Lisa Trevor es un personaje ficticio de la serie de videojuegos Resident Evil. Nació el 15 de agosto de 1952, es la hija del arquitecto George Trevor (quien construyó la Mansión Spencer) y de Jessica Trevor. A los 25 años de edad fue de visita a la mansión y desapareció misteriosamente.

Fue sujeta a experimentos durante muchos años y era el conejillo de indias de dos proyectos científicos de la Corporación Umbrella: el proyecto Némesis y el G-Virus.

Los empleados de Umbrella la raptaron mientras recorría la mansión Spencer para hacer toda clase de experimentos con ella. Eso ocurrió un poco antes de que una extraña mujer fuera elegida para ser el conejillo de indias de William Birkin. Los científicos expusieron a Lisa a varios experimentos, en su mayoría de los virus, incluso el virus ébola y el virus Madre. Ella logró sobrevivir a todo, a pesar de ser unas pruebas tan horribles, aunque su mente fue corrompida por el virus original. Los científicos decidieron usar a Lisa como un sujeto de prueba para llegar a ser un Tyrant (arma biológica) inyectándole el T-Virus, pero no funcionó.

William Birkin y Albert Wesker recibieron el proyecto Némesis de la base de Francia de Umbrella. Tenían que arriesgarse a perder otro sujeto de prueba ya que el parásito Némesis mata a los sujetos incompatibles en menos de 5 minutos. Introdujeron el proyecto Némesis en ella, pero su resistencia salió a flote de nuevo repentinamente y algo extraño ocurrió: el parásito, cuando trató de entrar en el cerebro de Lisa, desapareció. Birkin y Wesker continuaron su investigación en ella, pero Birkin notó algo extraño, por lo que dejó el proyecto del T-Virus y decidió probar algo distinto: el G-Virus.

Virus en el cuerpo de Lisa

Lisa tenía en su cuerpo una dosis de cada uno de los virus:

• El T-Virus, el cual la hacía mutar.
• El G-Virus, que la hacía permanecer con vida; no podía morir porque esta también es una de las propiedades de este virus.
• El proyecto Némesis, el cual Lisa absorbió, y eso explica los tentáculos que tenía, los saltos que daba y su gran resistencia.
• El virus ébola, que también mantenía a Lisa viva y mutando cada vez más.

Lisa transportaba el T-Virus por sus tentáculos; y ,teniendo en cuenta que tal virus otorga extrañas cualidades dependiendo del ADN de cada persona y el virus ébola se adapta a cualquier tipo de ADN, la combinación de estos virus en su cuerpo le otorgaban inmortalidad y una tremenda fuerza (el gran sueño de Umbrella).

El G-Virus que llevaba en su interior se podía identificar a simple vista por el ojo que tenía en la espalda, característica común entre los mutados por ese virus, lo que también la dotaba con mucha fuerza.

Lisa en la Mansión Spencer

Birkin continuó los estudios en Lisa y descubrió muchos cambios en ella. Lisa empezó a mutar de tal manera que logró consumir el parásito Némesis y comenzó a recobrar su inteligencia lentamente. Después de consumirlo Birkin quiso deshacerse de lisa. Se volvió tan loca que le arrancó la cara a una científica que trabajaba para William y se la colocó en la suya. Al parecer, el G-Virus no tuvo mucha acción dentro del cuerpo de Lisa, así que Birkin decidió matarla; y eso fue lo que creyó haber hecho, pero se equivocaba. Ella vagaba por la mansión y se encontró con Wesker varias veces, tal como se explica en Resident Evil: The Umbrella Chronicles. Él no podía frenar los ataques de Lisa, y al final hizo que una lámpara de techo cayera sobre Lisa, pero, como siempre, no la mató. Después se encuentra con Jill y Barry. Lisa sólo podía morir por medio de un ataque muy poderoso, como el de una fuerte explosión que la destruyera completamente, pero eso sólo era la teoría; tratándose de la B.O.W. (arma biológica) más resistente de todas, nunca se podía asegurar del todo.

Muerte de Lisa

Lisa Trevor vagó sola por la mansión, desdichada por no poder volver nunca con su madre. Desataba su rabia contra cualquier persona que veía. Finalmente murió en la explosión y destrucción de la Mansión Spencer; pero, como fue una de las creaciones más poderosas de Umbrella, no se puede estar seguro de que haya desaparecido para siempre.