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Perfume
El nombre de perfume o perfumes proviene del latín "per", por y "fumare", producir humo, haciendo referencia a la substancia aromática que desprendía un humo fragante al ser quemado, usado para sahumar. En la actualidad, la palabra «perfume» se refiere al líquido aromático que usa una mujer o un hombre, para desprender olores agradables.
El término perfumería tiene cuatro acepciones,[1] pudiendo referirse a un establecimiento comercial donde venden perfumes, al arte de fabricar perfumes, al conjunto de productos y materias de la industria del perfume, o al lugar donde se preparan los perfumes o se perfuman ropas o pieles.
Contenido
Ingredientes de perfumería
El perfume es una mezcla que contiene sustancias aromáticas, pudiendo ser éstas aceites esenciales naturales o esencias sintéticas; un disolvente que puede ser sólido o líquido (alcohol en la mayoría de los casos) y un fijador, utilizado para proporcionar un agradable y duradero aroma a diferentes objetos pero, principalmente al cuerpo humano.
Los aceites esenciales son sustancias orgánicas, líquidas aunque algunas veces sólidas, de olor y sabor acres, irritantes e incluso cáusticas. Pueden destilarse sin descomposición, no son miscibles en el agua pero son solubles en alcohol y éter. No tienen el tacto graso y untuoso de los aceites fijos y no dan jabón. Disuelven los cuerpos grasos, la cera y las resinas.
Su composición química es variadísima; a menudo encierran hidrocarburos de fórmula C10H16 o un múltiplo o submúltiplo y un compuesto oxigenado o alcanfor. Algunos contienen éteres, alcoholes, fenoles; otros, contienen azufre. Existen en todos los órganos de las plantas pero especialmente en las hojas y en las flores.
La mayor parte de las esencias ya existen completamente formadas en la planta o vegetal; sin embargo, otras no preexisten sino que se forman por la acción del agua sobre determinadas partes del vegetal por cuya acción se combinan ciertos elementos que se encuentran en las células y determinan la formación de la esencia.[2]
Los fijadores que aglutinan las diversas fragancias incluyen bálsamos, ámbar gris y secreciones glandulares de ginetas y ciervos almizcleros (estas secreciones sin diluir tienen un desagradable olor, pero en solución alcohólica actúan como conservantes). En la actualidad, estos animales están protegidos en muchos países, por lo que los fabricantes de perfumes utilizan almizcle sintético.
La cantidad de alcohol depende del tipo de preparación al que vaya dirigido. Normalmente, la mezcla se deja envejecer un año.
Extracción de fragancias
Los aceites esenciales se extraen de los vegetales que los contienen formados o que contienen los elementos para su formación. Su extracción industrial tiene gran importancia; existen distintos procedimientos:
- Destilación. Este método es el más empleado especialmente para flores, plantas y hierbas, tales como la lavanda, rosas, alhucema, tomillo, sándalo, mimosa, etc. Para ello, se emplea un alambique de cavidad bastante grande. La parte del vegetal que contiene la esencia (raíz, hojas, flores, corteza (árbol), etc.) se machaca y se introduce en el alambique. Es conveniente no poner la materia en contacto directo con la caldera; por este motivo se coloca en sacos o en un vaso en forma de criba que se dispone en el centro de la cucúrbita. Se añade el agua suficiente para que la materia esté completamente bañada y al cabo de algunas horas de maceración se procede a la destilación. El aceite esencial es arrastrado por el vapor de agua, aunque su punto de ebullición en general es muy superior a 100º. Los productos de la destilación son recogidos en un vaso en el que se separan fácilmente el agua y la esencia. Para las esencias más ligeras se dispone del llamado recipiente florentino. La esencia va a la parte superior y se acumula en el recipiente mientras que el agua se escapa por un tubo encorvado que nace de la base del recipiente. Para las esencias más pesadas se usa otro tipo de probeta en la que se deposita el líquido en la base y el agua escapa en altura. En todos los casos, el agua que sale arrastra un poco de esencia en disolución o en suspensión. Esta agua retorna al alambique para aprovecharla en operaciones sucesivas.
- Compresión. Otro procedimiento extractivo es la compresión; muy conveniente en la cidra, la naranja y la bergamota. Cuando el fruto es abundante, se exprime para recoger el aceite.
- Enfleurage. El procedimiento extractivo de disolución sirve para ciertas flores delicadas; utilizando para esto ciertas sustancias grasas que tienen la propiedad de absorber los perfumes por contacto. Si se procede a la temperatura ordinaria, la operación se llama enfleurage como ocurre con la vara de Jesé y el jazmín. Consiste en impregnar las sustancias aromáticas en grasa y después extraer el aceite oloroso con alcohol. También se utilizan compuestos químicos aromáticos.
- Maceración. Cuando se procede por maceración es necesario colocar las flores en unas grandes calderas manteniéndolas sumergidas a fin de que suelten el perfume.[2]
Tipos de perfumes
Existen diferentes tipos de perfumes, según su intensidad aromática:
- Perfume: la forma más concentrada, entre el 15-40% de esencia aromática.
- Eau de Perfume (EdP): concentración del ~15%.
- Agua de baño, más conocida como Eau de Toilette EdT: concentración del 7-15% (~10%).
- Agua de colonia = Eau de Cologne EdC: la misma concentración que el anterior pero con aromas cítricos predominantemente: sólo un 3-6% (~5%) de concentrados.
- Splash perfumes EdS: ~1% de concentrados.
Al aplicarse el perfume sobre la piel, el calor del cuerpo evapora el disolvente, permaneciendo las sustancias aromáticas, que se disipan gradualmente durante varias horas.
Historia del perfume
El arte de la elaboración de perfumes nació en Egipto, fue desarrollado por árabes y romanos y desde España se reintrodujo en Europa durante el Renacimiento. Fue en Francia, hacia el siglo XIV, donde se cultivaron flores para elaborar los perfumes, permaneciendo ésta desde entonces como el centro europeo de diseño y comercio en perfumería. Mientras que en la Europa del siglo XVIII el perfume era utilizado por la nobleza, en Oriente, especialmente en Japón, el perfume constituía un arte, llamado kodo o arte del incienso, practicado además por la burguesía.
Bibliografía
- Introducción a la cultura japonesa, Hisayasu Nakagawa. Ed. Melusina
- Süskind, Patrick, El Perfume. Historia de un asesino, Editorial Seix Barral: Barcelona, 1985/2006. ISBN 84-322-2803-6
- Diccionario de Ingredientes Cosméticos, F. Carrasco (4ª ed, 2009). Ed: www.imagenpersonal.net. ISBN 978-84-613-4979-1
Referencias
- ↑ Real Academia Española. «Perfumería en el Diccionario de la Lengua Española». Consultado el 18 de septiembre de 2008.
- ↑ a b Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)
- Wikcionario tiene definiciones para perfume.
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Perfume.Commons
- Guía y consultas sobre perfumes
- Cosmética en el Renacimiento
Categoría: Perfumería
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