- Rodolfo Usigli
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Rodolfo Usigli
Rodolfo Usigli (17 de noviembre de 1905 - 1979) poeta, dramaturgo, escritor y diplomático mexicano. Es considerado el padre del teatro mexicano moderno.
Entre sus obras teatrales destacan "El Gesticulador" escrita en 1938, en la cual hace una concienzuda crítica al régimen revolucionario mexicano de ese tiempo, debido a la cual fue censurada por el gobierno. Así como los dramas "Corona de Sombra" escrita en 1943, en que destaca la figura de Carlota de Belgica, quien fuera nombrada emperatriz de México interpretada por la consagrada actriz mexicana María Tereza Montoya con la cual inaugura el teatro que lleva su nombre en Monterrey Nuevo León, en (1959), obra a la que el propio Usigli denominó antihistórica; "Corona de Fuego", en 1960 y "Corona de Luz" en 1964, esta última, versa sobre la virgen de Guadalupe y su influencia en la cultura nacional mexicana.
En cuanto a sus obras poéticas sobresale "Conversación desesperada".
Estuvo en contacto con grandes figuras literarias de su tiempo, como José Vasconcelos y Alfonso Reyes Ochoa. Fungió como Embajador de México en Líbano de 1956 a 1963 y de México en Noruega de 1963 a 1970. Asimismo, por un par de años a principios de la década de los cuarenta estuvo encargado de los Asuntos Culturales en la Embajada de México en París. En 1972, Usigli recibió el Premio Nacional de Letras.
Rodolfo Usigli cultivó como creador: Ensayo, poesía, narrativa y teatro. Su Teatro completo incluye únicamente los ensayos que son referencia directa a las obras publicadas, pero no los ensayos escritos por Usigli sobre el género dramático. Su narrativa y su poesía permanecen todavía desperdigadas en volúmenes individuales. Y aún está por publicarse la Obra completa, que deberá abarcar indefectiblemente los cuatro géneros, con la inclusión imprescindible de la obra que hasta el presente permanece inédita: cuento, abundante poesía, apuntes de obras de teatro —una secuencia de El gesticulador titulada “Los herederos”, entre otras piezas—, ensayos, artículos periodísticos, entrevista, correspondencia y apuntes autobiográficos. Para comprender al hombre contamos con varios libros escritos por quienes lo conocieron; especialmente valioso resulta Mi vida con Rodolfo Usigli, escrito por su viuda, Argentina Casas Olloqui. La autobiografía de Usigli está desperdigada entre sus prólogos y epílogos, especialmente en “Prólogo” a Tres comedias y una pieza a tientas, y en “Antesala” para La última puerta; además en Voces, Diario de trabajo y Conversaciones y encuentros. Una nota biográfica es pertinente como complemento de este Proemio. Rodolfo Usigli nació en la ciudad de México a las tres de la tarde, el 17 de noviembre de 1905, “en la humilde vecindad donde mi familia ocupaba una vivienda en la primera calle de San Juan de Letrán; actual local del cine Teresa”, como lo dice en su autobiografía. Fue hijo de Carlota Waimer, quien había nacido en una región que era parte del imperio austrohúngaro y que hoy es parte de Polonia, y de Alberto Usigli, ciudadano italiano nacido en Argelia y quien tempranamente murió. Fue educado por su madre, “viuda joven,” con grandes privaciones, junto a sus tres hermanos mayores, Ana, Aída y Alberto. En su primera infancia tuvo serios problemas de visión por un estrabismo grave que le dejó honda huella, pues su vista nunca fue normal. Pronto cambió sus juegos infantiles por el teatro de títeres, y aprendió de memoria pasajes de algunas obras que veía en el teatro Hidalgo: Marina, Sobrinos del capitán Grant, La torre de Nesle y la zarzuela Los molinos de viento. A los quince años Usigli ya estaba trabajando como “meritorio en las oficinas de un judío norteamericano que vendía medicinas”. Estudió declamación y música en la escuela Popular Nocturna, en donde actuó en sainetes de Vital Aza y en alguna escena de los hermanos Álvarez Quintero, como El patio. En 1923, volvió a subir al escenario, representando el segundo papel masculino de ¡Maldita revolución!, de José Escandón Noriega, con quien intentó posteriormente escribir una revista musical que se ha perdido. Trabajó desde 1924 como cronista y entrevistador para la revista El sábado, más tarde llamada El martes, “visitaba a diario teatros de revista y de comedia y tenía intercambio con tiples, vicetiples, directores y músicos, actores y actrices,” es presisamente en este ir y venir de visitas continuas a los teatros, cuando conoce a la consagrada actriz María Tereza Montoya y le impacta el verla trabajar en escena, el sentía y profesaba una grán admiración y años después le escribiría y dedicaría parte de sus obras de teatro como "Corona de Sombra", "La Función de Despedida" y "El Niño y la Niebla" escritas especialmente para ella. El gusto por la lectura fue actividad permanente del joven Usigli fueron numerosas, iniciándose con las obras de Manuel Eduardo Gorostiza en un libro ganado en un concurso escolar. Aprendió el inglés como autodidacta, lo que le permitió leer a Shakespeare y a los que fueron sus autores predilectos, George Bernard Shaw y T. S. Eliot. A pesar del incipiente aprecio de Usigli por el teatro, aún no soñaba con ser dramaturgo. La primera vez que se percató de la posibilidad de ser autor dramático fue a consecuencia de un encuentro con su amigo Luis Gabarrón, según lo menciona en el “Prólogo” a Tres comedias y una pieza a tientas: “Un encuentro casual con un amigo de infancia un mediodía del verano de 1925, vino a poner las cosas en su lugar. “¿No recuerdas cuánto te interesaba el teatro, ni tus juegos con los títeres, ni cómo recitabas hasta el aburrimiento?”… De esta conversación memorable… salí, si no orientado, transfigurado. La idea del teatro se instaló en mí con mayor fuerza que nunca, y, aprovechando mi asistencia a la Alianza Francesa, puedo decir que aprendí francés leyendo obras teatrales”. Su primera obra fue, El apóstol.
