- Museo de la Ciudad de México
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Museo de la Ciudad de México
Patio del MuseoInformación geográfica País México Ciudad Ciudad de México Información general Construcción Siglo XVII (Antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya) Inauguración 31 de octubre de 1964 Tipo Historía, Pintura Director Cristina Faesler Información visitantes Metro Entre Zócalo y Pino Suárez (Líneas 1 y 2) Sitio web Página del Museo El Museo de la Ciudad de México (MCM) es un recinto público ubicado sobre la avenida Pino Suárez número 30, a dos cuadras de la Plaza de la Constitución (Zócalo). El museo es un hermoso palacio colonial cuya construcción se remonta a 1536. Desde entonces el edificio ha sido remodelado y modificado en muchas ocasiones, tanto en su aspecto como en su funcionamiento, habiendo servido desde palacio de nobles familias hasta vecindad. En el año 1960 el Departamento del Distrito Federal decreta que el inmueble se convierta en la sede del Museo oficial de la Ciudad de México.
Contenido
Exhibición
Actualmente el museo alberga cuatro salas para exposiciones temporales, una sala de exposición permanente Todo cabe en una cuenca acerca de la historia de la Ciudad de México, el estudio del pintor Joaquín Clausell en la planta alta denominado "El Clausellito", en donde se encuentra el mural más representativo del pintor impresionista y que funciona también como una pequeña sala en donde se realizan exposiciones temporales de artistas contemporáneos.
El museo cuenta con la biblioteca Jaime Torres Bodet (el mayor acervo bibliográfico acerca de la Ciudad de México), la libreria del Pórtico, y el patio central del recinto en donde se llevan a cabo conferencias y presentaciones, así como eventos artísticos y culturales.
Historia del Inmueble[1]
La historia del Antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya, se remonta al año de 1527, cuando llega el Lic. Juan Gutiérrez Altamirano a la Nueva España procedente de la isla de Cuba en donde había sido gobernador (1524); para tomar el puesto de Corregidor de Texcoco y veedor de Hernán Cortés.
Cuando Hernán Cortés reparte las tierras más cercanas al Templo Mayor Azteca entre sus compañeros de armas y colaboradores más allegados; le da este solar o terreno a Juan Gutiérrez Altamirano, quien poco antes había contraído nupcias con Juana Altamirano Pizarro, prima hermana del conquistador.
Muchos años después, don Fernando Altamirano y Velasco, descendiente directo de Juan Gutiérrez Altamirano contrajo a su vez matrimonio con una nieta del virrey Luis de Velasco. Fernando Altamirano recibió la merced real de Felipe III en la que se le otorgó el título de conde de Santiago de Calimaya en 1616.
Una época de auge económico y social vino para la familia Altamirano Velasco. Es posible que la edificación del palacio se haya iniciado en el siglo XVII como resultado de la alcurnia a la que ahora pertenecían.
En 1777 el palacio fue remodelado. Las obras estuvieron a cargo del arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres. La fachada del palacio fue recubierta de tezontle y la portada y las ventanas con cantera a la usanza del Siglo XVII.
Arquitectura del Palacio
En la esquina inferior derecha se incluyó un elemento que ha sido objeto de diversas interpretaciones: un petroglifo prehispánico con la imagen de una cabeza de serpiente. El remozamiento del palacio se hizo desde sus cimientos y es porbable que en la excavación se haya encontrado ese petroglifo y otros objetos. La casa se trazó en dos plantas, sin entresuelo y con dos patios como todas las casas señoriales. La capilla familiar era un símbolo de abolengo y de intensa actividad social.
Los escudos de armas que coronan las arquerías del patio principal corresponden a la intención de resaltar el abolengo familiar, lo mismo ocurre con las gárgolas en forma de cañón que adornan todo el perímetro superior de la fachada y parte del portón mayor. Los perros que adornan el arranque de la escalera, así como los mascarones del portón principal tienen un aire orientalista, rasgo no muy común en la casa de los nobles. Incluso, se ha especulado sobre el posible origen de la madera y la mano de obra que elaboraron la puerta de acceso principal; se ha dicho que quizás fue traído de Filipinas por los condes. Sin embargo, la manufactura parece ser totalmente novohispana y la madera no es extraña a estas latitudes.
