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Erick Aguirre Aragón
Erick Aguirre Aragón Nacimiento 28 de agosto de 1961 (48 años) Nacionalidad Nicaragua Ocupación poeta, narrador, crítico y periodista Erick Aguirre Aragón es un poeta, narrador, crítico y periodista nicaragüense.
Contenido
Biografía
Nació en Managua, Nicaragua, el 28 de agosto de 1961 (48 años). Estudió primaria y secundaria en el Colegio Bautista de Managua, en el Instituto Nacional Central Miguel Ramírez Goyena y en el Instituto Nacional Denis Ayerdis Miranda. Durante la década ochenta cursó estudios de Filología Hispánica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también asistió al taller de poesía del escritor Homero Aridjis, y al taller de narrativa dirigido por Edmundo Valadés, director de la revista Cuento. También cursó el Taller de Narrativa impartido por el escritor Sergio Ramírez Mercado en la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua, en 1992. Concluyó sus estudios universitarios en Managua. Es Licenciado en Filología y Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), con Maestría en Literatura Hispanoamericana y de Centroamérica por la Universidad Centroamericana. Empezó a escribir sus primeros textos literarios siendo un adolescente, aunque no publicaría su primer libro sino hasta 1995.
Periodismo
Ejerce el periodismo desde los quince años de edad. En 1976 trabajó como reportero gráfico del diario La Prensa, hasta que el asesinato del editor del diario, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, convulsionó al país y Aguirre se integró al movimiento estudiantil contra la dictadura de Anastasio Somoza. Ha sido redactor, columnista, periodista cultural y editor en los más importantes periódicos de Nicaragua. A partir de 1979, año del derrocamiento de la dictadura, trabajó como reportero en el diario Barricada, donde escribió reportajes y artículos de opinión. Durante tres años prestó servicio militar y luego volvió al diario Barricada, en 1985, esta vez como redactor del suplemento cultural, donde escribió reseñas, entrevistas y sus primeros trabajos de crítica literaria. En 1986 viajó a México, donde residió por dos años y donde además de cursar estudios universitarios prestó servicios diplomáticos en la embajada nicaragüense bajo la dirección del Dr. Edmundo Jarquín Calderón. A su regreso a Nicaragua, en 1988, trabajó como editor del semanario La Crónica, dirigido por el Dr. Luis Humberto Guzmán. En 1990 se incorporó como redactor al periódico El Nuevo Diario, donde también fue articulista por muchos años. Entre 1990 y 1992 publicó la columna Cría Cuervos en el periódico La Semana Cómica, dirigido por el caricaturista y humorista Róger Sánchez. Desde 1992 hasta 1997 trabajó como redactor, editor y finalmente como director de prensa del periódico El Semanario, cuyo presidente editorial fue el escritor Sergio Ramírez Mercado. Entre los años 2000 y 2004, Aguirre también fue docente de Escritura Creativa y Géneros Periodísticos en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y la Universidad Centroamericana, en Managua; también ha ejercido la docencia en la Facultad de Comunicación de la Universidad Hispanoamericana de Managua (UHISPAM). Desde el año 1997 hasta la fecha, trabaja como editor de El Nuevo Diario, donde actualmente dirige el suplemento cultural.
Poesía
En 1995 publicó su primer volumen de poesía, Pasado meridiano, un libro variado compuesto de varios poemarios que corresponden a diversos ciclos de su escritura poética desde 1986, donde su escritura discurre espontáneamente por varios caminos, varios paisajes y varios entornos humanos. Su segundo libro de poemas, Conversación con las sombras, fue publicado en el año 2000, y revela un acento más íntimo, más delimitado a la dimensión individual e intransferible de la persona; más concentrado en una temática definida: la persona que insiste en la revelación de sus máscaras a través del poema como instrumento verbal esclarecedor del sentido del mundo. Temática que estaba presente en Pasado meridiano, pero que en estas conversaciones crepusculares adquiere una acerada precisión, un dramatismo más intenso y un grado de confesionalismo estremecedor. Su tercer libro de poemas, La vida que se ama (inédito), obtuvo el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío en el año 2009. El jurado calificador, convocado por el Instituto Nicaragüense de Cultura, y compuesto por Steven White (Estados Unidos), Helena Ramos (Rusia), Isolda Rodríguez, David McField y Napoleón Fuentes (Nicaragua), otorgó de manera unánime el premio a Aguirre entre 55 obras presentadas de 17 países, considerando que su poemario “contiene calidad artística, originalidad, creatividad, excelente uso del lenguaje poético y coherencia”.
