Miguel Krasnoff Mártchenko (* 15 de febrero de 1946, Tirol, Austria -) es un Brigadier del ejército chileno. Hijo de emigrante ruso en Chile, nieto de Piotr Nikolaevich Krasnov. Su padre Semion Krasnov fue ejecutado por los soviéticos como resultado de la Operación Keelhaul.

A Krasnoff se le acusa de estar implicado en violaciones a los derechos humanos; durante el golpe militar de 1973, cuando era teniente del ejército chileno. Más tarde, Miguel Krasnoff se convirtió en brigadier durante el gobierno del General Augusto Pinochet y condecorado con numerosas distinciones, principalmente por su excelente labor antisubversiva y de inteligencia.

Entre otras funciones se cuentan la de haber participado muy activamente -como oficial de inteligencia- en la dirección de la agrupación Halcón I en Villa Grimaldi, sección especializada en la búsqueda, detención, tortura y posteriores desaparecimientos de activistas del M.I.R. (Movimiento de Izquierda Revolucionaria). Durante su labor de inteligencia se apropió de la frase "un traidor lo es siempre, en el lado que esté" como alusión a su desconfianza tanto hacia sus subordinados como hacia los "delatores" producto de las torturas aplicadas. [1]

Este General (r) es considerado como parte del círculo "duro" por los sobrevivientes de Villa Grimaldi y uno de los más cercanos colaboradores del General (r) Manuel Contreras. [2]

En el 2000 fue detenido debido a sus lazos en el pasado con Manuel Contreras y la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), y acusado de secuestros y desapariciones entre 1973–1974.

En mayo de 2004, el ministro Alejandro Solís condenó a 15 años de prisión al retirado general por el secuestro de la periodista Diana Arón Svigilisky.

En junio de 2006 la tercera sala de la corte de apelaciones de Santiago lo condenó a una pena de 10 años de cárcel por el secuestro y posterior desaparición de Ricardo Troncoso Muñoz, Elsa Leuthner Muñoz y los hermanos Hernán González Inostroza y María González Inostroza.

En diciembre de 2006, Miguel Krassnoff fue condenado a la pena de cinco años y un día de cárcel, en calidad de cómplice del secuestro en 1975 del ingeniero Eugenio Montti Cordero y de Carmen Díaz Darricarrere, militantes comunistas que estuvieron detenidos en Villa Grimaldi, perdiéndose su rastro desde aquel lugar.

Dicha sentencia, dictada por el Juez Alejandro Solís, condena también como autor de dicho delito al general Manuel Contreras a la pena de quince años y un día de presidio.

Tanto Amnistía Internacional como las organizaciones locales de DD.HH. tienen catalogados a este militar dentro de la categoría de Violadores de DD.HH. [3] [4]

Muchas querellas y acciones ante la justicia [5] han sido infructuosas principalmente a causa de Leyes que impiden juzgar acciones de tales características (como la Anmistia), como una notable lentitud en el trabajo judicial de los tribunales, que llevan tales causas. [6]

A pesar de lo anterior, variados testimonios coinciden en señalar a Krassnoff como el autor material de varios asesinatos perpetrados durante la dictadura de Augusto Pinochet en el libro Romo, confesiones de un torturador de Nancy Guzmán se señala:

En 2006 Gisela Silva Encina publicó el libro Miguel Krassnoff, prisionero por servir a Chile donde sostiene la inocencia del general presentando su testimonio frente a algunos de los casos que le tocó enfrentar como miembro de los servicios de inteligencia. El texto sostiene frente a la muerte de Miguel Enríquez, que el oficial habría llegado por casualidad a la casa de seguridad de Gran Avenida y que de no ser por la ayuda de un carabinero que lo asistía en una revisión de rutina habría sido asesinado por los defensores de la casa. Que luego de ello se enfrentó a los ocupantes sólo con el armamento que traía consigo con lo que consiguieron abatir a Miguel Enríquez quedando herida su acompañante Carmen Castillo, que se encontraba embarazada y a quien Krasnoff brindó asistencia.

Distinta es la versión del Informe Rettig del mismo hecho: