- Guerra Escanesa
-
La Guerra Escanesa fue aquella que se desarrolló de 1675 a 1679, entre el Reino de Dinamarca y Noruega, y Suecia. El conflicto tuvo lugar mayormente en Escania y terminó en una situación de Statu quo, al perder la armada sueca en el mar, y el ejército danés en tierra.
Contenido
Antecedentes
Después del fallecimiento de Carlos X Gustavo, Suecia estuvo administrada por un gobierno de regencia dirigido por Magnus Gabriel De la Gardie, que acordó una alianza militar con Francia.
En regencias anteriores Suecia había tratado de evitar este tipo de alianzas y había obrando en favor de mantener el equilibrio político europeo, para evitar una guerra en la cual podría perder lo obtenido.
En 1672 Francia inició la Guerra Franco-Holandesa atacando los Países Bajos, involucrándose de esta forma en una guerra con España, el emperador alemán y otros nobles alemanes, entre ellos el príncipe elector de Brandeburgo; presionando a Suecia para involucrarse en el conflicto, con la amenaza de suspender el apoyo económico que ésta recibía, si no enviaba tropas a Alemania.
Un ejército sueco invadió la región de Brandeburgo en 1674, y en junio de 1675 los Países Bajos le declararon la guerra a Suecia, al mismo tiempo que dicho ejército perdió una batalla menor en Fehrbellin. Esta derrota, a pesar de no provocar ningún cambio en la situación estratégica, demostró que los suecos no eran invencibles. Esto estimuló en los enemigos de Suecia, el interés por atacarla.
Desarrollo
El siguiente paso fue la declaración de guerra contra Suecia, de Dinamarca, en septiembre de 1675. En septiembre y octubre la Pomerania sueca fue ocupada por Brandeburgo y Dinamarca. Los daneses tomaron Wismar y Bremen - Verden y los brandeburgeses, Szczecin.
Una flota combinada dano-holandesa atacó las naves suecas en el mar Báltico, y la isla de Gotland fue ocupada por tropas danesas. La flota sueca no logró vencer el 26 de mayo a la flota danesa, antes de la llegada de una flota de refuerzo holandesa, y el 1 de junio de 1676 fue destruida en la batalla de Oland, por la flota dano-holandesa.
El mayor y recién construido navío de guerra sueco Stora Kronan explotó en la batalla, al prender fuego un barril de pólvora en una maniobra, muriendo 750 hombres y dejando el mar Báltico bajo el control de Dinamarca y Holanda.
El mismo mes, un ejército dano-holandés invadió Suecia desde Noruega, al mismo tiempo de otro ejército danés desembarcó el 29 del mismo mes en Helsingborg. El objetivo final de los daneses era reconquistar Escania, Halland, Blekinge y Bohuslän. El ejército sueco, liderado personalmente por Carlos XI, se retiró ordenadamente hacia Småland.
El ejército danés conquistó Helsinborg (que sería recuperada por Suecia el 11 de diciembre y vuelta a conquistar por los daneses en 1678), y luego Landskrona, el 3 de agosto, y Kristianstad el 15 de agosto Los daneses lograron ocupar toda Escania, excepto Malmö; mientras los suecos solo obtuvieron algunas victorias temporales y el triunfo en la batalla de Halmstad (Fyllebro) en Halland.
Pese a estos contratiempos, desde el mes de octubre Carlos XI los enfrentó con un ejército de 15.000 soldados.
El 4 de diciembre de 1676 el ejército sueco logró una decisiva victoria en la batalla de Lund, en la cual ambos lados de la contienda perdieron aproximadamente la mitad de sus tropas. Sin embargo, significó para los suecos el comienzo de la recuperación de territorio escanés.
En el mar continuaron las derrotas para los suecos, en la batalla naval de Lolland y de Köge bugt, mientras sus tropas continuaban ganando terreno.
Luego de un frustrado intento de asalto de la ciudad de Malmo, debido a la resistencia que opusieron sus habitantes, los daneses abandonaron el sitio y se retiraron a Landskrona el 5 de julio de 1677.
El 14 de julio Carlos XI y su ejército derrotaron a una fuerza de 3.000 soldados daneses en la misma ciudad, y en agosto de 1678 reconquistaron la ciudad de Kristianstad.
Sin embargo, en la región norte de Escania, comenzaron a operar guerrillas, llamadas despectivamente por los suecos como snapphanar (bandoleros). Éstas ocasionaron daños en las líneas de abastecimiento, llegando éstos inclusive a apropiarse, en una ocasión, de la caja de guerra sueca.
