Después del foedus de Walia con Roma en el año 418, justo antes de su muerte, el pueblo visigodo va a poder asentarse por fin como pueblo federado y optar al reparto de tierras en la Galia. De esta forma, se puede decir que comienza el Reino visigodo de Tolosa, si bien este aún seguirá dependiendo de Roma, con más o menos capacidad de acción, en función de la coyuntura política y los intereses propios de los monarcas germanos.

Contenido 1 El Reino visigodo de Tolosa como estado federado de Roma (418-476) 1.1 Las intervenciones de Teodorico I en Hispania 1.2 La política matrimonial de Teodorico I 2 El Reino visigodo de Tolosa (476-507) 2.1 Expansión territorial de Eurico 2.2 La expansión franca en la Galia y el choque con los visigodos: Vouillé (507) 3 Notas 4 Véase también 5 Bibliografía

El Reino visigodo de Tolosa como estado federado de Roma (418-476)

En teoría, el pueblo visigodo asentado en la Aquitania secunda ahora era sedentario, por lo que su política e intervenciones militares quedaban lejos de Hispania. Sin embargo, las intervenciones de Teodorico I (418-453) en Hispania van a ser numerosas, ya sea como pueblo federado de Roma o por iniciativa própia.

Las intervenciones de Teodorico I en Hispania

Una vez aniquilados los vándalos silingos y los alanos, el gobierno imperial optó por el apoyo a los suevos en Hispania. Para ello en el año 420 Roma va a enviar un ejército imperial al mando del comes hispaniarum Asterio, que va a obligar a los vándalos a levantar el asedio al que tenían sometido a los suevos en los montes Nerbasios.

Dos años después Roma enviará un nuevo ejército al mando del Magister militum Castino. Este ejército era mucho más poderoso que su predecesor ya que contaba con la ayuda de auxiliares visigodos que acudieron como federados de Roma. Según nos cuenta tanto Hidacio como Olimpiodoro, Teodorico I e incluso el comes africae Bonifacio, abandonaron las filas del ejército antes de la batalla dejando al ejército imperial deshecho. La derrota de los imperiales ante los vándalos fue clara, lo que favoreció su expansión por el sur peninsular, hasta que Genserico decidió el paso al norte de África en el 429.

De esta forma, en el año 430 sólo quedaba en Hispania el pueblo Suevo, que bajo el mando de su rey Hermerico (409-441), va a ampliar sus campañas de rapiña hasta el sur peninsular, siguiendo la via de la Plata, entrando en litigio con el comes Censorio enviado por Aecio para sofocar el vandalismo suevo.

Al problema suevo se le sumaba el problema en la Tarraconense de la bagaudia hispana. Roma intentó sofocar el problema mandando a sus generales Asturio y Merobaudes, que pudieron derrotarlos en Araciel (Navarra). Acto seguido, el líder bagauda Basilio atacó Tarazona, al que se le unió el rey suevo Rekhila que devastaron Zaragoza y tomaron Lérida. Roma priorizaba su control sobre la Tarraconense, por lo que los suevos tuvieron libertad de acción en la parte occidental de la Península llegando a conquistar Mérida y Sevilla.

Ante esta situación, es cuando roma se ve obligada de mandar de nuevo a sus federados visigodos para resolver el problema generalizado en Hispania. Teodorico I entró en la península y acabó con el movimiento bagauda mandando a luchar contra él al príncipe Frederico que contó con el apoyo romano.

La política matrimonial de Teodorico I

El rey Teodorico I, no sólo intervino a las órdenes de Roma, cuando el Imperio lo requirió, sino que también actuó de motu proprio, tejiendo un entramado de relaciones entre los demás pueblos germanos. Su política matrimonial se vio favorecida por su prolífica paternidad. La muerte de Honorio en el 423 marcó un antes y un después en su política hacia Roma, ya que la muerte del Emperador le liberó de su pacto con Roma. De esta forma, el abandono de las tropas de Castino coincide con el año de la muerte de Honorio.

En el año 449 va a casar a una de sus hijas con Requiario, hijo y sucesor de Requila. Su otra hija se desposará con Hunerico, hijo del gran rey vándalo Genserico. Por otro lado su hijo y futuro rey Eurico se casaría con la princesa burgundia Ragnahilde (456), si bien posiblemente el matrimonio fue concertado por su hermano mayor Teodorico II para acercarse al poderoso pueblo burgundio que será asentado por Roma como federado en el 458.

