El estado de partidos es un neologismo para definir la situación política actual en España. Es una consecuencia del repetido intento de hacer más fuerte la democracia durante el convulso s. XX, llegando al punto de que la división de poderes (ideada por Montesquieu y que propugnaba que debían estar separados siendo el legislativo, ejecutivo y judicial) vuelven a estar unidos en poder de los partidos mayoritarios (normalmente dos, véase bipartidismo). Finalmente la democracia se degenera concentrándose el poder en los partidos políticos, dándose una situación de relevo único por agotamiento del partido gobernante, que crea una situación poco clara y confusa para el resto de la población que piensa realmente que la división de poderes está claramente dividida siendo que es controlada por el partido gobernante o los partidos con pocos diputados pero que sirven para formar gobierno. Y que contradice claramente el artículo 16 de la Declaración de Derechos del Hombres y del Ciudadano:

Alfonso Guerra estando su partido (PSOE) en el gobierno aludió a esta situación declarando su famosa frase en el congreso de los diputados en España:

Antecedentes

La primera ruptura del equilibrio entre los tres poderes en democracia tiene lugar con la consolidación del Estado de derecho, forjado a lo largo del mismo s. XIX, que conoce el claro predominio del poder legislativo. Estamos ante la indudable hegemonía de la Asamblea y de los regímenes de asamblea. Es en ella el lugar en que descansa la soberanía y de ella dependerá todo el desarrollo de la vida política (sirva de ejemplo la Segunda República Española), con la consiguiente inestabilidad de los gobiernos. Para evitar esta inestabilidad, a comienzos del s. XX, va a tener como base "el reforzamiento del Ejecutivo", propio del Estado Social de Derecho. Los textos constitucionales, hasta nuestros días, pondrán especial énfasis en la aparición de «gobiernos fuertes». Los métodos son muy variados y casi todos obedecen a la necesidad de hacer frente, desde una postura fuerte, a las características de la política en los s. XX y XXI. En España el método es la controvertida "moción de censura constructiva", presente en la actual Constitución española. Finalmente se llegó al actual estado de partidos.

Funcionamiento

• Un partido triunfa en unas elecciones y, por ende, obtiene la mayoría parlamentaria. Controlando el poder legislativo.
• De esa mayoría, propia o nacida por pactos con otros partidos, surge la formación de un gobierno (poder ejecutivo).
• Cuando la Constitución encarga al Parlamento la designación de miembros del poder judicial, son los partidos los que, de nuevo, se ponen de acuerdo en los nombres a ofrecer.

De este modo controlan los tres poderes de forma simultánea y legítimamente. Esta situación provoca muchas veces el rechazo a otros partidos minoritarios para que "no levanten cabeza" aunque por ley tienen que tener un reducido espacio electoral en la televisión pública.^[1]

Véase también

• Alfonso Guerra
• Bipartidismo
• Partitocracia

Referencias