- Cántabros
-
Cántabros
Cántabros Pueblo prerromano del Imperio romano Información Habitantes Etnia de los Celtas. Tribus: avariginos, blendios, concanos, coniscos, orgenomescos, plentusios, tamáricos y vadinienses. Idioma Desconocido, probablemente celta o europeo precelta.[1] Fundación Edad de Bronce.
Primeras referencias
en 195 a. C.Fronteras Turmogos (sur), Vacceos (suroeste), Astures (oeste) y Autrigones (este). Administración Correspondencia actual Cantabria, este de Asturias, norte de Palencia y de Burgos, noreste de León y oeste de Vizcaya. Principales ciudades: Amaia, Concana, Octaviolca, Orgenomescum, Vadinia, Vellica, Moroica, Aracillum, Noega Ucesia, Bergida, Acella, Tritino Bellunte y Decium. Los cántabros (en latín; cantabri, de cantăber) fue el nombre dado por los romanos a un conjunto de antiguos pueblos que habitaba en el norte de la península Ibérica y cuyo territorio se extendía en tiempos de las Guerras Cántabras por la práctica totalidad de la comunidad autónoma de Cantabria, el norte de la provincia de Burgos y de Palencia, el noreste de la provincia de León, el este del Principado de Asturias y la parte más occidental de Vizcaya. Tenía por ciudad principal Amaya y eran vecinos de autrigones, turmogos, vacceos y astures.
A través de las fuentes clásicas se tiene noticias de varias tribus o clanes, como pueden ser los salaenos, orgenomescos, avariginos, blendios y coniscos en el litoral, concanos, plentusios, tamáricos y vadinienses en el interior.
Contenido
Descripciones
La primera cita histórica documentada sobre este pueblo nos la proporciona Catón el Viejo en su obra Orígenes, de la que se conservan varios fragmentos. Uno de ellos habla de la campaña que el propio Catón realizó por la península Ibérica cuando era cónsul en el año 195 a. C. Dice: «...fluvium Hiberum: is oritur ex Cantabris, magnus atque pulcher, pisculentus»: «El río Ebro: nace en tierra de Cántabros, grande y hermoso, abundante en peces».
Este tipo de referencias nos muestra que la denominación de estos pueblos como Cantabri era conocida en el siglo III a. C., lo que permitiría datar su génesis entre finales de la Edad de Bronce y principios de la Edad de Hierro. A partir de ese escrito de Catón, las citas de historiadores y geógrafos griegos y latinos son numerosas, sobre todo durante su resistencia en las Guerras Cántabras, nombre con el que se conocen las guerras de cántabros y astures contra Roma.
Nos han llegado algunos fragmentos que describen a estos indómitos pueblos, como el verso del poeta Horacio: «Cantabrum indoctum iuga ferre nostra», que significa «El cántabro, no enseñado a llevar nuestro yugo», o extracto del geógrafo romano Estrabón que recogemos a continuación:
Estos se alimentan, en dos tiempos del año, de bellota, secándola, moliéndola y haciendo pan de la harina. Forman bebida de cebada; tienen poco vino, y el que llega lo consumen luego en convites con los parientes. Usan manteca en lugar de aceite. Cenan sentados, dispuestos a este fin asientos en las paredes. La edad y la dignidad llevan los primeros lugares. Mientras se sirve la bebida bailan a son de gaita y de flauta. Vístense todos de negro con sayos, de que forman cama, echándolos sobre jergón de hierbas. Tienen vasos de cera como los celtas, y las mujeres gastan ropas floridas o de color de rosa.
En lugar de dinero conmutan una cosa por otra, o cortan algo de una lámina o plancha de plata.
A los condenados a muerte los precipitan desde una roca, y a los patricidas los cubren de piedras fuera de sus términos o de sus ríos.
Los casamientos son al modo de los griegos; y a los enfermos los sacan al público, como los egipcios, a fin de tomar consejo de los que hayan sanado de semejante accidente.
Hasta el tiempo de Bruto usaban barcas de cuero; ya tienen algunas de troncos de árboles.
La rusticidad y fiereza de sus costumbres proviene no sólo de las guerras, sino de vivir apartados de otras gentes, y faltando comunicación falta también sociedad y humanidad. Hoy se ha remediado algo por el trato con los romanos después de sujetarlos Augusto; pero los que tienen menos comunicación son más inhumanos, contribuyendo para ello la aspereza de los montes en que viven.
Lávanse con orines que dejan pudrir en las cisternas, y hombres y mujeres se limpian con ellos los dientes.
Las madres mataban a los hijos en tiempo de la guerra cantábrica para que no cayesen en manos de sus enemigos. Un mozo, viendo a sus padres y hermanos prisioneros, los mató a todos por orden del padre, que le dio el hierro para ello. Otro, llamado a un convite, se arrojó en el fuego.
Parécense a los celtas, a los de la Thracia y Scitia.
Las mujeres labran los campos, y cuando paren hacen acostar a los maridos y ellas les sirven. Cuéntase también en prueba de la demencia cantábrica que algunos, viéndose clavados en cruces por sus enemigos, cantaban alegremente, lo que indica fiereza.
