación con el menor riesgo posible. No podían poner en peligro toda la operación si el coche estaba descompuesto. No podían comprar automóviles, ya que sus nombres falsos iban a quedar registrados en una base de datos públicas y ser descubiertos por la primera compra. Solo podían alquilarlos, operación que se hacía por instrumento privado. El depósito que pagaban por el auto en mal estado era considerablemente caro.
No obstante, cuando lo secuestraron a Eichmann y lo llevaron a la casa refugio, Peter Malkin cuenta que al verlo no vio a un criminal y a un monstruo, vio a un ser humano de carne y hueso que trabajaba y que cuidaba a toda una familia y le daba afecto y amor a los hijos. El secuestrado le planteo que si se lo llevaban de la Argentina, quien cuidaría de su familia. El grupo interrogatorio le preguntó, si había pensado lo mismo cuando ejecutó la solución final, enviando a las cámaras de gas a millones de personas que morían de hambre y de asfixia con el objetivo de aniquilar a un pueblo entero.
También tuvieron que resolver el tema de las personas que llevaban a cabo la operación. Estas se estaban cansando físicamente y psíquicamente. Veían que estaban cocinándole a una persona, afeitándolo, bañándolo y vistiéndolo mientras que éste les había torturado, asesinado y arruinado a todas sus familias. El detalle que tuvo la Operación Garibaldi es que muchísimos integrantes eran víctimas directas y vivieron en carne y hueso las secuelas del holocausto. Muchos integrantes perdieron padres, madres, abuelos, tíos, sobrinos, primos, hermanos y a seres allegados. Por esto el operativo planteó un dilema moral.
Cabe aclarar que uno de los integrantes del operativo tuvo un accidente de autos, al chocar su auto contra otro auto. Para evitar que acudieran autoridades policiales el agente tuvo que autoincriminarse, o sea echarse la culpa el mismo y pagar una buena suma de dinero sin contradecir a la otra parte.
Además, cuando lo investigaban al falso Ricardo Klement, tenían dos falsas suposiciones. En primer lugar, que los nazis que entraron a la Argentina llevaban de por si un bienestar económico considerable, por tanto si vivía en una casa como la que estaban investigando, le resultaba difícil creer que pudiese vivir alli [Adolf Eichmann], porque no tenía servicios de luz, de agua, de gas y estaba en deplorables condiciones. No entendían que una persona que había llegado a ser teniente general en el Estado de Hitler y por sus antecedentes, se levantara a la madrugada para ir a trabajar y volviera a altas horas de la noche en un transporte colectivo de línea y en un tren lleno de obreros. Lo visualizaban como el teniente general que mandó a millones de personas a las cámaras de gas. Por otra parte sobrestimaron la capacidad y logística de las fuerzas de seguridad argentina. Suponían que desapareciendo un electricista llamado Ricardo Klement, iba a producirse un chequeo general en todos los automóviles, que iban a cerrarse los puertos y aeropuertos, y que iba a haber un control muchísimo más exigentes en todas las viviendas. No obstante durante los días del 11 hasta el 20 de mayo, que es el segmento del cautiverio de Eichmann en manos del MOSSAD, los diarios argentinos de gran circulación no publicaron jamás este hecho. No obstante la esposa de Eichmann que mantuvo su misma identidad pero simuló matrimonio con un segundo hombre y contándoles a sus hijos que su padre biológico había muerto en la Segunda Guerra Mundial, jamás haría una denuncia de tal desaparición, porque estaría delatando su verdadero nombre y sus antecedentes militares.
Juicio
Eichman al llegar a Israel y ser sometido a un largo juicio, pudieron comprobarse crímenes de lesa humanidad y fue encontrado culpable de ellos. Según el criminal de guerra, se sometió a un juicio para evitar que la humanidad repita tales hechos. Declararon miles de testigos. Se sometió a la jurisdicción israelí por lo que se llama en un proceso judicial economía procesal, dado que muchos testigos perjudicados vivían en ese país.
Controversia de Argentina contra Israel a raíz de la operación.
Entonces cuando se fue revelando de a poco lo acontecido, el gobierno presidido por ese entonces por Arturo Frondizi, conminó al Estado de Israel a dar explicaciones bajo apercibimiento de romper relaciones diplomáticas. Argentina acusó formalmente a Israel en utilizar métodos nazis para llevar a cabo sus actividades.
Esta operación clandestina generó un gran debate en la Argentina y una enérgica protesta del gobierno de Arturo Frondizi en contra de Israel, llegando a poner en serio riesgo las relaciones diplomáticas entre ambos países. El secuestro fue interpretado como una violación flagrante de la soberanía argentina, y éste fue el motivo por el cual Israel desde un comienzo negó toda responsabilidad en el hecho. La explicación oficial del gobierno de Israel era que el secuestro había sido llevado a cabo por "voluntarios judíos, algunos de ellos israelíes".
Sólo en el año 2005 Israel reconoció oficialmente que la operación fue llevada a cabo por iniciativa del gobierno y por agentes de sus servicios secretos.[4]
Este hecho que ocurrió en la Argentina configuró un concurso real de delitos, es decir, varios hechos independientes entre sí conformando una serie de delitos penales. En este caso se podría encontrar privación ilegítima de la libertad, falsificación de documentos públicos y traslado ilegal del país o sea su erradicación de la República Argentina. No obstante los que secuestraron a Eichmann dependían del servicio de inteligencia exterior israelí, por lo que estaban actuando bajo el mando de un Estado extranjero. Tal presupuesto fue calculado por los espías israelíes por lo que hizo que la operación fuese llevada con extrema cautela. Incluso llegó el caso que en la República Argentina los agentes secretos se movían en masa. Usaban taxis pocas veces y alquilaban sus propios autos. Se juntaban en diferentes cafés. Harel se dio cuenta de que en Argentina los habitantes pasaban mucho tiempo tomando cafés sentados a conversar. Le había pedido a un contacto que tenía en Argentina que le hiciese un sociograma, o sea que le describiese detalles concretos de Argentina. No podían hablar con nadie ajeno de la operación. No podía despertar ningún tipo de sospechas. El cerebro de la operación contactó con un médico para que adormeciera al jerarca y que cuidase de todos los integrantes de la Operación.