Narrativa
Aguirre publicó su primera novela, Un sol sobre Managua, en 1998, que hasta la fecha ha sido objeto de cuatro ediciones. Es una novela en la que el espacio urbano es trascendental. Alude, critica y reflexiona sobre el intento de reconstrucción ideal de la vida y el ambiente de una ciudad, Managua, capital de Nicaragua, que ha sido víctima constante de fenómenos naturales, fracasos políticos, pobreza y violencia. En su recorrido por la ciudad, los personajes Carlos Vargas y Joaquín Medina, periodistas del diario La Noticia, junto al poeta Raúl Calero, unen sus voces a las de una colectividad para tratar de reconstruir su historia y sus propias historias. Ambientada inicialmente en la década de los noventa, la narración inicia en zonas urbanas concretas: los viejos barrios y cantinas de la zona baja, occidental de la capital, que lograron sobrevivir al terremoto de 1972. Durante ese recorrido, Carlos y Joaquín van describiendo un paisaje que hace de Managua una ciudad peculiar. Esta descripción del entorno urbano, así como los diálogos con figuras y personajes con quienes el poeta y los periodistas entablan conversación, son aprovechados por el narrador (o los narradores) para aludir o situarse en tiempos y espacios que van, desde la prehistoria de Managua, hasta su caótica contemporaneidad. En la novela es evidente la incapacidad de los personajes protagonistas para resolver “la gran contradicción de vivir en un país del tercer mundo literalmente invadido por la tecnología de vanguardia”; son personajes que representan a los escritores de una generación emblematizada como de postguerra, a quienes no les quedan más que dos caminos: autodestruirse, perdidos como Carlos en el alcohol y el desencanto, o seguir impertérritos observando, como Joaquín, la “nueva” Managua descalza y mendicante.
La segunda novela de Aguirre, Con sangre de hermanos, fue publicada en 2002, y en ella son abordados, con una estrategia narrativa que oscila entre la ficción y el testimonio, muchos puntos grises de la historia del sandinismo contemporáneo, en un evidente intento de ficcionalizar algunos períodos cruciales en la historia reciente de Nicaragua. La pregunta esencial de la novela es la misma que se hacen casi todos aquellos escritores centroamericanos que de alguna manera estuvieron vinculados al derrotero político del período histórico en que se desarrollaron los conflictos bélicos de finales del siglo veinte en la región: ¿valió la pena luchar, sacrificarse y morir para conseguir algo que al fin no se ha concretado, o que derivó e incluso degeneró en reacomodos y no en fortalecimiento social? Con sangre de hermanos es un experimento novelístico que quiere dar constancia de ciertos hechos más o menos contemporáneos de la historia nicaragüense y centroamericana, pero a través de experiencias subjetivas que, en su totalidad, no necesariamente son autobiográficas. La estrategia narrativa en este caso ha sido la creación de ciertos personajes de alguna manera prototípicos y a través de ellos enunciar esa subjetivización de la experiencia histórica. Esta estrategia conlleva, por un lado, la necesidad de sujetarse con coherencia al contexto histórico abordado en el texto, y por otro, al utilizar los procedimientos ficcionales de la novela, manejar con suficiente destreza ciertos instrumentos fundamentales para toda creación literaria de ficción. El contexto histórico en que se desenvuelve la obra, su metáfora final que sugiere cierta frustración y desaliento, cierta vergüenza frente al esfuerzo supremo de quienes ofrendaron sus vidas por proyectos políticos y sociales que han quedado inconclusos, inducen a ubicar esta novela en los límites entre el testimonio histórico y la ficción literaria.
