Sergio Mijáilovich Románov

Sergio Mikhailovich de Rusia
Nacimiento	7 de junio de 1869 Borjomi
Fallecimiento	18 de julio de 1918 Alapaïevsk

Sergio Mijáilovich Románov, (en ruso: Сергей Миха ́ йлович), nacido el 7 de octubre de 1869 en Borjomi, asesinado el 18 de julio de 1918 en Alapaïevsk.

Gran Duque de Rusia y coronel. Ocupó en el ejército imperial ruso los cargos de general, general de división, general de artillería, general de caballería e inspector general del ejército.

Hijo de Miguel Nikoláyevich Románov (también, primo hermano de Alejandro III de Rusia), y de Cecilia de Baden.

Biografía

En 1862, su padre, el Gran Duque Miguel Nicolaievich de Rusia fue nombrado Virrey del Cáucaso,por lo que el Gran Duque se trasladó con sus padres y hermanos a Tiflis, donde pasó su infancia y juventud. Recibió una educación espartana, dado que su madre observaba una estricta disciplina familiar y era la figura dominante de la familia. Desde su infancia fue destinado a la carrera militar. Renunció de sus cargos militares a la caída de la monarquía.

Triángulo amoroso

Sergio y su hermano Andrés estuvieron enamorados de la hermana del Zar, la Gran Duquesa Xenia Aleksandrovna^{[cita requerida]}. Finalmente esta se casó con otro de sus hermanos; Alejandro Mijáilovich. A finales del reinado de Alejandro III , Sergio y sus hermanos Jorge y Alejandro eran los amigos más allegados del futuro Zar Nicolás II, enfriándose su amistad con la llegada de Nicolás II al trono imperial.

María Krzekinski (antigua amante de Nicolás II antes de su matrimonio), conoció a Sergio quien se enamoró de ella y se convirtió en su amante y generoso mecenas. En 1900, María Krzekinski conoce al Gran Duque Andrés Vladimirovich de Rusia y se enamora de él. Sergio soportaba la relación entre ellos y siguió frecuentando normalmente a María, en cambio su relación con su primo se volvió cada vez más tensa. En 1902 María dio a luz un hijo, Alexandre Romanovsky-Krassinsky, del que cada uno de los regios amantes se reclamaba la paternidad.

Primera guerra mundial

En 1913, durante un viaje a Austria y a Alemania se dio cuenta de la fuerte carrera armamentista en esos dos países. Al volver a Rusia informó de ello a varios ministerios pero su aviso no fue atendido.

En 1916 se vio obligado a renunciar a su puesto de jefe del departamento de artillería por un escándalo de robo de material que él no denunció.

Revolución rusa

En 1917 al momento de la caída de la monarquía Sergio se encontraba en Pskov, 2 de marzo de 1917. En un primer tiempo permaneció retirado en Mohilev, por las sospechas que pesaban sobre él después del escándalo de robo de armas.

Sergio volvió a Petrogrado a principios de junio de 1917 viviendo con su hermano Nicolas Mikhaïlovich en el Palacio Mikhailovsky. María Krzekinski no quiso vivir con él y se retiró al Cáucaso con el Gran Duque Andrés, ya que desconfiaba de la situación en la capital.

Captividad

En febrero de 1918, todos los hombres de la familia Romanov residentes en Petrogrado recibieron la orden de inscribirse en las oficinas de la Tcheka. Primero estaban obligados a no abandonar la ciudad. En marzo de 1918, los Romanov inscritos en la lista fueron convocados para ser enviados al exilio en el interior de Rusia. Sergio fue enviado a Viatka, municipio de los Urales. Llegó a la estación de Petrogrado la tarde del 4 de abril de 1918, en compañía de tres sus primos (los grandes duques hijos de Constantino Constantinovich de Rusia, y Vladimir Paley y de su secretario personal. En Viatka, los prisioneros podían movilizarse libremente sin abandonar la ciudad.

El 30 de abril de 1918, por orden del Soviet de los Urales, Sergio, su secretario y los otros Romanov fueron transferidos a Ekaterimburgo. A los tres días, llegó como prisionera la gran duquesa Isabel (hermana de la zarina y viuda del gran duque Sergio Alexandrovich) acompañada de su amiga Varvara Yakovleva. Nicolas II y su familia estaban prisioneros en la misma ciudad pero no pudieron establecer ninguna comunicación. Sergio y sus compañeros de cautiverio fueron llevados el 18 de mayo de 1918 a Alapaïevsk, al norte de los Urales. Después de dos días de viaje llegaron a su destino.

Fueron instalados en la escuela Napolnaya. En esta ciudad podían moverse más libremente y asistir a los oficios religiosos en un princio, y el régimen carcelario se fue endureciendo poco a poco y su lugar de cautiverio se vio rodeado de fosas y de alambres de púa.

La masacre

Según, Vassili Ryabov, que fue testigo ocular de los acontecimientos, los ejecutores de la decisión se infiltraron durante la noche en la escuela que servía de prisión a los Romanov, mientras que estos dormían. Se dirigieron a las mujeres diciéndoles que serían trasladados a un lugar más seguro, les vendaron los ojos y les ataron las manos. Luego hicieron lo mismo a los hombres, siendo Sergio Mihailovich el único que intentó oponerse, que dijo que no iría a ningún lado pues sabía que los iban a ejecutar. Ante la oposición del gran duque se vieron obligados a pegarle un tiro en el brazo, después de lo cual se calmó. Durante el traslado Sergio preguntaba a sus ejecutores « ¿Díganme por qué ? ¿Por qué nos van a matar ? » « Yo nunca me metí en politica. Me gustaba el deporte, la numismática, el deporte, el billar ». Finalmente llegaron a la mina donde serían ejecutados.

Los prisioneros recibieron la orden de caminar, con los ojos vendados y las manos atadas, sobre tablas por encima de la boca de la mina. Sergio fue el único que no obedeció y se lanzó sobre los guardias, que lo ejecutaron. Los demás fueron golpeados en la cabeza y tirados vivos a la mina. Seguidamente tiraron dos granadas de fragmentación en la mina.

Recuperación de los cuerpos y viaje interminable

El 28 de septiembre de 1918, con la esperanza de salvar a los prisioneros de la escuela, el ejército blanco tomó Alapaïevsk. Algunos campesinos llevaron a los oficiales hasta el lugar del crimen.

Una vez las autopsias terminaron, los cuerpos fueron lavados, cubiertos de un lienzo blanco y puestos en ataúdes de madera. Se celebró un oficio religioso por cada uno de ellos y fueron inhumados en la catedral de Alapaïevsk. Ocho meses más tarde, ante la llegada del ejército rojo, los cuerpos fueron exhumados y llevados a Irkutsk, permaneciendo allí seis meses. Nuevamente el avance rojo obligó a desplazarse al Este. En abril de 1920, los cuerpos fueron llevados a Pekín y depositados en la cripta de la capilla de la misión rusa. Años más tarde la iglesia fue demolida, aunque los sarcofagos se encuentran en el mismo lugar bajo un parking.

Canonización

En 1981, fue canonizado como mártir de la iglesia ortodoxa en el extranjero. En 2000, la iglesia ortodoxa Rusa lo declaró mártir de la persecución soviética.