Pena de muerte
Tras un largo proceso, que causó gran impacto y controversias en Jerusalén, Eichmann fue ejecutado desnudo en la horca la madrugada del 31 de mayo de 1962, acusado de crímenes contra el pueblo judío. En la última carta antes de la ejecución, que se puede ver en la biografía de Adolf Eichmann, dio gracias y larga vida a Argentina como le había dado a Austria y Alemania, países en los que consideraba que había sido feliz. Después de ejecutada la sentencia de muerte, los ejecutores deciden incinerar el cuerpo para no dejar rastros y permitir que nadie realice homenajes con respecto a su persona, arrojando sus cenizas al mar Mediterraneo, fuera de las aguas territoriales del Estado de Israel.[5] [6]
Negación de Israel
Cuando el avión que trasladó al jerarca nazi aterrizó en Israel, el agente de inteligencia Isser Harel le anunció al primer ministro que “que tenían la presa lista”. David Ben Gurion anunció en el parlamento israelí que Eichmann se encontraba detenido dentro del país bien custodiado. No obstante lo habían encontrado en un país extranjero. Muchos medios de comunicación sospechaban que era la República Argentina, caracterizada de ser un paraíso nazi. Israel niega que se haya producido la acción de inteligencia en la República Argentina y menciona que se produjo en los países árabes.
Hasta hoy, el secuestro y el misterio en torno de la operación han dado lugar a numerosos libros, películas y reportajes de televisión.
El libro más importante que se escribió de la Operación Garibaldi, fue La Casa de la Calle Garibaldi, en el cual el jefe y cerebro máximo de la Operación Isser Harel cuenta tal historia como sus memorias de agente de inteligencia y manifiesta su orgullo ganador en la operación que tanto él y sus participantes, quienes vivieron las consecuencias del holocausto judío, vieron su necesidad de hacer justicia por los crímenes cometidos por Adolf Eichmann. Este libro tiene un error histórico con respecto a la República Argentina. Isser Harel menciona el 150 aniversario de la independencia argentina por lo que en realidad es de la Revolución de Mayo, Isser Harel por la emoción de encontrar este dato importante en la prensa argentina, pilar importante que produce este traslado, no ha averiguado bien que fecha patria era y la confunde con la fecha patria que se celebra el 9 de julio, un detalle menos ya que los argentinos consideran a ambas fechas estrechamente ligadas a su movimiento emancipador.
La Casa de la Calle Garibaldi, que dio lugar al título del libro que escribió Isser Harel fue demolida por los familiares de Eichmann en el año 2001, por lo que la actualidad es un terreno baldío ubicado en una de las zonas más precarias de San Fernando.[7]
Participantes
- Isser Harel: jefe del Mossad y responsable máximo del operativo.
- Rafael Eitan: líder de la unidad operativa. Viajaba en uno de los autos que se usaron para capturar a Eichmann.
- Peter Malkin: viajaba en el primer auto. Fue el primero que inmoviliza a Eichman.
- Amos Manor: director del Shin Bet. Fue uno de los que sugirió la búsqueda de Eichmann. Planificó el operativo.
- Abraham Shalom: captor. Iba en el segundo auto.
- Yaacob Crus: subdirector del Mossad. El primero que informó al gobierno de la captura.
- Zvi Aharoni: captor. Descubrió donde vivía Eichmann en Buenos Aires.
- Emanuel Talmor: vino en el avión de El Al que se llevó a Eichman. Fue uno de los que lo transportó drogado.
- Yaacob Meidad: el hombre a cargo de la logística para la captura. Alquiló casas y consiguió autos. En los 9 días que Eichmann estuvo cautivo proveyó alimentos y medicamentos al grupo.
- Yudith Nasiahu: integrante del Mossad. Vivió en la casa en que estuvo cautivo Eichman simulando matrimonio con otro captor.
- Abraham Kaler: ayudó a localizar a Eichmann en Argentina.
- Simón Wiesenthal: cazador de nazis. Dio los indicios para capturar a Eichmann.
- Tuvia Friedman: lo mismo que Wiesenthal.
Referencias
- ↑ «Tucumán».
- ↑ «Hace 60 años, Josef Mengele ingresaba a suelo argentino : : Diario El Litoral on line : :».
- ↑ «"Las autoridades argentinas ayudaron a Joseph Mengele" - lanacion.com».
- ↑ «El nazi Adolf Eichmann
Tras 45 años, Israel admite que sus espías lo secuestraron en Argentina». - ↑ Abos, Álvaro. Eichmann en argentina. Editorial: EDHASA ARGENTINA ISBN 978-950-9009-91-2
- ↑ http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=684203. La muerte de Peter Malkin.
- ↑ «Demolieron la casa de Adolf Eichmann - lanacion.com».
Bibliografía
- Abos, Álvaro. Eichmann En Argentina. Editorial: EDHASA ARGENTINA ISBN 978-950-9009-91-2
- Harel, Isser. La Casa de la calle Garibaldi. Ediciones Grijalbo, Barcelona ISBN 84-253-0604-3
Enlaces externos
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