Crítica literaria y periodismo cultural
El trabajo de Erick Aguirre como periodista cultural y su formación académica lo han llevado a ejercer la crítica literaria con agudeza, profundidad y admirable claridad expositiva, lo cual también lo ha llevado a publicar varios libros de ensayos y recopilaciones de artículos, reseñas, entrevistas y trabajos de periodismo cultural. En 1999 publicó Juez y parte, un libro de artículos, entrevistas y ensayos sobre temas de literatura nicaragüense; la obra abarca diversos aspectos del acontecer literario y cultural de Nicaragua, tanto en la creación poética y novelística como en los variados enfoques políticos del autor, emanados desde su propia subjetividad de escritor y de artista comprometido con su obra creativa, y al mismo tiempo, atento al acontecer social y colectivo de su entorno. Estudios de apreciación o análisis, páginas de aproximaciones o juicios, artículos de crítica literaria, propuestas de planteamientos estéticos, de opinión o de exégesis consagratorias, todos los trabajos de Juez y Parte fueron sucesivamente publicados por el autor en los diferentes periódicos durante los años más polémicos y convulsivos que tuvo que vivir Nicaragua entre 1980 y 1990. El libro se compone de cuatro secciones: I. Nuevos escritores de Nicaragua, II, Literatura y Revolución Sandinista (Traumas y Dilemas); III. Predilecciones mundanas; IV. Otros temas. Juez y Parte contribuye a actualizar la apreciación del corpus poético de los escritores nicaragüenses bajo nuevos enfoques de criterios y análisis, tratando de orientar al lector para entregarle un panorama actual de la literatura valioso en datos, juicios, anécdotas, reflexiones y observaciones. El volumen contiene algunos textos de crítica literaria pero en su mayoría está compuesto por piezas de periodismo cultural, aunque un periodismo cultural escrito con una alta y literariamente decorosa propiedad expresiva.
En el año 2000 Aguirre publicó el libro titulado La espuma sucia del río -Sandinismo y transición política en Nicaragua-, que recoge parte del trabajo periodístico y de análisis político publicado por su autor en diarios y revistas durante la última década del siglo veinte; especialmente los textos relacionados con el papel del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y en general del sandinismo contemporáneo, en el proceso de transición política iniciado con la primera derrota electoral de ese partido en 1990. Durante todo ese período, el trabajo periodístico de Aguirre, sobre todo sus entrevistas, crónicas y artículos de opinión, se caracterizaron por el alto nivel de polémica que fueron capaces de generar, así como por la sagacidad y profundidad de análisis que por lo general dejaron entrever. El libro es una especie de recuento del devenir político del sandinismo a lo largo de toda la década noventa. Pero un recuento basado en observaciones e interpretaciones periodísticas; opiniones y puntos de análisis organizados en orden cronológico (cada capítulo del libro es un año de la década), acerca de un período de la historia nicaragüense muy importante: el de la última transición política del siglo veinte, durante la cual el papel del sandinismo (ya sea el de la estructura oficial o el que se encuentra disperso en otras organizaciones o en la sociedad civil) ha sido y continúa siendo crucial y de enorme influencia en la evolución social, política y económica de Nicaragua.
Aunque se trata de opiniones, análisis e interpretaciones personales de un periodista, el libro contiene interesantes aportes para un debate que durante casi toda la década noventa mantuvo a la sociedad política nicaragüense en un intrincado coloquio. En La espuma sucia del río se analiza también el proceso de transformación interna del FSLN, los pormenores políticos de sus tres congresos en la década noventa, sus dos derrotas electorales, la vinculación del problema de la propiedad a sus dilemas éticos, su interacción con las Fuerzas Armadas, con las nuevas organizaciones políticas beligerantes en el país y con la sociedad en general, así como la transformación de su perfil como partido político, entre otras cosas.
