Cornelius Oswald Fudge es un mago que ocupa el cargo de Ministro de Magia en los libros 1, 2, 3, 4 y 5 de la saga de Harry Potter. En el libro sexto, Fudge es finalmente relevado de su puesto en favor de Rufus Scrimgeour. En las películas sobre Harry Potter rodadas hasta el momento, Cornelius Fudge ha sido interpretado por el actor Sir Robert Hardy.

Evolución del personaje a lo largo de la saga

Primer y Segundo libros

El nombre del Ministro es mencionado por primera vez en Harry Potter y la piedra filosofal. Cuando Hagrid le explica a Harry que existe un Ministerio de Magia, le dice que al frente del mismo se encuentra "el viejo Cornelius Fudge", a quien describe así: "Nunca ha existido nadie tan chapucero. Así que envía lechuzas a Dumbledore cada mañana, pidiendo consejo."

Fudge hace una breve primera aparición en Harry Potter y la cámara secreta. Ante los misteriosos ataques que se suceden a alumnos de Hogwarts, el Ministro se presenta en la cabaña de Hagrid acompañado de Dumbledore y de Lucius Malfoy, y procede a arrestarlo y enviarlo a Azkaban, como principal sospechoso: en efecto el viejo guardabosques, hacía cincuenta años, también había sido acusado (y expulsado de Hogwarts) en las mismas circunstancias.

Los principales defectos de Fudge ya van quedando claros: en primer lugar su debilidad e indecisión; en segundo lugar, su dependencia casi obsesiva de otros que le digan lo que tiene que hacer. En los primeros libros esta dependencia lo será de Dumbledore, pero con el tiempo veremos que se irá alejando de él, para estrechar más y más su "amistad" con Lucius Malfoy, demostrando así también su incapacidad para detectar la adulación interesada de personajes oscuros y moralmente ambiguos.

Tercer y Cuarto libros

La primera aparición importante de Cornelius Fudge, y la primera vez también que se encuentra cara a cara con Harry, se da al principio de Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Harry huye en pleno verano de casa de los Dursley, esperando un severo castigo del Ministerio tras hinchar accidentalmente a su tía Marge; para su gran sorpresa, es el propio Ministro quien acoge con suma cordialidad al muchacho y lo toma bajo su protección, relativizando el incidente con la tía. Pronto se entera de que la huida del presunto criminal Sirius Black de la prisión de Azkaban había hecho temer al Ministerio por la vida de Harry, quien comenzó a verse perseguido por el oscuro mago en forma de perro negro. En efecto Black, que en tiempos había sido el mejor amigo de James Potter, y que como tal era el padrino de Harry, era señalado por todos como la persona que había traicionado a James y a su esposa Lily entregándolos a Lord Voldemort; antes de ser capturado había provocado, además, una matanza de muggles para asesinar a su antiguo amigo Colagusano. Hacia la mitad del libro, la influencia creciente de Lucius Malfoy sobre Fudge consigue de éste la condena a muerte de Buckbeak, el hipogrifo de Hagrid, que había herido accidentalmente a Draco Malfoy durante una clase del guardabosques. Al final se muestra que Black era del todo inocente de los crímenes que se le imputaban, y que el verdadero culpable de ellos había sido Colagusano, que había sobrevivido y llevaba años escondido como el ratón de Ron; pero, capturado Sirius por Severus Snape, Fudge le condena inmediatamente a recibir el beso mortal de un dementor. Ante la imposibilidad de demostrar la inocencia de Sirius y del hipogrifo, Dumbledore encarga secretamente a Harry y a Hermione la liberación de ambos utilizando un giratiempo. Fudge queda frustrado ante la inesperada y sorprendente fuga de los dos "criminales", pero se niega a creer a Snape, que trata inútilmente de convencerle de que detrás de todo ello estaba Harry Potter.

