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Terror Rojo en España
El Terror Rojo en España es el nombre dado a un seguido de acciones violentas cometidas por grupos del bando republicano español durante la Guerra Civil Española. Esto incluyó saqueos e incineración de monasterios e iglesias y la matanza de 6,832 miembros del clero Católico, así como ataques contra terratenientes, industriales, y políticos derechistas.[1] El terror consistió en acciones semiorganizadas perpetradas por casi todos los grupos izquierdistas,[2] a excepción de los nacionalistas vascos[3] en la región vasco-navarra.
Contenido
Antecedentes
La tensión regional, religiosa e ideológica había estado desarrollándose durante décadas y posiblemente siglos en España un poco antes del brote de la guerra civil española. Desde la finalización de la "Reconquista" al final del siglo XV, la monarquía española había mantenido un régimen centralizado, tradicionalista, aristocrático y con devoción católica que se hizo cada vez más difícil de mantener como el país industrializado y el pensamiento anarquista, socialista, comunista y nacionalista creció en popularidad. La caída de la monarquía y establecimiento de la República Española en 1931 exacerbó estas relaciones tensas, entre conservadores que tratan de mantener el antiguo orden y aquellos que exigen la redistribución de riqueza y justo castigo para la posición tradicionalmente privilegiada y a favor de jerárquica de la clase terrateniente y la iglesia Católica.
Tras los comicios generales del 16 de febrero de 1936, creció la amargura política en España. Se aceleró la violencia entre el gobierno y sus simpatizantes, el Frente Popular, cuyo liderazgo claramente se desplazaba hacia la izquierda (abandonando el republicanismo constitucional por la revolución izquierdista.[4] ), y la oposición, culminando en una revuelta militar de generales derechistas en julio de ese año. Conforme avanzaba el año, creció la persecución nacionalista y republicana, y los republicanos empezaron a atacar iglesias, a ocupar tierras para repartirlas y a atacar a políticos nacionalistas en un proceso de violencia revanchista.
Un estudioso observó que a pesar del hecho de que "la Iglesia... sufre una persecución apabullante" detrás de las líneas republicanas, los acontecimientos se han tratado con mucho silencio y hasta con intentos de justificación por parte de algunos estudiosos y memorialistas.[5]
Terror Blanco y Rojo
Después del brote de guerra civil a gran escala, hubo una explosión de atrocidades tanto en las zonas nacionalistas como en republicanas. Los días más sangrientos del terror rojo fueron a principios de la guerra civil, cuando el gobierno fracasó al controlar la mayor parte de sus fuerzas después del alzamiento de los generales, y las grandes zonas del país cayeron en manos de las milicias y civiles leales.[6]
Stanley Payne recalca, "durante los primeros meses de enfrentamientos la mayoría de las bajas no provenían de combates en el campo de batalla sino de ejecuciones políticas en la retaguardia -- los terrores "rojo" y "blanco".La excepción vasca
La actual Comunidad autónoma del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra permanecieron ajenas a la citada violencia religiosa debido a la tradición religiosa del PNV, principal partido nacionalista vasco.
Un primer intento de consolidar un Estatuto propio en 1931 había sido tildado por los partidos estatales de izquierdas como una forma de constituir una "Gibraltar vaticanista", muestra de la separación ideológica en temas religiosos entre los jeltzales y la segunda república española. Durante el conflicto armado el PNV apoyó pragmáticamente al Gobierno de la República en favor de una autonomía política de su territorio, manteniendo su ideología religiosa y así, existían capellanes castrenses en los batallones formados por el Gobierno vasco, siendo algunos de ellos, junto con otros religiosos católicos, fusilados por el ejercito sublevado.[7] Además el Gobierno vasco impidió ataques contra monumentos religiosos como el del Sagrado Corazón de Jesús en Bilbao.
