- Historia del nombre de Cantabria
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Desde la Antigüedad hasta nuestros días, el nombre de Cantabria jamás ha dejado de emplearse por los habitantes de este territorio. Cantabria constituyó durante más de mil años (-200 a.c - ¿900?d.c) una entidad étnica y geográfica claramente definida y reconocida con este nombre. Dicha entidad peculiar, aún estando integrada en unidades superiores en dónde carecia de identidad política, mantuvo sus rasgos identitarios diferenciales hasta nuestros días durante el siguiente milenio, y aunque se le denominó por parte del Estado o Poder Central de maneras diversas en distintas épocas (Montañas de Burgos, Montañas de Santander, Bastón de Laredo, Provincia de Santander, La Montaña, etc), nunca faltó ni dejó de usarse el viejo e histórico nombre de Cantabria entre los habitantes de esta tierra, los cuáles siempre se han considerado cántabros. El auge registrado por tales términos de resonancia ancestral a lo largo del siglo XVIIII y todo el XIX, continuó pujante durante el XX, adquiriendo un carácter político claramente regionalista hasta 1936.
Como consecuencia de la Guerra Civil y marginación subsiguiente de las tendencias diferenciadoras y regionalistas se usó menos el nombre de Cantabria, que a nivel oficial quedó relegado a las federaciones deportivas, en las que sigue figurando Cantabria no como provincia, sino como región. No obstante, en 1946 fue fundado el "Hogar Provincial Cántabro" cuya misión fue acoger a los niños desprotegidos. En 1953 se crea "Radio Cantabria", la emisora provincial del Movimiento Nacional. De 1968 es la creación del "Museo Etnográfico de Cantabria" situado en la casa natal del militar camargués Pedro Velarde. Al año siguiente, en 1969, el Instituto Nacional de Previsión había inaugurado en Santander la Residencia Sanitaria "Cantabria" de la Seguridad Social dónde nacerían miles de cántabros. Asimismo, diversas publicaciones, entidades culturales, comercios, etc llevaban el nombre de Cantabria en sus títulos, tales como el libro "Indianos de Cantabria" de Manuel Pereda de la Reguera (1968) o "Escudos de Cantabria" de Carmen González Echegaray (1972), Carbonera Cántabra, Talleres Artísticos Cantabria, Astilleros Cantabria, Academia Cantabria, y un largo etc. De igual manera, las denominaciones "Cantabria", "cántabros", "cántabra", etc, se escribían todas los días en la prensa regional en referencia a la Provincia de Santander.
Curiosamente, fue durante el Franquismo, en 1963, cuando la Diputación Provincial de Santander, a iniciativa de su presidente, don Pedro Escalante y Huidobro, propuso cambiar la denominación oficial de "Provincia de Santander" por la de "Provincia de Cantabria", y así subsanar un error histórico producido en 1833, año en el que se crearon las actuales provincias españolas. En aquella época se le adjudicó a la Provincia el nombre de Santander, capital del territorio, cuando los cántabros demandaban, como no podía ser de otra forma, el título de "Provincia de Cantabria". A pesar de las gestiones realizadas por parte de la Diputación Provincial de Santander y del voto afirmativo de 99 de los 102 Ayuntamientos que constituían la provincia, del Consejo Provincial del Movimiento Nacional (excepto la abstención del Alcalde de Santander), de la Hermandad Nacional y Provincial de Alféreces Provisionales (por unanimidad), la petición no prosperó, sobre todo por la oposición del Ayuntamiento de Santander. Valdeprado del Río y Peñarrubia también consideraron que no era necesario el cambio de nombre. Tendría que llegar el 1 de febrero de 1982 para que la Provincia de Santander acomodara su denominación a la que histórica y tradicionalmente le corresponde, zanjando definitivamente una cuestión antigua entre las gentes de la región a la vez que un anhelo hondamente sentido.
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