En 1916, Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la República; pero el radicalismo era minoría en la mayor parte de las provincias, con gobernadores conservadores y legislaturas con mayoría conservadora, y era minoría también en el Congreso Nacional.

La UCR obtuvo la mayoría en la cámara de diputados sólo después de las elecciones de 1918, nuestras que los conservadores fueron mayoría en el Senado hasta 1922 y también en los años siguiente.

Además de su mayoría numérica como oposición política, los grupos conservadores mantenían sus posiciones de poder económico y social tradicionales.

Por otro lado, el nuevo presidente mantuvo a los mismos jefes del Ejército y de la Marina que ocupaban ese cargo desde antes de 1916, y designó como ministros a hombres que eran ganaderos de la provincia de Buenos Aires o estaban vinculados en su actividad económica con el sector exportador.

La compleja situación política se derivaba, por un lado, de los resguardos institucionales que la ley Sáenz Peña había otorgado al poder político de la oligarquía, y por otro, de la heterogénea base social que apoyaba al radicalismo. En este contexto, el gobierno debía asegurar el modelo de organización económica que beneficiaba a los terratenientes exportadores y, al mismo tiempo, mantener el apoyo los sectores populares urbanos que habían sido una proporción importante de su base electoral, a través de reformas que mejoraran su posición económica y social. Estos objetivos no fueron fáciles de compatibilizar

Las Intervenciones Federales

Yrigoyen entendía que, cuando gobiernos ilegítimos o fraudulentos negaban a los pueblos el derechos la autodeterminación necesaria la reparación: liberar a los pueblos de los poderes ilegítimos que los reglan y hacer posible la libre elección: de los discusión filosófica, sino una lucha por el poder,' sobre todo en las once provincias "que no estaban gobernadas, por fuerzas radicales. A los pocos meses de asumir la presidencia declaró: “Las autonomías provinciales son de los pueblos y para los, pueblos, y no para los gobiernos”. Y en abril de 1917 el Poder Ejecutivo intervino la provincia de Buenos Aires, uno de los gobiernos más cuestionados en su legitimidad, el presidente continuó con esta política. El Congreso ve leyes de intervenciones federales en 5 oportunidades y el Poder 15 veces.

Entre los poderes provinciales evidente de las las intervenciones contaron con el apoyo popular ya que se vivían como el como el fin del viejo régimen fraudulento. Casi siempre, en las elecciones posteriores a las intervenciones, fueron consagrados los candidatos radicales.

La Redistribución del Ingreso, Las Dificultades Originadas por la Primera Guerra Mundial

El gobierno radical se propuso consolidar y expandir la economía primaria exportadora, pero también modificar la distribución de la riqueza que esa organización económica producía en favor de los grupos de profesionales y de los trabajadores urbanos. Este propósito se vio dificultado por la situación económica internacional que originó el desarrollo de la Primera Guerra Mundial.

Entre 1913 y 1917, la economía argentina vivió una depresión originada por la interrupción de las exportaciones a los países industrializados y por una disminución de las importaciones, en estos años se generalizó el desempleo entre los sectores obreros vinculados al sector exportador. Y cuando a partir de 1918, y hasta 1921, comenzó un período de auge, originado por la creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación. Como había sucedido antes, la inflación beneficiaba a los terratenientes exportadores gracias al mayor precio que recibían por sus productos y, como contrapartida, se perjudicaban los trabajadores asalariados urbanos.

Entre 1914 y 1918, el costo de vida urbano aumentó alrededor del 65%. También se perjudicaron los arrendatarios ya que, a causa de la expansión de las exportaciones, el precio de los arrendamientos aumentó constantemente hasta 1921

Durante los dos primeros años de gobierno, los radicales propusieron proyectos de ley destinados a mejorar la situación de los arrendatarios rurales de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba y de los sectores de trabajadores urbanos desocupados. Pero ninguno de estos proyectos fue aprobado por la mayoría conservadora de los cuerpos legislativos, con excepción de un impuesto transitorio sobre las exportaciones. Este impuesto fue aprobado en 1918, cuando comenzaba la fase de auge de las exportaciones y luego de que se negoció con los mercados europeos un acuerdo de compra con precios garantizados.

La Expansión del Empleo Público

A partir de 1918 la recaudación fiscal mejoró por el nuevo impuesto a las exportaciones y también porque las importaciones retomaron su ritmo anterior a la guerra. Esto permitió al gobierno iniciar una política de expansión del empleo en la administración del Estado. Entre 1919 y 1922, Yrigoyen puso los cargos públicos a disposición de los caudillos de los comités locales del partido radical. Los principales beneficiarios de esta política "clientelística" fueron los hijos de los inmigrantes de Buenos Ares, en general, profesionales, y también las otras ciudades importantes del Litoral.

Esta política de expansión del gasto público generó conflictos con otros grupos sociales que, alarmados por la creciente centralización del poder en la persona del presidente y de la riqueza en la ciudad de Buenos Aires, comenzaron a oponerse al manejo personal del gobierno que realizaba Yrigoyen.

Bibliografía

• Cortés Conde, Roberto - Gallo, Ezequiel. La República Conservadora (completa). ISBN 950-12-7705-4.

• Puiggrós, Rodolfo. “Historia critica de los partidos políticos argentinos” (completa). ISBN 950-556-480-5.

• El Mundo Contemporáneo (Bs. As. 1997)

• Billiken

• Las sociedades Argentinas

• Artículos Periodísticos varios

• El Mundo Contemporáneo (Bs. As. 1997)

• Billiken

• Las sociedades Argentinas

• Artículos Periodísticos varios