- Orfebrería románica
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Orfebrería románica
La orfebrería cristiana de los siglos XI, XII y parte del XIII correspondiente a la época románica de las demás artes del dibujo se caracteriza por la preferencia que da al bronce dorado y esmaltado cuando se trata de obras en gran tamaño, por la reducción o menos abundante uso de la pedrería, sustituyéndola parcialmente por el esmalte, por el frecuente uso de la cinceladura e imaginería de relieve en casi todas las obras y por la riqueza o profusión de labores con que trata de embellecerlas.
Se conservan de dicha época ricas tapas de libros litúrgicos, varios cálices, crucifijos y algunas otras imágenes, lampadarios y coronas luminosas, frontales de altar y, sobre todo, cofrecillos y arquetas-relicarios que suelen tener la forma de una casita con cubierta o techumbre a dos vertientes y con arcaturas en los frentes, en cuyos nichos se destacan relieves de imágenes. Su material ordinario es la madera chapeada de bronce o plata, dorados y adornados como se ha dicho.
Tienen celebridad histórica y artística, principalmente los siguientes:
- De arte alemán, con su famosa escuela del Rhin, las grandes urnas o arquetas de reliquias y los frontales, especialmente, el Arca de los Santos Reyes, de plata dorada, oro, esmaltes, pedrería, que mide 1,80 m. por 0,90. Además, las puertas de bronce y las soberbias coronas luminosas, sobre todo, la de Hildesheim (hasta de 6,5 metros de diámetro) también de bronce con imágenes y torrecillas que representan la ciudad santa de la Gloria.
- De arte francés, el cáliz llamado de San Remigio en Reims cubierto de oro y adornado con perlas, piedras, esmaltes y filigranas y con él gran multitud de arquetas-relicarios de Limoges, báculos y cruces de la misma procedencia en todo el Limosín y en muchas otras localidades (como la arqueta de la catedral de Huesca, el báculo de Mondoñedo y el de Estella, en España).
- De arte irlandés, con sus caprichosos entrelazados, varias arquetas y báculos en Irlanda y las coberturas o semiestuches de plata con que se adornan algunas pequeñas campanas de antiguos ermitaños tenidas en veneración como las que se guardan en el Museo de Dublín y en el Británico de Londres.
- De arte inglés, relacionado estrechamente con el de Irlanda, las joyas de la catedral de Gloucester, sobre todo, el candelabro de bronce dorado y cincelado que lleva esculpidas nueve figuras humanas, entrelazándose con cuarenta y dos monstruos.
- De arte italiano, más o menos influido por el bizantino:
- El gran relicario del oratorio llamado Sancta Sanctorum en San Juan de Letrán (Roma).
- El frontal de Cittá di Castello (ambos de plata con figuras cinceladas).
- El gran candelabro de cinco metros de altura con siete brazos de bronce esmaltado en la catedral de Milán.
- Otros muchos objetos de culto labrados en el activo centro de la abadía de Monte Casino.
- De arte español, que a menudo admite influencias del árabe:
- Los frontales (o quizás, retablos) mencionados arriba.
- El cáliz ministerial de plata de Santo Domingo de Silos (en su abadía, siglo XI), cubierto de filigranas.
- El cáliz de Doña Urraca, en San Isidoro de León, hecho de ágata y ornamentado con oro y pedrería.
- Varias arquetas como lo fue la primitiva de San Millán de la Cogolla (del año 1033) y lo es aún la famosa Arca santa de las reliquias de la catedral de Oviedo (en la cámara Santa) que en su revestimiento de plata repujada, con figuras de escenas evangélicas se atribuye al siglo XI aunque se le tiene en su origen como de procedencia extranjera, acaso bizantina del siglo IX o del VI, según otros.
- Algunas efigies sedentes de la Virgen María de madera, chapeadas de plata repujada y cincelada junto con sus tronos (que suelen llevar esmaltes) como las de Ujué, Roncesvalles y la catedral de Pamplona, las de Lugo, Astorga, Sevilla, etc. de los siglos XII y XIII, además de la de Husillos y la de Salamanca chapeada de cobre dorado y esmaltado.
Categoría: Orfebrería
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