Otro elemento distintivo del palacio es la fuente en forma de concha ubicada en el patio mayor. Su desgaste nos sugiere que posiblemente haya sido labrada tiempo antes de la reedificación de la casona y que fue empotrada ahí tiempo después de concluir ésta. El poco espacio que existe entre la fuente y las ventanas de los cuartos aledaños parecen ratificar el dictamen. El motivo ornamental principal de la fuente es una nereida que toca la guitarra y mira hacia la capilla familiar, tiene una connotación evidentemente acuática. Se ha dicho que posiblemente haga referencia a los viajes ultramarinos que realizaron los condes, como adelantados de las Islas Filipinas.
De Palacio a vecindad
A finales del Siglo XIX la casa de los Condes de Santiago de Calimaya, quedó ubicada dentro del área comercial del centro. Poco a poco se establecieron comercios en accesorias que fueron rentadas para dichos fines. Los herederos de este inmueble continuaron la costumbre de rentar los cuartos interiores para vivienda, pero los cambios en la ciudad habían provocado que esta zona ya no fuera de aristócratas, sino popular y la fisonomía de la antigua casa señorial comenzó a modificarse en función de sus nuevos inquilinos. En la planta baja los cuartos tenían tapancos y entresuelo que daba mayores posibilidades espaciales a los habitantes. De la primera sección de la casa se trató de mantener la exclusividad para la familia, pero las necesidades de los locales comerciales y financieras de los arrendadores provocan que se fuera desgastando y olvidando el uso original de este espacio. La fuente del primer patio poco a poco se vio rodeada e incluso invadida por tuberías y otras instalaciones. La diferencia social entre los habitantes de los cuartos superiores y los inferiores comenzó a perderse.
De vecindad a museo
La importancia del antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya fue reconocida en 1931 cuando se le declaró patrimonio nacional. Posteriormente, en 1960, el entonces Departamento del Distrito Federal decretó que el inmueble se convertiría en la sede del Museo de la Ciudad de México.Y para adecuar al edificio a su nuevo uso, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez llevó a cabo una remodelación, en la que las antiguas habitaciones se convirtieron en salas de exhibición.
El 31 de octubre de 1964 el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya fue inaugurado como Museo y en sus salas se montó una exposición que mostraba didácticamente el concepto de urbe que se manejaba en aquel entonces. Esta muestra duró 30 años. En 1992, el Museo de la Ciudad de México era una ruina. Fue desmontado para transformarlo en un centro de información y remodelar la sede como residencia para invitados del Departamento del Distrito Federal, proyecto que no se concretó. En 1997, el primer gobierno electo de la ciudad reinstaló el museo como un proyecto prioritario. El Dr. Ricardo Prado Núñez ejecutó una extensa restauración en la que se devolvieron acabados originales, como pisos de barro en los corredores del segundo nivel, cantería en frisos y remates.
Actualmente, el Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya alberga un museo que ha desvirtuado su concepción original. Se llevan a cabo exhibiciones que pretenden consolidar una imágen positiva del partido gobernante en la ciudad. El edificio ha sufrido daños considerables al llevarse a cabo, en su interior, eventos que dañan la estructura y su arquitectura. Han tenido lugar duelos de lucha libre, muestras de enaltecimiento a grupos invasores de predios, ha sido fundida cera sobre la fuente, siendo hasta el momento imposible retirarla en su totalidad. Los acabados restituidos durante la última restauración han sido retirados y reemplazados por otros de menor calidad física y estética. Se perdieron también varias puertas y ventanas de madera, originales, siendo colocadas en su lugar versiones contemporaneas de MDF, la madera más corriente a la venta. El estudio de Claussel se encuentra dañado por humedad y la colección de mobiliario está dispersa, las pocas piezas que permanecen a la vista en el museo presentan grave deterioro en sus tapices. La distintiva maqueta de la Ciudad de México, que se ubicaba en el segundo patio, había logrado sobrevivir hasta el siglo XXI, hoy se encuentra destruida.
Es probable que el edificio requiera una restauración integral de nueva cuenta, así como una refundación institucional que le devuelva su caracter divulgador de historia. Por ahora, la actividad dentro de sus instalaciones le garantiza la oportunidad de no caer en el olvido ni el abandono.
Referencias
Categorías:- Museos del Distrito Federal (México)
- Centro Histórico de la Ciudad de México
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