Ramón Rubio Silvestre (Tarragona, 31 de agosto de 1927 - Valencia, 15 de noviembre de 2001), fue un pedagogo y empresario español. Su contribución a la pedagogía en España se materializó en los años de la posguerra española con la invención del método universal de refuerzo pedagógico en el que se basan los míticos Cuadernos Rubio.

Notas biográficas y académicas

Nacido en Tarragona, cuando apenas tenía unos meses su familia se trasladó a la localidad castellonense de Geldo, lugar al que a lo largo de su vida permaneció estrechamente vinculado. Allí conoció a su esposa Marina Polo Faus, con la que tuvo tres hijos: Marina, Enrique y Ramón.

Nacido en el seno de una familia modesta, Ramón Rubio cursó estudios superiores y se graduó como Profesor Mercantil. De carácter emprendedor, tras diplomarse fundó su propio centro de estudios en la ciudad de Valencia, bajo el nombre “Academia Rubio”. En esta academia ofrecía formación de contabilidad y cálculo a sus jóvenes alumnos, a los que posteriormente ayudaba a acceder al mundo laboral. Gracias a las gestiones de este profesor mercantil más de 3500 alumnos consiguieron un empleo en banca y empresas.

Rondaban los años 50, época en la que el material escolar era precario e inasequible para la mayoría, cuando Ramón Rubio tuvo la idea de elaborar él mismo el material didáctico de su academia. Creó una serie de fichas con ejercicios de apoyo en matemáticas y contabilidad con la finalidad de que sus alumnos consiguieran el dominio de los números y una gran agilidad en los cálculos matemáticos. Asimismo, consciente de la importancia de tener una perfecta caligrafía, se propuso crear un método básico de perfeccionamiento que pronto se trasladaría a las escuelas primarias. Se trataba de una serie de fichas en las que podían perfeccionar su caligrafía, gracias a técnicas como el punteado. Nacía así Ediciones Técnicas Rubio, en 1956, y los míticos Cuadernillos Rubio, que el propio Ramón Rubio imprimía en su casa con una máquina artesanal.

Método “Rubio”

El método Rubio de refuerzo escolar fue una auténtica revolución en el sistema de aprendizaje. Su caracter innovador revolucionó las escuelas de la época y que ha ayudado a muchas generaciones de niños a escribir correctamente y a asimilar las matemáticas se basa en la repetición ordenada y sistemática de ejercicios con una progresión de dificultad. Por una parte, los Cuadernos Rubio de Caligrafía, identificados tradicionalmente por el color verde, fomentan el desarrollo intelectual y motriz del escolar, a través de ejercicios lúdicos con los que el niño adiestra su mano y adquiere la soltura y la agilidad necesarias para conseguir una escritura correcta. Por otra parte, los cuadernos amarillos de Cálculo están programados para ayudar al desarrollo intelectual, consiguiendo seguridad, dominio del cálculo y manejo de los números. Su uso sistemático complementa y potencia las enseñanzas impartidas en los centros educativos.

Pero los inicios de los famosos cuadernillos no fueron nada fáciles. Ramón llamó a las puertas de colegios de toda España acompañado de esposa e hijos, presentando su método directamente a los escépticos profesores de la época, poco amigos de las renovaciones en el aula. Pero al cabo de un tiempo se dieron cuenta de que su novedoso método de enseñanza les facilitaba mucho su labor docente y a pesar del rechazo inicial comenzaron a interesarse por él. Fue en ese momento cuando llegaron los primeros pedidos de su ingenioso método de enseñanza. A finales de los 80 la Editorial llegó a vender anualmente más de 10 millones de ejemplares, destinados a niños de entre 3 y 13 años.

A lo largo de los años, los cuadernillos han evolucionado y se han adaptado con éxito a los nuevos tiempos tras abordar cambios, como la adaptación de sus ejercicios a la aparición del euro, la introducción de nuevas colecciones y la incursión en la era de las nuevas tecnologías. Más de 50 años después, los Cuadernos Rubio siguen siendo el apoyo estudiantil de muchos niños, aportando además valores imprescindibles como la solidaridad con los más desfavorecidos y el cuidado del entorno.

Este geldano, nacido por avatares del destino fuera del municipio, su padre era militar, siempre demostró su amor por Geldo. Amante del campo y de la naturaleza nunca abandonó sus raíces y acudía con frecuencia a pasar largas jornadas de caza junto a sus amigos de toda la vida. Durante años ayudó a mejorar la calidad de vida de los que fueran sus vecinos y donó los terrenos necesarios para construir un parque infantil, un centro deportivo y un colegio público que lleva su nombre, demostrando siempre su amor por los más pequeños y su preocupación por la educación de éstos. Ramón Rubio Silvestre, que fue declarado Hijo Predilecto de Geldo a título póstumo, falleció en 2001, a los 77 años de edad, dejando como herencia los míticos cuadernos que forman parte de la infancia de generaciones de escolares y que hoy día continúan siendo referencia obligada en la enseñanza escolar, así como en la ayuda a personas adultas que sufren enfermedades psicomotrices o que afectan a sus capacidades mentales.

Véase también

• Caligrafía
• Caligrafía infantil