En su política con roma va a apoyar a Valentiniano III, hijo de Gala Placidia en contra de Aecio. En el 425 va a ratificar de nuevo su foedus con Roma, que va a quebrar en numerosas ocasiones. En el transfondo de todo estaba el intentar la conquista de Narbona y conseguir una salida al mar Mediterráneo que fortaleciera su postura en el occidente europeo. Sin embargo fracasó varias veces en el objetivo de tomar Arlés y Narbona (426, 429, 436), desvaratadas por Aecio. A estos intentos se le suma el del optimate godo Anaolso que en el 430 intentó, al parecer de forma independiente de Teodorico, tomar Arelate.

En el 451, esta vez si, en cumplimiento de su tratado con Roma, acude al enfrentemiento contra los Hunos en los Campos Cataláunicos, donde dejará su vida, si bien su intervención será fundamental para la victoria de la alianza entre roma y los pueblos germanos asentados en el occidente contra los hunos y los pueblos sojuzgados por estos.

El Reino visigodo de Tolosa (476-507)

En el 476 Rómulo Augústulo es depuesto por Odoacro y Eurico (466-484) se va a sentir heredero del Imperio Romano. A partir de esta fecha se puede considerar que oficialmente comienza el Reino visigodo de Tolosa.

Expansión territorial de Eurico

Eurico va a realizar una serie de campañas militares para expandir el dominio visigodo por España y las Galias. En la Galia expande su reino hasta el río Loira ocupando la Narbonense II, la Viennense y los Alpes Marítimos. En el 470 se apoderó de dos ciudades, Berry y Auvernia. El reino de Tolosa se va a convertir en el más importante y grande de Occidente y el que militarmente tiene más potencia y va a alcanzar su apogeo en el reinado de Eurico. El centro político del reino van a ser las Galias y no Hispania.

El 472 es un año crucial porque Eurico decide invadir la Tarraconense coincidiendo con la muerte de un emperador de origen griego llamado Antemio. Hay algunos que consideran que este fue el último emperador Romano. La ocupación se hizo con dos cuerpos expedicionarios, este relato aparece en la Chronica Gallica del 511:

1. El primer cuerpo venía mandado por el conde Gauterico (o Gauterit), que penetró por Roncesvalles y tomo Pamplona y Zaragoza.
2. Una segunda expedición se dirigió por la costa mediterránea y tomo Tarragona y siguió todo el camino de la vía Augusta. Este ejército era mandado por el visigodo Heldefredo y el dux hispaniarum Vicente (o Vicêncio).

Ambos ejércitos tuvieron que hacer frente a la oposición de la aristocracia hispanorromana. Por lo tanto se produce la anexión de la Tarraconense al reino de Tolosa a la que se le una el control de Mérida (468) que será un punto de apoyo para conquistar los espacios del sur.

La política de Eurico era mejorar las tierra y para ello inició una serie de obras publicas (arregló puentes y calzadas), pactó con los obispos para atraerse a la población hispanorromana. Como cosa curiosa hay que decir que en Hispania no se persiguieron a los cristianos al contrario que en la Galia. Los vándalos en el norte de África también tienen problemas con los católicos, por lo que estos se instalaron en tierras hispanas huyendo del asedio vándalo.

Eurico había convertido al reino de Tolosa en el estado occidental más poderoso de occidente, sin embargo con su hijo Alarico II este poderoso reino va a decaer. Esto ocurrió por el tema religioso ya que Alarico II aplicó unas acciones más contundentes contra los católicos galorromanos que apoyaron al rey franco Clodoveo, convertido al catolicismo.

Eurico morirá en el 484 en Arlés y ya se puede considerar como el primer rey visigodo de Hispania ya que en época de Eurico pasaron grupos de población visigoda a España, que va a ir aumentando conforme se empiecen las luchas contra los cristianos galorromanos y con Clodoveo, rey de los francos. Este va a iniciar una expansión hacia el sur, encontrándose al reino de Siagrio al que derrota. Éste se va a refugiar en territorio visigodo, aunque será entregado a los francos ante el miedo hacia las posibles represalias de Clodoveo.

El rey franco, convencido por el obispo de París y su mujer Clotilde (que era cristiana) se convierte al cristianismo, ganándose a gran parte de la población galorromana, por lo que la población visigoda pasó a España. Esta circunstancia se recoge en la Crónica Cesaraugustana o de Zaragoza: en el 494 se había producido la llegada de la población visigoda a la Tarraconense, por lo que en el 496 se había producido la llegada de la población visigoda a la Tarraconensis, por lo que en el 496 los hispanorromanos se sublevaron bajo la rebelión de Burdunelo que fue aplastada. Entre el 494 y el 507 se produjo la mayoría del paso del pueblo visigodo a Hispania y se va a producir el derrumbamiento del reino de Tolosa.

La expansión franca en la Galia y el choque con los visigodos: Vouillé (507)

En los últimos coletazos del siglo V, la situación de equilibrio de fuerzas en la Galia se había debilitado debido al ascenso de un nuevo poder en el escenario, llamado Clodoveo, que estaba llamado a ser el germen del poder hegemónico en el occidente europeo, heredero del antiguo Imperio Romano de Occidente.

