- Olor
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El olor es la sensación resultante de la recepción de un estímulo por el sistema sensorial olfativo. El término indica tanto la impresión que se produce en el olfato, como lo que es capaz de producirlo. Es una propiedad intrínseca de la materia. El olor es el objeto de percepción del sentido del olfato.
El olor se genera por una mezcla compleja de gases, vapores y polvo, donde la composición de la mezcla influye en el tipo de olor percibido por el receptor. Aquello que no podemos percibir por el olfato se denomina inodoro. El término fragancia o aroma es usado principalmente por la industria de alimentos o cosméticos para describir un olor placentero, y es comúnmente usada para referirse a perfumes. Los olores corresponden al fenómeno objetivo de los elementos disueltos en el aire, aunque, como en otros sentidos, varios factores psicológicos pueden desempeñar cierto papel en la percepción de los mismos.
Contaminación ambiental
Existen numerosas actividades industriales (industrias químicas, vertederos, depuradoras de aguas residuales, industrias alimentarias, ganaderas, etc.) que emiten una serie de sustancias olorosas que generan molestias en el entorno. Los malos olores pueden ser molestos, causa de rechazo, y afectar a la calidad de vida de las personas y animales del medio, por lo que pueden ser considerados como una forma de contaminación ambiental.
Debido al componente subjetivo de los olores, a la dificultad de discernir entre los olores “agradables” y los “desagradables”, es difícil determinar cuándo se traspasa el umbral de lo tolerable y en qué punto se sitúa lo jurídicamente permisible a la hora de establecer unos máximos de tolerancia, en ese sentido, la olfatometría se presenta como una herramienta muy eficaz para el estudio y control de olores. Aunque todavía no se ha desarrollado ninguna legislación nacional que regule el problema de los malos olores, la entrada en vigor Norma UNE-EN 13725 "Calidad del aire". "Determinación de la concentración de olor por olfatometría dinámica", en febrero de 2004, permite abordar de forma objetiva el problema de la contaminación ambiental por olores.
Caracterización de olores
Los métodos para la caracterización de olores pueden ser:
- Técnicas analíticas, siendo aquellas que utilizan métodos analíticos tradicionales para medir la concentración de compuestos químicos específicos presentes en un olor.
- Técnicas sensoriales, aquellas que utilizan asesores humanos para medir un olor (Olfatometría).
- Técnicas digitales (odorografía), aquellas que utilizan "microchips" para codificar los olores e interpretarlos de manera digital por ordenador. Deriva de la técnica de la cromatografía, como método de análisis químico para la separación de los componentes de una mezcla por distribución entre dos fases, una estacionaria y otra móvil, que en un principio se utilizó para separar las sustancias coloreadas.
La cromatografía de los olores (odorografía), resulta, pues, la metodología más vanguardista del momento, pero que ya puede ser aplicable y permitirá medir los olores y saber de dónde proceden.
Los olores o los aromas son gases volátiles que se pueden detectar mediante "microchips" y pueden ser clasificados atendiendo a sus propiedades físicas químicas. Una vez separados los componentes del aroma, la información resultante le llega a un ordenador que es capaz de procesarla para interpretar su tipo y orígenes.
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