Las tensiones de Fudge con Dumbledore y con Harry estallan, sin embargo, tras los trágicos acontecimientos finales de Harry Potter y el cáliz de fuego, cuando al final del Torneo de los Tres Magos Cedric Diggory es asesinado y Harry revela a la comunidad mágica que Lord Voldemort ha vuelto. La reacción de Cornelius Fudge raya el histerismo, negando tercamente todos los indicios que demostraban el regreso del mago tenebroso; no le convence ni siquiera Snape cuando le muestra en su brazo la marca tenebrosa al rojo vivo, lo que indicaba que su antiguo amo le estaba convocando como mortífago. Fudge se revela así abiertamente como un personaje débil que, ante cualquier amenaza que desestabilice la tranquilidad del mundo mágico -y por tanto su propio poder como Ministro-, pierde la calma y prefiere cerrar los ojos a la realidad.

Quinto y Sexto libros

En Harry Potter y la Orden del Fénix se va exacerbando la antipatía y el miedo de Fudge hacia Dumbledore, en la errónea creencia de que su afirmación de que Voldemort ha vuelto es sólo un plan para arrebatarle el puesto de ministro. Utilizando en su favor todos los medios, incluyendo la presión sobre el periódico oficial del mundo mágico, El Profeta, el Ministerio de Magia comienza una campaña de difamación contra el anciano mago; en ella incluye a su joven "protegido", Harry Potter, único testigo del regreso de Voldemort, y que es presentado ante la opinión publica como un muchacho loco con un "enfermizo afán de protagonismo". Fudge mismo dirigirá la vista que se convoca contra Harry por el uso indebido de magia en presencia de muggles, después de que el joven mago se viese obligado a usar un patronus contra dos dementores que le atacaron a él y a su primo Dudley; en esta ocasión el ministro ve frustrado por Dumbledore su evidente intento de convertir la vista en un juicio sumarísimo, que expulsaría a Harry de Hogwarts y lo convirtiría en un mago marginado sin varita.

Con el fin de tomar el control de Hogwarts, Cornelius Fudge introduce en la plantilla de profesores a Dolores Umbridge para ocupar el puesto vacante de profesor de Defensa contra las Artes Oscuras. Al poco tiempo crea para ella el inédito cargo de Suma Inquisidora de Hogwarts: y así, decreto tras decreto, esta intrusa cruel y maquiavélica va acumulando cada vez más poder sobre la vida de alumnos y profesores, que ven convertido su curso escolar en una pesadilla. Finalmente, tras ser descubierto que Harry y sus amigos habían creado un grupo clandestino de alumnos llamado "Ejército de Dumbledore", Fudge acaba marcándose un triunfo sobre el viejo mago al decretar su prisión, y éste verse obligado a huir de la escuela para vivir una vida de prófugo de la ley. Parece así que el Ministerio y su mano larga Umbridge han vencido, pero los acontecimientos del final del libro, con el asalto de los mortífagos y del propio Lord Voldemort al Ministerio de Magia, suponen un giro de 180 grados en la situación. Fudge se ve obligado a aceptar la realidad tras ver con sus propios ojos, en el atrio de la institución, al mismísimo mago tenebroso en persona.

Al principio de Harry Potter y el misterio del príncipe, Cornelius Fudge visita al Primer Ministro Muggle (el Primer Ministro británico, cuyo nombre no se nos da) y le explica la nueva y dramática situación de guerra que vive el mundo mágico, que está afectando también al mundo muggle tras una sucesión de terribles e inexplicables "acccidentes". Se nos revela entonces que Fudge ha sido relevado de su puesto de Ministro de Magia, dado que la comunidad mágica ha dejado de confiar en él. En su nueva calidad de embajador del Ministerio ante el Gobierno muggle, Fudge le presenta entonces a su sucesor, el ex-auror Rufus Scrimgeour.

La última vez que aparece en la serie Cornelius Fudge es al final del mismo libro, asistiendo al funeral de Albus Dumbledore.

Segun la escritora J.K.Rowling dijo que al igual como Dolores Umbridge sera sentenciado a Azcaban por su difamacion hacia Harry y Dumbledore