Ricardo José Zevada Martínez de Castro, mejor conocido como Ricardo J. Zevada, nació en la ciudad de México el 5 de julio de 1904 y falleció en la ciudad de Houston, Texas, EE.UU.A. el 25 de octubre de 1979; no obstante sus restos reposan en el Panteón Británico de la ciudad de México, al lado de los de su esposa. Fue descendiente de dos importantes y políticamente influyentes familias de Sinaloa, en el noroeste de México, desde el siglo XIX. Su padre fue el ingeniero de minas, metalurgista y civil, Alfonso María Zevada Baldenebro, de una familia terrateniente y minera; y su madre fue Catalina Martínez de Castro y de la Vega, cofrade del importante Clan de la Vega, de Culiacán.

Habiendo iniciado la revuelta revolucionaria de 1910, su familia dejó atrás gran parte de su patrimonio ya que su padre había sido propietario de minas y de grandes pastizales en la zona, además de sufrir el costo de ser seguidor del líder Francisco I. Madero; por otra parte, el poder político de la familia de su madre se desmoronó ante la caída del Porfirismo. Por las necesidades familiares y dadas la pericia y profesión de su padre, quien fuera directivo de mineras nacionales y extranjeras, la familia Zevada vivió en distintas partes del país. Cursó sus estudios primarios en Colima –donde estrecharon lazos de amistad con la familia De la Madrid Castro- y el Distrito Federal; además de contaduría en Pachuca. Tuvo como maestro en materias contables al licenciado Eduardo Suárez, quien al correr del tiempo sería Secretario de Hacienda en varios períodos presidenciales.

Zevada cursó además de contaduría, la carrera de abogado la cual terminó con brillantez en 1925 en la escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue alumno, asimismo, del licenciado Narciso Bassols, distinguido jurista, autor de la primera Ley Agraria de México, quien también fue Secretario de Estado. Finalmente fueron socios en el despacho privado del Lic. Bassols.

El 12 de octubre de 1928, contrajo matrimonio con Guadalupe Moreno Garcini, con quién procreó dos hijas. La muerte de su esposa lo sorprendió el 24 de enero de 1976.

Regresando a sus estudios universitarios, el licenciado Zevada impartió la cátedra de Derecho Administrativo, de 1927 a 1934. Por entonces, ya era jefe de abogados del Departamento Jurídico del Comité Liquidador de los Antiguos Bancos de Emisión (1930). Después fue jefe del Departamento Legal del Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas (1933), Director General de Crédito de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (1934), Ministro Consejero de la Embajada de México en Londres (1936), Jefe del De¬partamento de Crédito del Banco Ejidal (1937) y Vocal Ejecutivo Regulador del Mercado de las Subsistencias de 1938 a 1940.

Fue miembro fundador de la Liga de Acción Política, junto con su respetado amigo Narciso Bassols y otras distinguidas personas, publicando artículos en el semanario Combate. La Liga, fundada hacia fines de 1940, tuvo por fin la lucha política contra las corrientes revisionistas de los programas de la Revolución Mexicana (Primero y Segundo Planes Sexenales), formulados por el Partido de la Revolución Mexicana. En suma, el propósito principal de la Liga fue lograr el cumplimiento pleno de la Constitución Política de 1917.

El licenciado Zevada se preocupó por entonces de que fueran más estrechas las relaciones de toda índole con los países democráticos, para recíproco provecho. Como consecuencia del restablecimiento, en 1944, de las relaciones diplomáticas entre México y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, se estableció el primer instituto de relaciones culturales con países extranjeros, del cual fue miembro fundador; llevó el nombre de Instituto de Intercambio Cultural Mexicano-Ruso. Coetáneos de éste y prosiguiendo el buen ejemplo, fueron fundados otros con las naciones antifascistas: el Mexicano-Norteamericano, el del Reino Unido, etc. Años después coadyuvó Zevada al establecimiento del correspondiente a la República Democrática Alemana, luego que México estableció relaciones con este país.

Se dedicó después a actividades bancarias dentro del campo de la iniciativa privada. Fundó el Banco del Ahorro Nacional, y lo dirigió hasta 1958, que manejó por un tiempo los fondos del ahorro de los braceros mexicanos en los Estados Unidos de América, país con el cual el gobierno mexicano estableció un convenio para ayudar al esfuerzo que en materia de mano de obra exigía la guerra.

El presidente Ruiz Cortines lo designó director general del Banco Nacional de Comercio Exterior, S.A., puesto que desempeñó desde 1958 hasta la administración del presidente López Mateos, en 1965. Al jubilarse, y con su pensión, instituyó el Fondo Ing. Alfonso Zevada Baldenebro para apoyar a estudiantes de ingeniería en minas. Se desarrolló también como Consejero del Banco de México, así como socio y director general del Banco de Cédulas Hipotecarias, hasta su muerte.

Entre otras importantes actividades, fue consejero o director de las siguientes empresas: Sky-Line, Alkamex, Rigar, Síntesis Orgánicas, Derivados Maléicos, Industrias Derivadas de Etileno, Inmuebles Tlalpan, Casas América, Inmuebles de la Ciudad de México, Compañía Azucarera del Río Guayalejo, Compañía Azucarera de los Mochis, Compañía Mexicana de Seguros la Equitativa e Impulsora Minera de Angangueo, lugar donde su padre fuera director de la mina. Fue tesorero del Patronato del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. En 1975 creó el Fondo para la Donación Bibliotecaria Narciso Bassols y en agosto de 1979, sólo dos meses antes de fallecer y con gran parte de su fortuna, el Fondo de Estudios e Investigaciones, que a su muerte se le denominó Fondo Ricardo J. Zevada en su honor.

Durante su trayectoria fue honrado con diversas condecoraciones extranjeras: Gran Oficial de la Orden de El Sol del Perú (1958), Comendador de la Orden Al Mérito de Chile (1959), la Banda Yugoeslava (1963) y la Orden del Tesoro Sagrado, del Japón (1964). Faceta importante de sus actividades de trascendencia social e histórica fueron sus libros de evaluación política: “Calles el Presidente”, Ed. Nuestro Tiempo, México DF. 1971, también sobre el Congreso Constituyente de los años 1856 a 1857, que promulgó la gran Constitución Liberal de Reforma y “Ponciano Arriaga”, Ed. Nuestro Tiempo, México DF. 1968, entre otros.

Su alta preparación y pericia bancaria fueron las mismas en los dominios de la iniciativa privada que en la red financiera oficial. Supo siempre llevar adelante sus propósitos con-acrisolada honradez y hondo espíritu nacionalista. Demostró plenamente y, sin duda, que las empresas del sector público pueden ser manejadas con tan buenos resultados como las de la iniciativa privada.

En el año 2001, se constituyó el acervo Ricardo J. Zevada en el Banco de México, institución de la que fuera consejero, con su archivo particular así como con un importante acervo de material gráfico relacionada a su actividad política y empresarial.

Fuentes: • Revista Comercio Exterior, Banco Nacional de Comercio Exterior, Vol. 29, Num. 11 (1979). México. D.F. • Enciclopedia de México, Tomo 14 (2001). México D.F. pp. 8268. • De la Lama, Guillermina (1983).Ricardo Zevada, Visto por sus amigos. Edición especial particular. México D.F. • Dahl, Torsten (1967) Linajes en México. Ed. C.E.G.I.A.S.A. pp. 293. • Ai Camp, Roderic (1995), Mexican Biographies. University of Tex