Hizo estudios en el Conservatorio Nacional de México. En 1933 debutó como director en El candelero, de Alfred de Musset, puesta en la que también actuó; y en 1936 y principios de 1937 es becado en la Escuela de Arte Dramático de la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, con la beca Guggenheim, junto con Xavier Villaurrutia. Paso a paso fue descubriendo su vocación de escritor, labor a la que dedicaría toda su vida y de la que hablaremos en los capítulos sucesivos. En forma paralela trabajó primero dramaturgia y poesía, y años más tarde, ensayo y narrativa. En las dos décadas siguientes Usigli ocupó varios cargos: Profesor de historia del teatro mexicano y Director en la Escuela de Verano de la UNAM, de 1933 a 1947; Director del Teatro Radiofónico de la Secretaría de Educación Pública; así como profesor de la Academia Cinematográfica en 1942; Director de Prensa de la Presidencia de la República en 1936; Director del Teatro Radiofónico de la Secretaría de Educación Pública (1938) y del Departamento de Teatro de la Dirección de Bellas Artes (1938-39), y Director del Teatro Popular Mexicano (1972-75). En el campo del cine, Usigli fue delegado de México en los festivales cinematográficos de Bélgica, Checoslovaquia, Venecia (1950) y Cannes (1949 y 1950). Como promotor teatral colaboró con numerosas temporadas, entre las que hay que recordar a la Segunda Temporada del Teatro Orientación (1938-39), Teatro de Media Noche (1940), con obras de Schnitzler, Shaw, George Kelly, Villaurrutia, la primera obra de Basurto (Los diálogos de Suzette) y su propia Vacaciones. En esos años Usigli traduce a Molière, Schnitzler, Chekhov, O´Neill, Maxwell Anderson, Galsworthy y varias piezas de Bernand Shaw, este último autor influyó en la conceptualización teatral de Usigli. En un sendero paralelo al del escritor, Usigli prosiguió una exitosa carrera como diplomático. Conviene recordar los puestos que tuvo: Fungió como segundo secretario de legación en Francia (1944-1947), y aprovechando su estancia europea en marzo de 1945 se entrevista con Bernard Shaw. Fue posteriormente Enviado extraordinario y Ministro plenipotenciario de México en Líbano (1956-1959); Embajador de México en Líbano (1959-1962); y paralelamente Ministro y Embajador en Etiopía (con sede en Beirut) y Embajador de México en Noruega (1962-1971). También hay que mencionar su labor diplomática en la fundación del Instituto de Relaciones Culturales Franco-Mexicanas. En 1970 Usigli recibió el Premio América, y dos años después el Premio Nacional de Letras de México, máxima presea otorgada por el gobierno de México a un escritor. Fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana. Publicó bajo su cuidado el primer volumen de su Teatro completo en 1963, el segundo en 1966 y el tercero en 1979. No alcanzó a ver este último libro impreso; el colofón fija la fecha de impresión el 29 de septiembre de 1979, y el autor había muerto el 18 de julio. Sin embargo, había corregido las pruebas y había visto la reimpresión del primer tomo cuyo colofón atestigua la impresión el 30 de abril del año de su muerte. En 1996 vio la luz el cuarto tomo —17 años más tarde—, y todavía está en espera la edición de su Obra completa. A Rodolfo Usigli le preocupó la muerte desde que tenía cinco años. En vida escribió varios epitafios, verdaderos poemas pétreos que nos hacen vislumbrar el drama interno. En el año de su muerte escribió el siguiente epitafio:
Rodolfo Usigli Nació a pesar suyo y del mundo entero. Vivió dio todo lo que pudo en la vida. Murió sin haber hecho lo que quería. Muchas gentes lo odiaron sin conocerlo. Una cuantas… muy pocas… lo amaron conociéndolo. Quiso volver a la tierra y Espera de pie el fallo del futuro.
El mismo autor pidió que el siguiente epitafio fuera el definitivo:
Aquí yace y espera R. U. Ciudadano del Teatro.
Su tumba carece de epitafio. (Datos incluidos en Apología de Rodolfo Usigli, de Guillermo schmidhuber, editado por la Universidad de Guadalajara, 2005.
Página web de Rodolfo Usigli en la Universidad de Miami en Ohio
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