De una hierba semejante al apio forman un veneno activísimo que mata sin dolor, y lo tienen a la mano para usarlo en cualquier adversidad, especialmente por si daban en manos de romanos.
Otras cosas, dice, usan no tan de fieras, como es que el varón dota la mujer; que instituyen herederas a las hijas y éstas casan a los hermanos, lo que no es muy civil por incluir algún imperio de la mujer sobre el hombre.
Enrique Flórez — Estrabón. La Cantabria, 1768.Genealogía
En los yacimientos arqueológicos cantábricos se encuentran, sobre un substrato neolítico matriarcal, elementos de poblaciones indoeuropeas previas a las célticas. Estas poblaciones procederían de la región del Danubio y la cultura funeraria de Campos de Urnas durante el Bronce para asentarse posteriormente, durante el segundo milenio a. C., en torno al alto Ebro.
Tanto los gentilicios usados por algunas tribus o clanes cántabros —en particular el de los orgenomescos/¿argentomescios? desplazados finalmente al interior más montano—, así como los cultos equinos, son similares a los de los sármatas y moesios, Mekhi o micénicos.[cita requerida] Estos últimos, de lengua indoeuropea también, procedían de las regiones al norte del Danubio y emigraron a lugares muy remotos conservando sus nombres originales o variantes, según James P. Mallory.[cita requerida] Aunque no se puede aceptar ninguna base étnica, estudios genéticos indiciarios de la actual población, detectan en los genes masculinos un porcentaje significante con filiación al haplogrupo E3b, que en Europa es mayoritario en poblaciones contemporáneas del ámbito del Mar Egeo, Macedonia, Bulgaria, Albania y la antigua Tracia. Este elemento genético pudo muy bien haber llegado posteriormente también a Cantabria con las colonias de romanos o dentro de las confederaciones de vándalos, alanos y godos.[cita requerida]
El clan dominante en la zona más fértil y de acceso a los pasos de altura, los plentusios/¿plentuish?, está relacionado con la cultura posterior de La Tène, propiamente céltica y proveniente del bajo Rin.[2] Pudiera ser de las primeras tribus desalojadas por tribus germanas con anterioridad al 300 a. C.[3] Estos son, quizás, similares en etimología e identidad a los Pelendones celtibéricos entre los ríos Ebro y Duero.[cita requerida]
Concanos, coniscos, salaenos y otros pueblos pudieron haber sido relegados a zonas menos favorables de pastoreo. Dentro de la comunidad tribal al parecer representan grupos célticos del Hallstatt o gentilidades matriarcales paleolíticos afines a los vascos como señala Joaquín González Echegaray.[cita requerida]
Tribus cántabras
Los Orgenomescos eran una tribu cántabra asentada en el norte de España, entre el río Sella en Asturias y la zona oeste de Cantabria. Su nombre proviene del céltico org-no - golpear, matar, saquear, y mesk - locura, borrachera; por lo que se puede traducir su nombre por «los que se embriagan en la matanza».
Los vadinienses fueron una tribu cántabra. Su nombre procede de la ciudad de Vadinia, de la cual se desconoce el emplazamiento aunque se discuten diversas posibilidades. Su ámbito geográfico abarcaba el oeste de Cantabria, el este de Asturias y el noreste de León (España). Dentro de la tribu se pueden distinguir cuatro clanes: arcaedunos, aroniaecinos, cantianos y corovescos [1]. La tribu vadinense, como los demás pueblos cántabros y astures, combatió en un principio contra las tropas romanas, si bien al final aceptaron su dominio y cultura.
Los concanos eran una de las tribus antiguas existente en el territorio de la actual Cantabria. Su capital era la ciudad de Concana, que el geógrafo alejandrino Ptolomeo la sitúa en el mismo meridiano que Julióbriga, siendo la ciudad más septentrional de Cantabria según este, pero la misma longitud la atribuye Ptolomeo a Lucentum (Alicante), lo que exige prevenirse ante la inexactitud de su obra.
Actualmente su situación es desconocida. Algunos autores han señalado erróneamente su relación con el topónimo Santillana, en realidad procedente del hagiónimo Santa Juliana. Para otros, podría estar localizada en Liébana, cerca del actual pueblo de Congarna, ya que los datos aportados por Ptolomeo pudieran ser erróneos debido a la concepción especial del mapa de Cantabria que éste poseía.[cita requerida]
Referencias
- ↑ [es.geocities.com/orgenomescos/articulos/lengua.htm Texto sobre la lengua de los cántabros].
- ↑ Blenden (=relucir, brillar, cegar, resplandecientes) es aún un distrito de Alemania en la ancestral zona belga
- ↑ Henri Hubert se percataría ya de esto en el albor de los estudios célticos.
Enlaces externos
- Cantabria Infinita, patrimonio e historia
- Historia de Cantabria
- Zona arqueológica de la Ulaña
- Juego de Estrategia sobre las guerras Cantabras
Categorías: Pueblos prerromanos de España | Pueblos prerromanos de Cantabria | Historia de Cantabria | Enemigos y aliados de la Antigua Roma | Guerras Cántabras | Iberia
Wikimedia foundation. 2010.