El 19 de abril de 1678, Carlos XI dio la orden de exterminio de las guerrillas, lo que provocó una cruel represión que incluyó la matanza de ganado, el incendio de viviendas y la ejecución sumaria de todos los habitantes que fueran sorprendidos portando un arma.
La Paz
En 1679 Francia había decidido firmar la paz con sus enemigos en los Tratados de Nimega e incluyó a Suecia, pero ésta no aceptó otras condiciones de paz que no fueran las ya establecidas en anteriores tratados. Sin embargo, el retiro de Francia de la guerra, vino a favorecer a Suecia, al quedar Dinamarca y Brandeburgo sin aliados en su guerra con Suecia, lo que a la larga implicaba una derrota frente al poderío militar sueco.
El 26 de septiembre de 1679 se firmó el Tratado de paz de Lund, entre Dinamarca y Suecia, impulsado por Suecia, que deseaba acordar la paz sin la intervención de Francia.
Consecuencias para Suecia
La Guerra Escanesa había dejado al descubierto muchas fallas y faltas en el ejército sueco. El poder militar estaba orientado a una guerra ofensiva que se desarrollaba muy lejos de los hogares de los soldados, como Alemania o al otro lado del mar Báltico, y por primera vez se había combatido una guerra defensiva en territorio peninsular. El sistema de reclutamiento afectaba directamente la producción agrícola del país, al reducirse drásticamente la fuerza de trabajo en el campo.
Como consecuencia de esto la deserción era muy frecuente, al desarrollarse los combates en zonas boscosas, los soldados desertaban y regresaban a su lugar de origen. Esto traía problemas en la composición de las filas y causaban además una baja en la moral en general.
Al término de la guerra, las arcas del Estado estaban sumidas en una gran deuda. Escania necesitaba reconstruirse desde la base, y el poder militar necesitaba reorganizar su sistema, para evitar impopulares reclutamientos en una posible futura guerra. Se necesitaba además un nuevo sistema para poder resistir una guerra defensiva en el territorio peninsular.
La solución se encontró en el sistema de enlistamiento y en la llamada reducción, ambas desarrolladas en la década de 1680. La reducción implicaba la recuperación para el Estado de grandes propiedades territoriales que habían sido alguna vez entregadas por los reyes de Suecia a miembros de la nobleza, como premio, reconocimiento o favoritismo. Esto necesitó del apoyo mayoritario de los estamentos sociales, presionados por Carlos XI, y tuvo como consecuencia el flujo de amplios recursos económicos al Tesoro estatal, lo que permitió entre otras cosas, la construcción de la base naval de Karlskrona.
El establecimiento del sistema de enlistamiento implicaba la división de cada parroquia en secciones. Cada sección se componía de un número de fincas que se encargaría de la manutención de un soldado, generalmente algún campesino joven y sin tierra. Cada soldado recibía un pequeño terreno para mantenerse él y su familia, al tiempo que estaba obligado a participar en ejercicios militares, y a servir en la guerra, si ésta llegaba a ocurrir.
Ésta solución implicó que los granjeros no perdían la mayoría de su fuerza de trabajo en reclutamientos, en tiempos de guerra, al mismo tiempo que se lograba una organización militar con soldados bien entrenados, algo muy raro en esos tiempos, cuando la mayoría de los ejércitos estaban compuestos por hombres reclutados no voluntariamente. Este sistema rigió en el ejército sueco hasta el siglo XX.
La Guerra escanesa terminó en una situación de status quo, pero cambió la organización militar sueca desde la base.
Consecuencias para Dinamarca
El término de la guerra en Statu quo significó para Dinamarca más bien una derrota. El gran apoyo local inicial en Escania fue disminuyendo cuando el rey danés prohibió la participación de civiles en la guerra, en 1677.
Después de la batalla de Lund se hizo menos real la posibilidad de recuperar los territorios perdidos. Solo la mantención del control comercial del Oresund y sus ingresos de aduana, pueden considerarse como algo positivo, pero la pérdida de Escania implicó para Copenhage la pérdida de su parte oriental.
Fuentes
- Isacsson, Clas-Göran; Skånska kriget 1675-1679, Historiska media 2001.
- Rystad, Göran ; Kampen om Skåne, Historiska media, 2005, ISBN 91-85057-05-3
Categorías:- Guerras de Dinamarca
- Guerras de Suecia
Wikimedia foundation. 2010.