- Capilla de los negros (Chascomús)
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Capilla de los negros (Chascomús)
La Capilla de los negros de la ciudad argentina de Chascomús, provincia de Buenos Aires fue originalmente creada en 1861 como sede de una hermandad de negros. En la actualidad la construcción tiene techo de zinc, paredes descubiertas, piso de tierra y alberga una rústica imagen de la Virgen morena de los Milagros, antigua talla venerada por la comunidad negra del lugar. A su lado se halla la Virgen del Rosario rodeada de ofrendas. Sirvió como centro asistencial durante las epidemias de cólera y fiebre amarilla en la segunda mitad del siglo XIX y también en ella se refugiaron los heridos durante la batalla de Chascomús.
Con el tiempo se convirtió en un lugar de oración para los católicos pero, a pesar de llamársele capilla, el edificio nunca fue reconocido como tal por la iglesia de esa religión, razón por la cual no se realizan misas. Se encuentra ubicada sobre la llamada antiguamente calle ancha, hoy Boulevard Lamadrid, esquina Venezuela, a una cuadra de la laguna del mismo nombre que la ciudad.
Historia
El primer asentamiento cercano a la actual laguna de Chascomús fue realizado en 1777, dos años más tarde se hizo un primer fortín para contener a los indígenas. Alrededor de este fuerte fueron levantando sus viviendas los estancieros y pobladores de la zona, utilizando para estos trabajos a los negros y mulatos esclavos que, aún cuando ya fueron liberados, los seguían manteniendo a su servicio. Los negros vivían fieles a sus tradiciones africanas, aunque muchos eran nacidos en el país, agrupados en el Barrio del Tambor, cerca del casco histórico.
En 1861 decidieron construir un edificio para su sede. Se desconoce si tenían una organización comunitaria previa o si había otra construcción, lo cierto es que enviaron al municipio una nota firmada por José Antonio Silva en nombre de la nueva hermandad de morenos instituida en este pueblo con el título de Bayombé de Invenza. Pedían construir un Cuarto de las Ánimas y demás objetos indispensables a nuestros regocijos festivos. En este pedido no usaron la palabra capilla en ningún lugar. El municipio les otorgó un terreno amplio para la época, separado del pueblo por la Alameda y anexo al cementerio; sobre la barranca a la laguna. Tenía un amplio lugar abierto para los bailes, reuniones y otras actividades sociales que ellos realizaban. Se construyó un edificio rectangular, cuyas paredes primitivamente fueron en su totalidad de adobe, revocadas con barro, y en su interior pintadas de blanco; el techo a dos aguas era de paja, sostenido por gruesas cañas tacuara, cuatro ventanas y puerta al frente de medio punto. El piso era de tierra apisonada, no había color en la fachada, ni había revoque exterior.
En el interior no existía elemento alguno de tipo religioso católico.
La construcción, si bien bastante deteriorada por la acción del tiempo y la falta de cuidado, se conservaba tal como era, hasta que en 1950 un violento temporal casi acabó con ella, pues destrozó el techo, las ventanas y gran parte de las paredes entre otras cosas.
Su precario estado movió a su comunidad a encarar la reparación. Así, ayudados por la municipalidad, resolvieron reconstruirla en su totalidad, aunque conservando sus antiguas imágenes. Pero sufrió varios cambios en su aspecto. De los dos frontis quedó uno solo, el techo se cambió por chapa acanalada, se pintaron los zócalos de verde inglés al igual que la puerta y las ventanas, se cambiaron los herrajes que estaban forjados a mano, y se quitaron las persianas de madera entre otras cosas. Entonces se le construyó un altar, un nicho para la Virgen de Rosario y otras modificaciones que convirtieron la construcción en una capilla católica, y aunque no está reconocida por la Curia como tal (razón por la cual no se celebran misas), las imágenes, los cuadros, velas, y la ornamentación lo transformaron en un sitio de religiosidad popular, aún para aquellos que no pertenecen a la primitiva comunidad.
Además de la Virgen del Rosario el sitio del honor lo ocupa la imagen de la Virgen Morena de los Milagros, antigua talla venerada por los negros que antaño vivieron en el lugar. También hay un altar con la imagen de San Martín de Porres: el Santo Moreno con su escobita que, según la tradición pasó toda su vida barriendo. También adornan la capilla la Virgen Gaucha de Luján, la de San Benito de Palermo y un retrato de Ceferino Namuncurá.
Durante la epidemia de cólera en 1868 y la de fiebre amarilla de 1871 fue utilizada para la atención de los enfermos. También en la construcción principal se refugiaron muchos de los heridos que combatieron contra Rosas en la batalla de Chascomús.
El solar donde se alza la capilla en avenida Lamadrid y Venezuela, que sigue siendo cuidada por un descendiente de la antigua comunidad, fue declarado Lugar Histórico el 22 de junio de 1962 por decreto nº 5674.
Referencias
- Schávelzon, Daniel (1999). Buenos Aires negra, arqueología histórica de una ciudad silenciada.. Emecé. ISBN 950-04-2459-2.
- Carlos Vigil (1968). Los Monumentos y lugares históricos de la Argentina. Editorial Atlántida.
- Guía turística del Automóvil Club Argentino (2006).
Enlaces externos
Véase también: Población negra en Argentina
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