Luis Gerardo Salas
Ocupación	Comunicador, Locutor

Luis Gerardo Salas es un locutor de radio y comunicador mexicano.

Es uno de los personajes clave en la historia de la legendaria estación Rock 101, que marcó a una generación en México, la llamada generación 101 que utiliza los dígitos de su frecuencia para identificarse.

Para Luis Gerardo Salas, la radio es mucho más que una simple rockola, es un concepto, una “idea musical”, una innovación radical donde lo importante “es lo que pasa entre canción y canción, lo demás es música”, tesis que ha propuesto desde sus inicios en el cuadrante. Durante su estancia en la radio mexicana se popularizó la frase "Puro total y absoluto Rock n' Roll" en una época en la que la cultura del rock era estigmatizada en los círculos conservadores del país.

Contenido 1 Biografía 1.1 Inicio 1.2 El proyecto radiofónico 1.3 La Idea Musical 1.4 El fin del proyecto 1.5 Trabajo posterior 1.6 Las palabras del comunicador 2 Referencias

Biografía

Inicio

Se inicia en la radiodifusión en 1979 cuando aún era estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Iberoamericana, al ingresar al Núcleo Radio Mil para hacerse cargo de Sonomil 101 en 1982.

En 1982, cuando ya la FM comenzaba a despegar como una verdadera opción en la industria del entretenimiento en México llegó a Sonomil el joven Luis Gerardo, sobrino de Guillermo Salas Peyró, quien encontró en malas condiciones a la estación. Ante esto, Luis se dispuso a trabajar en una propuesta brillante y encantadora que brincara de todos los lineamientos de cómo se hacía la radio en el resto del país, eso sí, sin descuidar también la parte del negocio.

Estas experiencias obtenidas, generaron que Luis Gerardo tuviera las ganas de hacer algo similar cuando entró a trabajar a Radio Mil, él tenía la intención de hacer algo que fuera entretenido, divertido, vivo, despierto, un poco más inteligente y dinámico de lo que él y otras personas escuchaban que estaba pasando, además de las buenas propuestas que había a fines de los setenta en la Amplitud Modulada en México como: Radio Exitos, La Pantera, Radio Capital, Radio Mil, Radio Centro, Radio Educación o la misma Radio UNAM.

Estas estaciones eran unas muy buenas propuestas, y cómo se ha dicho contaban con programas muy imaginativos; donde los locutores eran más activos que en otras radiodifusoras en aquel momento y había un mayor balance entre la música y la publicidad (en cuanto a las estaciones comerciales se refiere).

Podemos decir que esas fueron las mayores influencias con las que Luis Gerardo terminó de formarse, en esa primera parte en donde se acercó a la radio, fue una etapa de recibir mucha información y tres años después fue cuando empezó a retribuir en un proyecto innovador y fascinante.

Su curiosidad y entusiasmo por la radio desde muy joven, al escuchar conceptos radiofónicos en el extranjero y en México lo impulsa a trabajar en un nuevo concepto como asistente de programación musical en el Núcleo Radio Mil con Sergio Rod y en enero de 1984 al desaparecer Sonomil 101 lanza Proyecto 101, como un formato que sirviera de transición entre el proyecto anterior y el subsecuente.

Meses después - específicamente el 1 de junio de 1984 - funda junto con Federico Lira el concepto de radio Rock 101, estación que revolucionó a la radio juvenil en México con creatividad, talento, espontaneidad, buena música y de preferencia no comercial, pero, sobre todo, con el rescate del lenguaje radiofónico y sus ingeniosos promocionales. El proyecto inicia con la participación de José García Moreno y Federico Lira en sus primeros años. Inmediatamente después se integran de manera espontánea Jaime Pontones y Lynn Fainchtein, considerados también pilares de la estación en los años 80s.

El proyecto radiofónico

El concepto radiofónico a desarrollar necesitaba de personas jóvenes y creativas con grandes inquietudes, capaces de generar gran aceptación e interés en los contenidos a difundir. La tarea no era nada fácil para Luis Gerardo y Federico Lira, pero valía la pena correr el riesgo: sin duda alguna las universidades capitalinas fueron la base para seleccionar propuestas radiofónicas y de voz.

Un ejemplo es Jaime Pontones, quien se desempeñaba como profesor de servicio social de Luis Gerardo, quien recuerda que él se la pasaba platicando de música, y muy en especial de Bob Dylan. Un día, Luis Gerardo le comentó de la existencia de su primer programa piloto exitoso en Proyecto 101, Sonorock; invitación en la que gustosamente Jaime aceptaría colaborar para posteriormente ser una de las voces con propuesta que el auditorio de Rock 101 jamás olvidaría.