En el año 2005 Aguirre publicó Subversión de la memoria, libro de ensayos que aborda los traumas y tendencias más evidentes en el desarrollo de la narrativa centroamericana de postguerra, es decir, de la Centroamérica posterior a los conflictos bélicos concluidos con los acuerdos de paz de 1990. Entre las distintas temáticas y autores abordados, el libro hace énfasis en lo que Aguirre considera un consenso de la crítica: “En Centroamérica, la literatura, especialmente la narrativa, ha servido, entre otras cosas, para llenar los vacíos y las falsificaciones del discurso histórico oficial; o para desmentirlo, para subvertir su aparente normalidad”. Partiendo del hecho evidente de que la literatura, además de imaginación, intuición y belleza, es también memoria, Aguirre subraya una característica, según él permanente, de gran parte de la narrativa centroamericana: la de ser subversiva o la de tratar de subvertir el orden del discurso histórico oficial y tradicional a través de la memoria. “Y eso significa subvertir la memoria para no olvidar lo que no debe olvidarse”.
Según los diversos, aunque confluentes puntos de análisis de Subversión de la memoria, en el contexto de la postguerra la narrativa centroamericana sigue teniendo como una importante característica la de intentar subvertir la memoria histórica, “contar lo no contado y desmantelar los tabúes oficiales”. Así lo demuestran las revisiones críticas de los grandes conflictos evidentes en casi todas las novelas que, a su vez, son objeto de análisis en el libro de Aguirre. “Subvertir lo recordado”. Según Aguirre, en cierto sentido es eso lo que opera en la dinámica literaria de los escritores centroamericanos actuales cuando se proponen narrar determinados periodos y conflictos de la historia, tanto la remota como la más reciente. Otro de los temas abordados en el libro es el de los llamados desdibujamientos de la nación: cómo la literatura ha sido una de las primeras en percibirlos e interpretarlos, o en tratar de representarlos. Los ensayos de Subversión de la memoria nos llevan a pensar que los límites de la representación artística y los límites de la representación histórica o de la representación de la realidad, pesan demasiado sobre los textos de los autores que deliberadamente han pretendido acercarse a una idea de identidad nacional en Centroamérica, a través de la literatura. Y la lectura de sus textos, a la luz de los análisis en interpretaciones del autor de este libro, nos ubican precisamente en medio de ese juego especular entre realidad, historia y ficción literaria; es decir, entre la verdad recordada y la memoria subvertida. Según Aguirre, con un profundo escrutinio y un gran esfuerzo por deconstruir los símbolos esenciales que han sustentado los discursos hegemónicos acerca de nuestras identidades nacionales, los textos narrativos de la Centroamérica de postguerra son fundamentalmente heterodoxos. “Y mientras más heterodoxos, imaginativos y lúdicos son, más efectivamente logran reducir el poder de influencia de los mitos identitarios impuestos por la tradición y el poder”.
En el año 2006, el sello editorial de la Academia Nicaragüense de la Lengua publicó el libro de ensayos Las máscaras del texto, en el que Aguirre da un paso más en su evolución como crítico, separándose, aunque no desentendiéndose, del ensayo libre. Es un libro de estudios críticos sobre historia de la literatura centroamericana y/o nicaragüense, desde un punto de vista académico, marcadamente historiográfico e intervenido por el rigor de las ciencias literarias, e incluso por el análisis sociológico. Dividido en cuatro capítulos, Las máscaras del texto revisa la literatura nicaragüense en particular y la centroamericana en general, en diversos períodos de su evolución histórica; revisión que echa mano del estructuralismo y del constructivismo para plantear propuestas críticas respecto de la literatura y la sociedad centroamericanas. Las máscaras del texto pretende además un acercamiento a los textos y autores canónicos en la literatura nicaragüense, entendidos como parte del proceso de establecimiento de una idea de identidad nacional en el marco centroamericano, que para bien o para mal sigue vigente: la literatura consagrada como la máxima expresión cultural centroamericana, aquellos autores y textos que podemos llamar “clásicos” y que, en su mayoría, han ubicado a la literatura centroamericana en el mapa literario mundial. Este libro aborda la evolución literaria nicaragüense, a grandes rasgos, desde la tradición indígena, tanto prehispánica como colonial, hasta las tendencias actuales.
