- Litiasis urinaria
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Litiásis urinaria o también nombrada, cálculos renales, piedras en el riñón, cálculos en el riñón, litiásis renal o nefrolitiasis. Son masas sólidas compuestas de pequeños cristales. Se pueden presentar uno o más cálculos al mismo tiempo alojados en el riñón o en el uréter. Son acumulaciones similares a piedras que se forman a partir de sales minerales. Sin embargo, estas piedras urinarias (o cálculos) son clasificadas con mayor precisión de acuerdo a dónde se descubren primero, en los riñones, los uréteres (conductos renales), o la vejiga.
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Tipos de cálculos renales
Distintos tipos de cálculos urinarios tienen diferentes causas. Por ejemplo:
- Cálculos de calcio: La forma más común, se presentan cuando hay exceso de calcio u oxalato en la sangre. Tomar ciertas drogas o exceso de vitamina D puede aumentar las concentraciones de calcio. La genética o una buena dieta con alimentos ricos en oxalato como la espinaca pueden elevar los niveles de oxalato.
- Cálculos de ácido úrico: El ácido úrico en exceso, un subproducto del metabolismo de las proteínas, puede cristalizarse en forma de cálculos.
- Cálculos de Estruvita: Los cálculos de estruvita son creados por bacterias que infectan el tracto urinario, y generalmente aparecen en mujeres.
- Cálculos de Cistina: Estos cálculos poco frecuentes ocurren en personas con una enfermedad hereditaria que hace que los riñones excreten grandes cantidades de ciertos aminoácidos.
Según una estimación, 1 de cada 10 personas desarrollará cálculos urinarios alguna vez en su vida. Los factores de riesgo incluyen:
- Género: Por lo general, los cálculos se desarrollan en hombres, quienes son de 2 a 3 veces más propensos que las mujeres a desarrollar este problema.
- Edad: La mayoría de los cálculos ocurren en hombres de entre 40 y 60 años.
- Estilo de vida: Los factores incluyen sedentarismo, hacer una dieta rica en proteínas animales; y no beber suficiente agua.
- Infección crónica de las vías urinarias.
Los cálculos renales pueden ser tan diminutos como un granito de arena o tan grandes como una perla. Incluso algunas piedras pueden tener el tamaño de una pelota de golf. La superficie de la piedra puede ser lisa o con picos. Por lo general son de color amarillo o marrón. Es posible que tomando algunas pastillas como L-carnitina o populares preparados vitamínicos con calcio o magnesio se ayuda a la aparición de las piedras. Algunos cálculos renales ocupan el espacio que se conforma por la pelvis renal dando a lugar a cálculos renales con forma de coral o litiasis coraliforme.
Sintomatología
Los síntomas de cálculos urinarios generalmente aparecen súbitamente. Estos incluyen:
- Fuerte dolor de espalda.
- Náuseas y vómito ocasional.
- Imposibilidad de estar parado, sentado o acostado cómodo.
- Sensación de ardor intenso durante la micción o sangre en la orina.
Otros síntomas pueden aparecer debido a una infección producida por el cálculo. Estos incluyen:
- Escalofríos y fiebre.
- Orina turbia y de olor fétido.
- Micción sumamente dolorosa.
Diagnóstico
La mayoría de los cálculos se descubren después de que causan los síntomas. El médico comienza con un éxamen físico para descartar cualquier otra enfermedad seria, como la apendicitis aguda. Se realiza un análisis de orina para determinar si hay infección o sangre. El médico hace una serie de preguntas sobre historia médica y hábitos en el estilo de vida, como la dieta y también el ejercicio.
Luego, el médico trata de localizar el cálculo y determinar su tamaño. Es posible que indique los siguientes estudios:
- Radiografía: Una placa radiográfica tradicional del área pélvica, riñones y vejiga es por lo general suficiente para localizar los cálculos urinarios.
- Pielograma intravenoso: Para este tipo de radiografía, se inyecta una tintura de uso médico en el torrente sanguíneo para lograr contraste visual en la radiografía, permitiéndole al médico ver con claridad el cálculo y evaluar el grado de obstrucción.
- Tomografía computada (TC): La TC brinda radiografías de alta resolución y puede verificar la ubicación del cálculo y el grado de obstrucción sin necesidad de tintura de contraste intravenosa.
Tratamiento
Todos los cálculos urinarios deberían tratarse para evitar complicaciones serias, e incluso fatales. El tratamiento varía de acuerdo con la localización, el tamaño, y la composición química del cálculo.
La mayoría de los cálculos pequeños finalmente se expulsan del cuerpo por sí solos. Por este motivo, al paciente con cálculos pequeños se le recetan medicamentos para el dolor y se lo instruye para que tome todo el íquido que pueda para ayudar a expulsar el cálculo.