En el año 486, el rey franco va a iniciar una expansión hacia el sur, encontrándose al reino de Siagrio, establecido en torno a la ciudad fortificada de Soissons. La superioridad franca hizo que Siagrio huyera hacia Tolosa en busca de refugio. De esta forma, Clodoveo se hizo con el control del Sena y el reconocimiento de la aristrocracia galorromana, amén de la dignidad real heredada del antiguo poseedor del reino.

Esta fase de organización de su poder en Senonia y la guerra contra los turingios, paralizó la expansión franca por su frente galo.

En el año 494 se produjo el primer conflicto, los visigodos rehusaron el enfrentamiento y su respuesta fue la entrada de una gran masa de población visigoda en la Tarraconense. En 496 se produjo la rebelión de Burdunelo, un prócer hispánico de una región a donde llegaron considerables contingentes de inmigrantes góticos y en la que se produjeron tensiones con la población indígena. Burdunelo acaudilló el levantamiento antigótico que fue reducido al año siguiente, enviado a Toulouse, recibió una muerte cruel (Crónica Caesaraugustana). Entre el 494 y el 507 se produjo la mayoría del paso del pueblo visigodo a Hispania y se va a producir el derrumbamiento del Reino visigodo de Tolosa. Los pobladores godos se asientan además de en la Tarraconense en la actual Tierra de Campos (Palencia), llamada desde entonces los Campos Góticos.^[1]

En el 498 las hostilidades se reanudaron y un poderoso ejército franco entró en la Aquitania apoderándose de Burdeos (una de las residencias reales de los visigodos). Alarico II, ante su imposibilidad de repeler la agresión se vio obligado a firmar una paz en el 502. Se reunió con Clodoveo en una isla del Loira, cerca de Amboise. Según Gregorio de Tours en el tratado se acordó el establecimiento del Loira como frontera franco-visigoda y la entrega de Siagrio que fue ejecutado. La guerra no había hecho nada más que comenzar.

En los próximos años ocurriría un hecho que iba a desequilibrar la balanza de forma definitiva. El rey franco, aconsejado por el obispo de París y su mujer Clotilde (que era cristiana), se convierte al cristianismo, junto con toda su nobleza y clientela, por lo que se gana a gran parte de la población galorromana.

La contraofensiva propagandística de Alarico II no se hizo esperar y en el 506 permitió a los obispos católicos reunirse en Agde y celebrar un sínodo. Este mismo año promulgó un compendio de legislación denominado Breviarim Alarici (o Lex Romana Visigothorum ), aprobado por el episcopado y la nobleza. Este cuerpo legislativo pretendía unificar la legislación y atraerse a la población católica hispanorromana.

Sin embargo, y a pesar de los impetuosos esfuerzos de Teodorico el Grande por arbitrar el conflicto, el enfrentamiento franco-visigodo era inevitable. Éste finalmente se produjo en el año 507 en Vouillé. Según la Crónica Gallica: Clodoveo, con la ayuda de sus aliados burgundios, derrotó a las fuerzas gótico-romanas de Alarico, quien, superado por el enemigo, cayó en el fragor del combate. Tras la batalla sus tropas se dirigieron a Tolosa que fue fuertemente saqueada, obteniendo un gran botín.

San Isidoro trata de cobarde a Alarico II por no saber atraerse a la población hispanorromana. La solidaridad gótica es también cuestionada debido a que los ostrogodos llegaron tarde a la batalla. Durante la ocupación de Italia por Teodorico el Grande y su guerra contra Odoacro, rey de los Hérulos, en el 490, sabemos que los visigodos enviaron un ejército para ayudar a los ostrogodos en la batalla de Pavía.

Se le achaca a Alarico II falta de rigor en la lucha contra los obispos católicos y el Código de Alarico era sólo para los visigodos.

Gregorio de Tours (historiador del reino franco) dice que Clodoveo estaba arengando a sus tropas diciéndoles que era intolerable que existiera un reino arriano en las Galias. Los burgundios lucharon al lado de los francos debido a que los visigodos habían ocupado su territorio de la Viennense y además habían sido derrotados previamente por los francos.

Casiodoro (erudito de la corte de Teodorico el Grande) en Variae, dice que Teodorico abogaba por la paz entre los distintos pueblos para colocarse como gendarme de la situación en la Europa Occidental.

Notas

Véase también

• Invasiones germánicas en la Península Ibérica
• Reino visigodo de Toledo
• Provincia de Spania

Bibliografía

• Arce, Javier (2007). Bárbaros y romanos en Hispania. Marcial Pons Historia. ISBN 84-96467-57-0.