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Ectotermia
La ectotermia es un término moderno que define la estrategia de muchos seres vivos para optimizar su temperatura corporal, arcaicamente conocido como poiquilotermia y aplicado a ciertos animales con temperatura corporal variable (muy incorrectamente agrupados como animales de sangre fría o poiquilotermos). La ectotermia es además un sistema de regulación del ritmo metabólico.
El grupo de ectotermos se relaciona principalmente con la familia de los reptiles. La temperatura corporal de estos depende exclusivamente de la temperatura del ambiente en el que se hallan.
Ventajas e inconvenientes
Este método, respecto al de los homeotermos, tiene ventajas y desventajas. Los homeotermos, al depender de la energía química que se desprende del hecho de comer, tienen que alimentarse a diario, incluso varias veces en un mismo día algunos seres (los humanos, por ejemplo) o en grandes cantidades diarias (en el caso de los elefantes). Por el contrario los ectotermos no tienen que alimentarse cada día, incluso pueden estar meses sin hacerlo. Como desventaja, los seres ectotermos no pueden habitar en ambientes muy extremos, ya que su temperatura depende totalmente del ambiente en el que se hallan, como ya se ha dicho. En cambio los homeotermos pueden vivir en hábitats más fríos o más calientes, siempre que puedan alimentarse para regular su temperatura corporal.
Métodos para estabilizar su temperatura
Los seres ectotermos usan diferentes métodos para intentar estabilizar su temperatura. Por ejemplo, los cocodrilos que se encuentran en el río Nilo, al anochecer entran en el agua, ya que ésta mantiene más la temperatura y se encuentra más caliente que el exterior, y cuando amanece salen con los primeros rayos de sol y se quedan quietos, con la boca abierta, para tener más superficie en contacto directo con los rayos solares.
Los ectotermos son animales que toman su temperatura del medio, pero no por ello su temperatura debe ser exactamente la misma. Por ejemplo, un lagarto, a primera hora de una fría mañana de primavera, en un entorno de 10 grados centígrados, tendría la misma temperatura corporal que el ambiente donde se desenvuelve. Su metabolismo y movimientos estarían muy ralentizados. La regulación corporal en su caso no sería por un proceso metabólico, como los animales endotermos (aves, mamíferos), sino por un proceso de comportamiento. Tras buscar un área adecuada para ponerse al sol, expandir su vientre y colocarse adecuadamente para recibir la mayor radiación solar posible, captaría calor hasta alcanzar una temperatura óptima de unos 37 grados, temperatura a la que su metabolismo y locomoción serían máximos. Esta clase de regulación de temperatura basado en radiación infrarroja solar se conoce como heliotermia.
La heliotermia es el sistema más vistoso de captación de calor del mundo animal, muy extendido en reptiles, y un sistema complementario también utilizado por los animales endotermos. Algunos peces también aprovechan la radiación del sol (como el pez luna).
Hay otras muchas formas de captación de calor, como el calor por convección, acumulado en piedras o superficies calentadas previamente por el sol. Muchos grandes reptiles aprovechan piedras calientes para descansar después de haber comido, para aumentar su temperatura abdominal y favorecer la digestión. Los reptiles de zonas sombrías (como los escincos de climas templados) se cobijan bajo piedras calientes para optimizar su temperatura. Muchos animales acuáticos también aprovechan las zonas de aguas calientes para regularse térmicamente a lo largo del día, según sus necesidades de actividad.
Se cree que la mayoría de dinosaurios y reptiles mamiferoides tenían una estrategia básicamente ectoterma, aunque no puede descartarse sistemas mixtos ectotermo-endotermo.
Véase también
- Endotermia
Categoría: Fisiología
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