Luis Velázquez

Luis José de Velázquez y Velasco (Málaga, 1722 - Málaga, 1772) fue un aristócrata, antólogo, arqueólogo e historiador español. Ostentaba el título de marqués de Valdeflores y el señorío de Sierrablanca, y el hábito de la Orden de Calatrava. Su nombre completo era Luis José Zaccharia Velázquez Arra, y el origen de su casa noble era el señorío de Valdeflores, de relativa antigüedad (era el titular número 12). Su familia ocupaba uno de los puestos de regidor perpetuo de la ciudad de Málaga.^[1] El rey Carlos III le elevó a marqués (aunque fue Luis el que obtuvo la dignidad, computó como segundo marqués, al cederla en favor de su padre).^[2]

Estudió jurisprudencia y filosofía en el Colegio Imperial de San Miguel de Granada desde 1735, y se doctoró en teología en Roma en 1745. Fue miembro de la Real Academia de la Historia desde 1751. Además de estudios históricos y arqueológicos, se dedicó a la recopilación de poesías (poemas de Francisco de la Torre) y al estudio de la literatura española (Orígenes de la poesía castellana, 1754). Entre otras obras originales, escribió El cortejo (1763).^[3] Investigó las escrituras prerromanas en Ensayo sobre los alfabetos de las letras desconocidas... (1752), y bastante sobre numismática, como Conjeturas sobre las medallas de los reyes godos y suevos de España (1759), y todo tipo de antigüedades.

Recibió una comisión del rey Fernando VI, a través del marqués de la Ensenada, su protector, para realizar un Viaje por España (que publicará en 1765 -no debe confundirse con el Viage de España de Antonio Ponz, 1772-). Se conserva, redactada por Ensenada, la Instrucción que ha de observar Don Luis Velázquez de la Real Academia de la Historia, en el viaje a que está destinado para averiguar y reconocer las antigüedades de España (11 de febrero de 1752).^[4] También se le encargó realizar una nueva Historia General de la Nación, de carácter civil, que se complementaría con una obra semejante de carácter eclesiástico encargada a Francisco Pérez Bayer, ambas coordinadas por Andrés Marcos Burriel.^[5] Desde 1754, la caída de Ensenada suspendió los trabajos y el cobro de la pensión mensual de tres mil reales que recibía por ellos.^[6] Pedro Rodríguez de Campomanes, un competidor de Velázquez desde hacía tiempo atrás, fue nombrado en 1764 como director de la Academia, con lo que su posición en el mundo intelectual quedó seriamente comprometida.^[7]

Durante el motín de Esquilache (1766) se vio implicado en la redacción del documento que los amotinados hicieron firmar al presidente del Consejo de Castilla (el obispo de Cartagena, Diego de Rojas y Contreras), y se le atribuyó la autoría de alguno de los pasquines contra Esquilache.^[8] La Pesquisa Secreta posterior (dirigida por su enemigo Campomanes) llegó a la conclusión de que su papel no fue casual ni inocente, y que respondía a su relación con los jesuitas (era amigo del padre López y otros) y los llamados ensenadistas. Se le mantuvo en prisión entre 1766 y 1772 (primero en Alicante y más tarde en el castillo de Alhucemas),^[9] tras lo cual se relajó su situación, quedando reducida, en enero de 1772, al destierro en sus propiedades de Málaga, ciudad de la que, como su padre, era regidor perpetuo.

A los pocos meses de llegar le sobreviene una apoplejía de la que no se recupera, falleciendo el 7 de noviembre de 1772, recién cumplidos los 50 años. Fue sepultado en la cripta familiar de la iglesia del convento de San Pedro de Alcántara. Dejó una enorme cantidad de legajos y varias obras inéditas, que se conservan desde 1796 en la Real Academia de la Historia,^[10] materiales de gran valor que sólo en el último decenio, y poco a poco, van siendo sacados a la luz y mejor conocidos.

Notas