En general, el libro es un agudo y extenso análisis de lo que su autor denomina “proceso histórico y dominación cultural en Centroamérica”. Según los editores de la Academia, este libro “enriquece la crítica nicaragüense de las últimas décadas, aplicando las metodologías más vigentes y prestigiosas de la crítica a nivel mundial”. Según los académicos, “podemos estar en desacuerdo en algunos de sus puntos, pero los argumentos de Aguirre mantienen claridad expositiva y contundencia”. A propósito de Las máscaras del texto, el doctor Jorge Eduardo Arellano, director de la Academia, escribió: “Erick Aguirre --cuyo quehacer abarca la novela y la poesía, el ensayo y el artículo de opinión-- nos ofrece un libro multidisciplinario e inquisitivo. Apertrechado de perspectivas teóricas modernas --como la poscolonialidad y la sociocrítica--, analiza autores canónicos como productores de un discurso letrado conservador que tiende a fortalecer la división jerárquica y a excluir de sus registros paradigmáticos las manifestaciones originadas fuera de su ámbito. Cabe advertir en sus cuatro estudios culturales no pocas enseñanzas lúcidas. Compartiéndolas con otros críticos de su generación, cuestionan la idea de identidad nacional propuesta por la vanguardia, basada en el mestizaje como síntesis oscilante entre la búsqueda universalista occidental y la apropiación, distorsión o manipulación de lo autóctono. Conscientes de la capacidad intelectual de Aguirre, quien retoma el aporte de sus predecesores centroamericanos sin limitarse a ellos, nuestra corporación ha decidido difundir esta obra renovadora dentro de la serie Crítica y ensayo de su sello editorial”.
Distinciones y reconocimientos
En 1994 Aguirre obtuvo mención de honor en el Certamen Nacional de Literatura "Rubén Darío", rama de ensayo, por su libro Juez y parte. En el año 2006 obtuvo el Segundo Lugar en el III Concurso Internacional de Ensayo de la revista Encuentro, de la Universidad Centroamericana de Managua, por el trabajo titulado Ernesto Cardenal ¿profeta en su tierra?. En el año 2008 fue finalista del mismo Certamen por el ensayo titulado Ejercicios de estilo. La realidad alucinante de Centroamérica en la narrativa de Sergio Ramírez. En el año 2007 obtuvo reconocimiento público otorgado por el Centro Nicaragüense de Escritores debido a sus aportes a la literatura nacional. En el 2009 obtuvo el Premio Internacional de Poesía "Rubén Darío" con su libro de poemas La vida que se ama. Erick Aguirre es miembro del Consejo Editorial de la Revista Virtual de Estudios Literarios y Culturales Centroamericanos [Istmo] [1] También formó parte del [Programa Internacional de Investigación: “Hacia una Historia de las Literaturas Centroamericanas”] [2] Es miembro de la Fundación Iberoamericana del PEN Internacional. Ha participado en el X Congreso Internacional de Literatura Centroamericana (CILCA), en San José, Costa Rica. 2002, y fue invitado especial y conferencista en el XVI CILCA realizado en la Universidad Nacional de Costa Rica (2008). También participó, junto a otros escritores centroamericanos y españoles, en el Encuentro “[[[Escribir desde el centro de América]]]”, organizado por la Dirección General del Libro y la Casa de América, en Madrid, España, en el año 2004. Ese mismo año asistió como conferencista invitado al [Foro Complutense] en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, y a la Facultad de Filología Hispánica de la Universidad de Salamanca, España. En Nicaragua, Aguirre es directivo del PEN Internacional (capítulo nicaragüense), miembro del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) y de la Red Nicaragüense de Escritores (RENIES).
Obra
Poesía
• Pasado meridiano (1995)
• Conversación con las sombras (2000)
• La vida que se ama (Inédito)
Novela
• Un sol sobre Managua (1998, 2000, 2002, 2003)
• Con sangre de hermanos (2002)
Ensayos y prosa crítica
• Juez y parte. Sobre literatura y escritores nicaragüenses contemporáneos (1999).
• La espuma sucia del río. Sandinismo y transición política en Nicaragua (2000).
• Subversión de la memoria. Tendencias en la narrativa centroamericana de postguerra (2005).
• Las máscaras del texto. Proceso histórico y dominación cultural en Centroamérica (2006).
Fuente
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