Fuerte La Planchada

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Fuerte La Planchada.

El Fuerte y la Playa de Penco.

El Fuerte la planchada es un fuerte ubicabo en la comuna Penco, que actualmente es un Monumento histórico chileno. Ubicado en la Playa de Penco.

Historia

El fuerte fue construido durante la Colonia, en 1687, por orden del Gobernador de Chile José de Garro, como forma de defensa de las incursiones.La construcción se realizó cuando todavía la ciudad de Concepción se econtraba emplazada en dicho lugar, la cual abandonaría décadas más tarde a raíz de un desvastador terremoto ocurrido en 1751.

Tanto la zona, como el fuerte serían abandonados a partir de entonces, lo cual llevó a su progresivo deterioro. El área fue poblándose paulatinamente luego de la independencia, hasta formar una nueva ciudad, Penco. En la actualidad las autoridades comunales se han preocupado por la preservación y conservación de los restos del fuerte.

Características

Ilustración del fuerte La Planchada y de una antigua iglesia de Penco del siglo XIX.

A esta fortaleza se la denominó más tarde “Fuerte de la Planchada” por proteger el atracadero de botes, que a su costado izquierdo había.

En la época de Cano de Aponte se llamaba batería: tenía la forma de una “U” gótica, constituyendo su base el baluarte o batería a barbeta que da al mar. Este último es el trozo de parapeto que hoy existe y sobre el cual estaba emplazada la artillería, que disparaba al descubierto, sin troneras, cañoneras ni merlones que la protegieran. Era este sistema corriente entonces, y dadas las condiciones pesadas de la artillería, permitía con más facilidad un libre juego a los movimientos de los cañones, abriéndoles un extenso campo de tiro, batiéndose por encima del plano del fuego. La única desventaja era para los apuntadores y sirvientes de las piezas , en caso de que fueran tacados por fuerzas de fusileria , lo que para penco era remoto, pues en cualquier desembarco la gente de los botes estaría siempre en un plano inferior a los de la batería . Por otra parte, el abrigo de los soldados estaba provisto en estos casos por bloques de piedras portátiles, que se denominaban “bonetes”.

El baluarte estaba coronado en los extremos por dos garitas de piedra, que han debido tener una forma hexagonal, coronada por una cúpula, en media naranja, compuesta de tres piedras, y en forma cóncava , perfectamente unidas que remataba en una piña de piedra redonda.

La altura del baluarte ha debido ser superior a ocho metros, por cálculos aproximados, ya que esta reducido a la mitad por la arena y el terraplén de la estación de los ferrocarriles que hoy ocupa los terrenos del costado sur. La parte norte estuvo cerrada por una cortina que existió hasta hace unos treinta años. Estaba, además, protegido por un foso formado por el estero penco, el mismo que ha dado su nombre a la ciudad.

El costado sur , que daba al desembarcadero , también estaba protegido por un estero denominado de Landa, cuyo curso ha sido cambiado hoy y es captado por la Compañía de Refinería de Azúcar , industria establecida hace varios años en Penco. En este costado estaban situadas las bóvedas destinadas a polvorines o santabárbara, construidas por una sola corrida de ladrillos unidos por un sólido mortero, de tal resistencia, que cuando se inició su demolición para dar paso a la línea férrea, hubo necesidad de usar bastante dinamita. Aun se conservan junto a esta línea férrea trozos de arco, que dan una idea de su solidez y de la calidad de su material.

Simbología

Es cosa que salta a la vista de quien contempla el resto del baluarte que hoy existe del fuerte de penco y que haya conocido otras fortificaciones españolas y aun leído un poco sobre esta clase de fortificaciones, el hecho de que, en el centro mismo del muro de defensa, se encuentra el muro de castilla.

Esta insignia que ornaba las casas de los representantes del Rey, como ser el Gobernador, la audiencia y los Maestres de Campo, según el uso en aquella época, debió estar en el edificio que Frezier en su plano menciona con el nombre de palacio. A la derecha del escudo se encuentra también una piedra tallada, con el milésimo “1687” , y cuya situación peca de la misma anomalía dentro de la regularidad que regia toda esta clase de construcciones.

Un examen en el terreno, muy detenido, permite ver indicios que autorizan para afirmar que antes de 1751, la fecha aciaga del terremoto, ni el escudo ni el milésimo de la fecha indicada, estaban en el sitio que hoy ocupan.

Han sido seguramente colocados después por una mano piadosa, que los quiso salvar del destrozo y del olvido. El escudo procedía del palacio, y el milésimo de la fecha, probablemente del fuerte. Curioseando cuidadosamente la piedra con el milésimo 1687, se puede observar que esta acuñada, en la muralla, con un pequeño trocito de teja, de los muchos trozos que quedaron del terremoto de 1751. Es raro que, si este fuera su sitio original, se le hubiera calzado de ese modo. Por otra parte, se puede observar también que la cal que adhiere el escudo a la muralla es superficial y además cernida, y no en bruto, como la que una las piedras del resto de la construcción, en donde se ven vestigios de las conchas enteras."

extracto del Libro de oro de Concepción

Carlos Oliver Schneider / 1950

Entrega testimonio del asentamiento de la ciudad de Concepción en tiempos coloniales. Existen ilustraciones que distinguen la infraestructura de dichos años con la actual ya que en 1978 fue modificada dicha fortificación. Hoy en día es un punto central de eventos, conciertos y fiestas de música electrónica.