Tras la caida del frente vasco, miembros del PNV negociaron su rendición en Santoña a través del Vaticano, llegando a un acuerdo con el ejercito italiano que no fue respetado por Franco.
Atrocidades y Profanación
Una testigo ocular de la persecución, Cristina de Arteaga, que debía hacerse pronto monja, comentó que "atacaban a los salesianos, gente totalmente comprometida con los pobres. Corría el rumor que las monjas daban dulces envenenados a niños. Algunas fueron agarradas por el pelo en las calles. Uno estiraba su pelo..."[8]
Sólamente la noche del 19 de julio de 1936, se llegó a quemar una cincuentena de iglesias.[9] En Barcelona de las 58 iglesias sólo se libró la Catedral. En casi toda la España republicana acontecieron profanaciones similares.[10]
El párroco de Navalmoral protagonizó una parodia de la Crucifixión de Cristo. Al finalizar su suplicio los milicianos debatieron si proceder con la crucifixión o simplemente dispararle. Finalmente optaron por dispararle.[11] El obispo de Jaén y su hermana fueron ejecutados frente a dos mil espectadores por un verdugo especial, una mujer apodada La Pecosa, the freckled one.[12] The Bishop of Almería was murdered while working on a history of Toledo. His card index file was destroyed.[13] En Madrid, una monja fue asesinada al rechazar la propuesta de matrimonio de un miliciano que ayudó en su convento.[14] En El Pardo, cerca de Madrid, un grupo de milicianos se emborrachó con el vino de la comunión mientras trying the párroco. Un miliciano usó el cáliz como palangana y se afeitó en el.[15]
Aunque es raro, se relataba que algunas monjas fueron violadas por milicianos antes de que las mataran.[16] El sacerdote de Cienpozuelos fue lanzado a un corral con toros de lidia, donde lo cornearon hasta la inconsciencia. Después una de sus orejas fue cortada para imitar la hazaña de un torero después de una exitosa corrida de toros.[17]
En Ciudad Real, el Sacerdote fue castrado y sus órganos sexuales introducidos en la boca.[18]
Notas
- ↑ de la Cueva, Julio "Religious Persecution, Anticlerical Tradition and Revolution: On Atrocities against the Clergy during the Spanish Civil War" Journal of Contemporary History Vol.33(3) p. 355
- ↑ Payne, Stanley G. THE A History of Spain and Portugal, Vol. 2, Ch. 26, p. 650 (Print Edition: University of Wisconsin Press, 1973) (LIBRARY OF IBERIAN RESOURCES ONLINE Accessed May 15, 2007)
- ↑ Payne, Stanley G. THE A History of Spain and Portugal, Vol. 2, Ch. 26, p. 650 (Print Edition: University of Wisconsin Press, 1973): "In the entire leftist zone the only organized political party that eschewed involvement in such activity were the Basque Nationalists."
- ↑ Payne p. 646-647.
- ↑ de la Cueva p. 355
- ↑ Antony Beevor , The Battle For Spain; The Spanish Civil War 1936-1939 (Weidenfeld and Nicholson, 2006), pp.83-86.
- ↑ Familiares de los curas vascos fusilados por Franco claman contra el olvido
- ↑ David Mitchell, The Spanish Civil War (New York: Franklin Watts, 1983), 17.
- ↑ David Mitchell, The Spanish Civil War (New York: Franklin Watts, 1983), 45.
- ↑ David Mitchell, The Spanish Civil War (New York: Franklin Watts, 1983), 46.
- ↑ Hugh Thomas, The Spanish Civil War (1961), p. 173.
- ↑ Hugh Thomas, p. 174
- ↑ Hugh Thomas, p. 174
- ↑ Hugh Thomas, p. 173.
- ↑ Hugh Thomas, p. 173
- ↑ Hugh Thomas, p. 173.
- ↑ Hugh Thomas, p. 173.
- ↑ Hugh Thomas, p. 173.
Véase también
- Guerra Civil Española
- Terror Blanco en España
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