- Inflación objetivo
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Inflación objetivo (en inglés Inflation Targeting) se refiere a una estrategia de política monetaria para controlar la inflación en donde el Banco central proyecta y publica una tasa de inflación proyectada o "target", y luego intenta dirigir la inflación real hacia la meta propuesta mediante el uso de variaciones del tipo de interés y otros instrumentos monetarios.
En general, contiene cinco elementos principales:
- Un anuncio público por parte de las autoridades monetarias, del objetivo de inflación a medio plazo
- Un compromiso institucional con la estabilidad de precios como objetivo principal de la política monetaria
- Una estrategia informativa en la cual se incluyen muchas variables —además de los agregados monetarios y el tipo de cambio— en la determinación de los instrumentos y la postura de la política,
- Una mayor transparencia con el público y los mercados en la comunicación de los planes, objetivos y resoluciones de las autoridades monetarias
- Una mayor atribución de responsabilidad al banco central, en el cumplimento de sus objetivos de inflación.
Evidencia empírica
Esta estrategia ha sido utilizada con éxito en muchos países desarrollados y en un número creciente de países menos desarrollados, incluyendo Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Polonia, República Checa, Sudáfrica, Corea del Sur y Tailandia.
De acuerdo con un estudio del National Bureau of Economic Research por Fraga, Goldfajn y Minella, el promedio de la inflación correspondiente a ambos grupos de países ha bajado significativamente tras su adopción. En los países desarrollados, la inflación anual promedio se redujo de 3,72%, en la víspera de la entrada en vigencia de la nueva política, a 2,71%, pasados doce meses desde su puesta en marcha. En los países menos desarrollados, la inflación anual promedio bajó de 13,11%, en la víspera de la adopción de la nueva política, a 8,31%, transcurridos doce meses desde su implementación.
Ventajas
Tres ventajas significativas de la Inflación objetivo son:
- La amplitud de las variables utilizadas en la fijación de la política monetaria.
- Su relativa sencillez para ser comprendida por el público.
- La tendencia a que, con su aplicación, el debate político se circunscriba a aquello que es alcanzable con la política monetaria de un banco central en el largo plazo —controlar la inflación—, y no en lo que no es alcanzable, como, por ejemplo, aumentar el ritmo de crecimiento de la producción, disminuir el desempleo o elevar para lograr competitividad externa.
Criticas
Tres importantes desventajas de la Inflación objetivo, que han sido señaladas por varios críticos y que son particularmente relevantes para países menos desarrollados, son:
- El débil grado de responsabilidad del banco central, por lo difícil que resulta controlar la inflación y los rezagos que existen entre la aplicación de la política y la consecución de los resultados.
- La imposibilidad de que con esta estrategia de política monetaria se garantice la disciplina fiscal, que es un requisito clave para su adopción.
- La inestabilidad financiera a la que podría dar lugar la flexibilidad cambiaria requerida por esta política.
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