- Primer motor inmóvil
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Aristóteles dividió a la sustancia que conforma al mundo en tres clases:
- Una primera clase física: aquello corruptible, como las plantas, los animales, el hombre y todo lo que hay en el mundo sub-lunar;
- Una segunda clase también física, pero incorruptible, eterna y móvil: el mundo supra-lunar, donde se incluyen los astros;
- Una tercera sustancia metafísica, inmóvil y eterna.
Ésta última es el Primer motor inmóvil o Το Θείον (To Theion), el cual es perfecto, es acto puro, forma pura, el ser por excelencia.
Definición
Es debido a que todo móvil, a su vez debe ser movido por un motor y este a su vez, debe ser movido por otro motor, que la cadena de móviles necesita de un primer motor que no sea movido a su vez por otro.
Sobre este Primer motor inmóvil, Aristóteles dirá que debe ser acto puro, forma pura, pues si no estuviese en acto sería imposible que pueda ser motor de algo.
El libro central donde Aristóteles habla de él es Metafísica XII, paradigma central de la cultura occidental, pues, después este mismo pasaje será reinterpretado por buena parte de la filosofía occidental (desde Santo Tomás de Aquino hasta Kant, desde San Alberto Magno hasta Hegel). Así, el Primer motor funge como el orden último de la cosmología aristotélica. Él mueve directamente a los astros del primer cielo, éstos tratan de imitarlo dando vueltas en círculo. El círculo responde al acto más perfecto según la ideología griega, pues no tiene comienzo ni fin, es continúo. Además Aristóteles define al Primer Motor como "gnoesis gnoeseos" (conocimiento de conocimiento), así el Primer Motor vuelve sobre sí, conociendo sólo lo más perfecto: él mismo, y esto responde al porqué de la estructura esférica del universo según Aristóteles. [Se deben reparar éstas consideraciones, puesto que aún no se ha convenido que el libro XII (Libro L) de la Metafísica sea un libro original de Aristóteles]
Por otra parte, este motor no es de modo alguno Dios bajo la jerga cristiana, como sugiere Santo Tomás de Aquino. A diferencia de un Dios cristiano, el Primer Motor aristotélico no conoce el mundo sublunar (la Tierra), sino sólo realiza la actividad más perfecta: pensar, conocer. Y sólo puede conocer lo más perfecto que es él mismo. De esta manera no hay lugar para los hombres o el universo en el pensar del Primer Motor, es más al Primer Motor no le interesa conocer algo que no sea él. De aquí se siguen dos rasgos importantes, que el Primer Motor no es providente y tampoco nos conoce.Además no es de ningún modo infinito, recordemos que los griegos repudiaban la idea del infinito (cfr. Metafísica II,2). Esto último responde a que el conocimiento es finito (conocer es justo poner límites a la realidad) y el conocimiento de algo ilimitado, al no poder ser fijado, acaba por no ser conocimiento.
Aunque esta idea del Primer motor responde a cuestiones más físicas que metafísicas (pues da razón de la organización supralunar y sublunar del universo) el pasaje que habla sobre él es Metafísica XII, último libro del libro homónimo, y que lo coloca como la piedra angular del pensar aristotélico.
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