- Jornada del foso
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La jornada del foso fue un hecho histórico acaecido en la ciudad de Toledo (España), en el siglo VIII.
En el año 797 gobernaba en la España musulmana el emir árabe Alhakén I. Toledo era una ciudad sometida al emir pero con autonomía propia. Su población estaba formada por visigodos, hispanorromanos (renegados la mayoría), árabes y judíos (estos establecidos en el campo). Alhakén quiso terminar de una vez con la independencia y autonomía de que gozaba la ciudad y dispuso una trampa. Mandó como nuevo gobernador de Toledo a un muladí de su confianza llamado Amrú (Jiménez de Rada le llama Ambroz). Para celebrar el nombramiento, el muladí invitó a su palacio a las personas más destacadas, ricas e influyentes, en total más de 400. Durante el banquete las degolló a todas y mandó arrojar sus cabezas a un foso preparado de antemano para el desenlace.[1]
Entre los personajes degollados se hallaba el arzobispo Elipando de Toledo, defensor del adopcionismo.
La conocida frase "pasar una noche toledana", para indicar que no se ha dormido, puede hacer referencia a estos sucesos narrados,[2] si bien Sebastián de Covarrubias o Gonzalo Correas han dado explicaciones alternativas.[3]
Referencias
- ↑ Rodrigo Jiménez de Rada, De rebus Hispaniae o Historia gótica[
- ↑ Historias de la historia
- ↑ Explicación de la frase hecha Pasar una noche toledana.
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