- Sitio de Lilibea
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Sitio de Lilibea Parte de Primera Guerra Púnica Fecha 250 a. C. Lugar Lilibea, Sicilia Resultado Victoria cartaginesa Beligerantes República romana República de Cartago Comandantes Cayo Atilio Régulo
Lucio Manlio Vulso LongoHimilcón Fuerzas en combate +20.000 +20.000 Mesina – Agrigento – Islas Lípari – Milas – Sulci – Tindaris – Cabo Ecnomo - Aspis - Adís – Llanos del Bagradas – Palermo – Lilibea - 1ª de Drépano – 2ª de de Drépano – Monte Ercte – Islas EgadasEl sitio de Lilibea enfrentó al ejército consular romano dirigidos por Cayo Atilio Régulo y Lucio Manlio Vulso Longo y a los cartagineses dirigidos por Himilcón en 250 a. C., en la Primera Guerra Púnica.
A raíz de su victoria en la batalla de Palermo (251 a. C.), el Senado romano decidió hacer un esfuerzo decidido para poner fin a los combates en Sicilia. En consecuencia, se planteó una nueva flota, con 240 barcos. Los dos cónsules para 250 a. C. fueron enviados a Sicilia, con cuatro legiones. La fuerza combinada romana podría haber contenido hasta 100.000 hombres, incluyendo las tripulaciones de los barcos de guerra y las tropas auxiliares que normalmente acompañaban a las legiones.
Al principio los romanos llevaron a cabo un vigoroso asedio. Los cónsules de 250, Cayo Atilio Régulo y Lucio Manlio Vulso Longo, fueron hombres con más experiencia que lo que habían sido los cónsules anteriores. Se construyeron obras de asedio alrededor de la ciudad, construyeron arietes, catapultas y torres de asedio, intentaron minar bajo las murallas de la ciudad y hasta bloquear el puerto.
En este punto al principio del asedio, la defensa se basó casi exclusivamente en una fuerza de 10.000 mercenarios dentro de la ciudad. Según Polibio, cuando los cartagineses veían el final, algunos de los comandantes mercenarios dentro de Lilibea decidieron desertar a los romanos. Por suerte la conspiración se descubrió, y los culpables se encontraron en la imposibilidad de regresar a la ciudad desde el campamento romano. Los mercenarios se mantuvieron leales, y poco después una gran cantidad de refuerzos llegaron a la ciudad de África. La flota que había traído los refuerzos luego navegó cerca de la base cartaginesa en Drépano, desde donde se pudo proporcionar un valioso apoyo a la guarnición sitiada.
Dos acontecimientos impidieron a los romanos continuar la realización del sitio. Primero, una destructiva tormenta soplo alrededor de Lilibea, arrasando muchas de las estructuras defensivas alrededor de las máquinas de asedio romanas. Aprovechando esto, los defensores de la ciudad prendieron fuego a las vulnerables máquinas de asedio, y avivado por los vientos el fuego destruyó la mayoría de las máquinas de asedio romanas.
Este daño podría haber sido reparado con el tiempo, pero un siguiente golpe caería sobre los romanos. Al año siguiente llegaron nuevos cónsules, y los refuerzos de la flota. El cónsul mayor, Publio Claudio Pulcro, decidió lanzar un ataque sorpresa contra la flota cartaginesa en Drépano. La batalla resultante de Drépano fue la única derrota naval grave para los romanos en la guerra. 93 de sus barcos fueron capturados por los cartagineses, y quizás sólo escaparon 30. Claudio cayó en desgracia, fue llamado de vuelta a Roma, y se le impuso una multa. Poco después de la derrota en Drépano una flota de suministro bajo el segundo cónsul, Lucio Junio Pulo, fue destruida por una combinación de acción de Cartago y el mal tiempo. Sin una flota, los romanos no podían correctamente bloquear Lilibea, y así se vieron obligados a levantar el largo asedio.
La derrota en Drépano supone el final de la fase activa del sitio de Lilibea. Los romanos consiguieron suministros que llevan en carretas a través de Sicilia, e intentaron aislar Drépano. Cartago designó a Amílcar Barca jefe de la misión en Sicilia en 247 a. C., y éste concentra sus esfuerzos en otras partes de la isla. El sitio de Lilibea termina únicamente después de que los romanos ganaran una decisiva batalla naval en las islas Egadas (241 a. C.). Esta derrota finalmente fuerza a Cartago a negociar la paz con los términos de los romanos. Una de estas condiciones del tratado de paz indica que Cartago tiene que evacuar sus últimas posesiones en Sicilia, entre ellas Lilibea.
Referencias
- Polybius. Translated by W.R. Paton. The Loeb Classical Library. Cambridge (MA), Harvard University Press, and London, William Heinemann, 1922-1925. Digitized copy in: LacusCurtius.
- Diodorus. Translated by C.H. Oldfather. The Loeb Classical Library. Cambridge (MA), Harvard University Press, and London, William Heinemann, 1933-1957.
- Walbank, F.W., A Historical Commentary on Polybius. Oxford, Oxford University Press, 1957.
- Freeman, E.A., The History of Sicily. Oxford, Oxford University Press, 1894. Digitized copy in: Internet Archive.
- Morrison, J.S., Greek and Roman Oared Warships, 399-30 B.C.. Oxford, Oxbow Books, 1996
Categoría:- Batallas de la Primera Guerra Púnica
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