Los locutores que desde un principio participaron en la estación fueron aparte de Jaime Pontones - quien fue contratado al poco tiempo de hacer el programa de Bob Dylan- en 1984; fueron Jordi Soler, colaborador desde 1986; y Lynn Fainchtein, egresada de la facultad de Psicología de la UNAM, quien ingresó como asistente de Luis Gerardo en 1985. Por supuesto Iñaki Manero y Dominique Peralta entraron en 1991.

Además de que el equipo ofreció interacción con sus radioescuchas y fueron pioneros en la organización de los primeros conciertos internacionales de rock en la Ciudad de México: Miguel Ríos, Cheap Trick, Charly García y The Mission U. K., entre muchos otros.^[1]

La Idea Musical

La idea básica de la nueva estación consistió en tres aspectos básicos: presentación de viñetas en torno del tema musical, programación de grupos de rock que esporádicamente o nunca habían sido escuchados en radio, y la utilización de un lenguaje coloquial, de tú a tú, de joven a joven. Además se buscó algo mucho más abstracto que era desmitificar la idea de que el rock necesariamente está asociado con las drogas, el sexo y la rebeldía sin fundamento.

El Núcleo Radio Mil argumentó en ese momento que el concepto radiofónico que se había creado era diferente. Se estaba intentando un acercamiento más personal con el auditorio a través de un lenguaje fundamentalmente joven, coloquial, cotidiano, considerando a la gente que disfrutaba de las transmisiones como gente que tenía sed de saber, de disfrutar y también de aportar. Sobre esta base, que fue la esencia de Rock 101, se abarcó todos los aspectos posibles que atañen al rock, entendido éste, no sólo como género musical, sino como concepto.

"De esta manera, nuestra estación trabaja por un lado, con una programación grabada, con una línea musical que oscila entre el pop y el new wave, con todas sus derivaciones. Cada canción lleva su respectiva presentación (viñeta), donde se dice el nombre del álbum del que se extrae, el año de producción y, regularmente, algún comentario crítico que refleja la postura de la estación.

Una característica peculiar en el formato de la programación era la inclusión de una gran catálogo de rock, con temas que van desde los más clásicos hasta aquellos que poco se conocieron en México pero que son de gran calidad. A esta sección de la programación le llamaron “Idea Musical”.

El fin del proyecto

Luego de transformar los formatos radiofónicos en materia de emisoras musicales para la audiencia joven, Luis Gerardo deja la estación - junto con su grupo de colaboradores más cercanos, por diferencias creativas y comerciales con la direccción del NRM - en febrero de 1994 y dos años después termina el ciclo del “concepto rockcientoúnico” con el cierre de Rock 101.

Al entrar una nueva directiva al Núcleo Radio Mil encabezada por Roberto Ordorica en Noviembre de 1993 - como es común en cualquier empresa - llegaron nuevas ideas y conceptos propios, por lo que no entendían el concepto de Rock 101 ni su factividad.

También hubo falta de presupuesto, esto coincidió con una crisis económica en todas las compañías, (previa a la del 95). “Hubo falta de apoyo para lo que nosotros hacíamos y de repente solo llegó el momento en que se quedaron tres o cuatro personas trabajando en Rock 101, lo que ocasionó que en muy poco tiempo el mantenimiento de la estación fuera insostenible, no había manera de que tres personas hicieran todos los programas a los que la gente estaba acostumbrada.

El equipo de locutores que colaboró en el proyecto radiofónico llegó a más de 25 personas, lo interesante es que según menciona el propio Luis, ninguno era considerado asi mismo como 'rockero', y muchos de ellos propusieron su propio programa y escribieron los guiones.

Trabajo posterior

Después de dos años de silencio radiofónico se incorpora como locutor y director de programación de WFM (evento que coincide con algunos dias de diferencia con el cierre de Rock 101 ), donde estuvo algunos meses dentro del equipo de Martín Hernández, donde se escuchaba un promo con la voz del locutor que decía: "Mi estación ha muerto por que mi estación va a nacer", para luego regresar al NRM como director de 100 (punto) Nueva Era, estación donde inicia la transmisión de música electrónica de vanguardia y experimental.

Desde abril de 1999, Luis Gerardo asume la dirección de lo que antes fuera WFM, estación que transformó en W Radical, con un formato basado en las nuevas tendencias auditivas marcadas por la música electrónica, mediante un concepto que denominó como “radio retrofutura”.

Las palabras del comunicador

"Pensar en ese medio como fenómeno de soledad compartida; que la música es la protagonista, no los locutores, y sorprender permanentemente, fueron algunos de los principios: La imaginación y el respeto, el primero es uno de los atributos humanos más valiosos, difícil de alcanzar, y bellísimo cuando logras comunicarte a través de él. Y puedes ser imaginativo mientras respetes el nivel intelectual de tus escuchas, no lo menosprecies. No importa qué medio uses, sino en qué medida despiertes el asombro, cuánto respetes a tu auditorio. Eso seguirá generando vínculos, comunidades…"^[2]

Referencias