La gran duquesa Elena Pavlovna de Rusia con su hija María. Retrato de Karl Briullov

Gran Duquesa Elena Pavlovna de Rusia. Nacida en Stuttgart el 9 de enero de 1807 y fallecida también en Stuttgart el 2 de febrero de 1873. Hija del príncipe Pablo de Württemberg, segundo hijo del rey Federico I de Württemberg, y de Carlota de Sajonia-Hildburghausen.

Primeros años de vida

Cuando era niña, Carlota vivió en París con su padre y su hermana menor Paulina. Su casa era muy modesta en comparación con otras personas reales, y es también en París donde estudió con varias personas intelectuales.

Gran Duquesa de Rusia

En 1822 fue prometida al gran duque Miguel Pavlovich de Rusia, hijo menor del zar Pablo I de Rusia y de Sofía Dorotea de Württemberg (María Feodorovna). Se decía que Carlota era una chica excepcional, muy inteligente y madura para la edad de 15 años. Miguel quedó evidentemente impresionado por su belleza y su aplomo y durante una recepción celebrada en su honor, encantó a todos los invitados por sus conversaciones. En 1823 fue bautizada en la Iglesia Ortodoxa Rusa como Elena Pavlovna. El 20 de febrero de 1824, la pareja se casó en San Petersburgo y se instalaron en el Palacio Mikhailovsky. Cuando la emperatriz viuda María Feodorovna murió en 1828, el palacio Pavlovsk fue heredado por Miguel y él y Elena lo utilizaban a menudo. Su matrimonio no fue feliz: Miguel sólo sentía pasión por el ejército y descuidó a Elena. Sin embargo, él y Elena tuvieron los siguientes hijos:

Hijos

• María Mikhailovna de Rusia|María Mikhailovna (1825-1846), fallecida soltera.
• Isabel Mikhailovna (1826-1845); casada con Adolfo, gran duque de Luxemburgo y muerta en un parto.
• Catalina Mikhailovna (1827-1894), casada con el duque Jorge Augusto de Mecklemburgo-Strelitz.
• Alejandra Mikhailovna (1831-1832)
• Ana Mikhailovna de Rusia (1834-1836)

Elena era una gran amiga de su cuñado, Alejandro I de Rusia y de su esposa, la emperatriz Luisa de Baden (Isabel Alexeievna) y también de la tímida María de Hesse (María Alexandrovna), la esposa del entonces zarevich Alejandro. Cuando su marido murió en 1849, se convirtió en patrocinadora de varias organizaciones benéficas y artísticas. Fundó el Conservatorio de San Petersburgo y un grupo de hermanas enfermeras que, al final, se convirtieron en los precursores de la Cruz Roja en Rusia.