Si el cálculo representa una amenaza para la salud del paciente, si el dolor se vuelve continuo, o si el cálculo no se expulsa en un tiempo razonable, se puede extraer mediante procedimientos. Entre ellos:
- Litotricia: En este procedimiento, las ondas de sonido creadas fuera del cuerpo pulverizan el cálculo dentro del cuerpo.
- Ureterorrenoscopia: La ureterorrenoscopia permite al cirujano visualizar y extraer los cálculos a través de la abertura urinaria. Una vez que el cálculo se ha localizado, el cirujano puede asistirlo con pequeñas pinzas y extraerlo, o lo fragmenta usando ondas de sonido o láser.
- Cirugía.
Remedios populares
- Un método utilizado por los indios de Nuevo México para disolver las piedras de los riñones consiste en tomar, ante los primeros síntomas, un vaso de recién exprimido de zumo de limón en el que se habrá introducido un huevo de pava (sin cascara).
- En las comunidades amish ubicados en los Estados Unidos se diluyen los cálculos de riñón mediante infusiones de hojas de aguacate y grandes cantidades de zumo de manzana recién exprimido.
- Las Algas fucus son muy efectivas para disolver los cálculos renales. Para ello, se deben tomar diariamente, ya sea como alimento o en forma de pastillas.
- Un remedio gitano para los cálculos renales consiste en mezclar medio litro de leche muy caliente con igual cantidad de vino. Se le quita la nata que se forme y añade un buen puñado de flores de manzanilla. Luego se poner al fuego hasta que se disuelva bien. Se toma una taza al día, sobre todo, cuando se sientan los cólicos
- Un remedio antiguo alemán indica que se debe beber cuatro o cinco botellas de cerveza negra calentadas hasta el hervir para eliminar los cálculos.
- Para ayudar a que pasen las piedras, se recomienda tomar abundante jugo de pepino.
- Para calmar los dolores de los cálculos renales, se debe hervir una onza de jengibre fresco en un litro de agua durante diez minutos. Luego, se debe colocar paños aún calientes y mojados con esta preparación donde se sienta el dolor o cólico.
- Otro remedio para los dolores consiste en colocar una cataplasma de salvado de trigo y agua caliente.
- Para eliminar arenillas y cálculos, se debe comer a diario una notable cantidad de berros o beber 1/4 taza de jugo de espárrragos dos veces al día.
- Verter dos puñaditos de raíz de diente de león en una taza de agua y, tras hervirla, se deja reposar durante media hora aproximadamente. Esta infusión, tomada tres veces al día durante dos meses, ayudará a prevenir los dolores de los cálculos y los disuelve.
- Hervir, durante 10 minutos, la barba de 7 mazorcas de maíz en medio litro de agua. Colar y beber a diario.
- Lavar y cortar en pedazos tres rábanos, colocarlos dentro de una taza con agua y espolvorear 1 cucharada de azúcar. Dejar macerar durante 12 horas) y luego colar para obtener un jarabe. Tomar dos cucharadas en ayunas hasta que los cáculos sean expulsados.
- Hervir, durante 10 minutos, un puñado de raíces de puerro, 1 cebolla picada y 3 ramas de perejil igualmente picada en medio litro de agua. Añadir una cucharadita de aceite y otra de sal. Beber esta preparación a lo largo del día. Este remedio resulta ideal para los cólicos ocasionados por los cálculos renales.
Recomendaciones
Existen varias recomendaciones que ayudan para combatir las piedras en los riñones:
- Tomar. por lo menos, 8 vasos de agua.
- Consumir fibras (por lo menos 18 gramos al día) y alimentos que contengan vitamna A y B, ya que se ha comprobado por estudios que reduce la cantidad de calcio de la orina y así se disminuyen las probabilidades de la generación de cálculos.
- Reducir la cantidad de proteína animal, ya que le da trabajo adicional a los riñones. Por ello, se recomienda consumir más pescado.
- Verificar las medicinas que se están consumiendo, ya que existen antiácidos que se venden sin receta que contienen elevadas cantidades de calcio lo que puede contribuir a la formación de cálculos.
- Mantenerse en actividad (hacer ejercicio, caminar, etc.) ya que la gente inactiva tiende a acumular mucho calcio en su torrente sanguineo; mientras que la actvidad ayuda a devolver el calcio a sus huesos.
- Llevar el cálculo al doctor, si lo desaloja, para analizarlo en un laboratorio así podrá determinar el tipo de cálculo y le ayudará a usted a evitar otro en el futuro.
Véase también
- Riñones
- Pielonifritis
- Pielonefritis Crónica
- Insuficiencia renal
- Cistitis
- Infección urinaria y embarazo
Fuentes
Categoría:- Enfermedades
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